Esto no es una cita

Abigail acaba de terminar la carrera de psicologia y por suerte ha encontrado trabajo en una comisaria de Nueva York, aunque eso signifique estar lejos de su mejor amiga Isabella, pero en su nuevo destino está su amiga de la infancia Emma que le ayudará ha instalarse.

El nuevo trabajo de Abigail consiste en hacer una evaluación de los policías de la comisaria y atender a las mujeres victimas de la violencia de género, algo en lo que está encantada ya que tiene la oportunidad de ayudar a esas mujeres que tanto lo necesitan.

Abigail está separada y no guarda muy buen recuerdo, ya que ese matrimonio hizo que alejara de su padre. Ahora se encuentra con que Caled, su jefe está interesado por ella y ni hablar de ese escoces de ojos grises que es un descarado y solo hace que ponerla nerviosa con sus indirectas muy directas. Pero Abigail no quiere saber nada de amor, o eso cree ella.

Este libro es lo primero que leo de la autora y para ser la primera toma de contacto no ha estado nada mal, es una lectura muy fluida con lo que cuando te quieres dar cuenta ya has terminado con el libro. Me ha gustado mucho los diálogos internos de Abigail y ese amor propio que se tiene, algo que muchas personas tendrían que aprender, ya que quererse uno mismo es muy importante. Por otro lado la relación de amistad con Isabella y Emma es genial, pero para mí lo que más me ha gustado es que retomase esa amistad de infancia que las había distanciado. Sobre la historia de amor es lo que menos me ha convencido ya que todo es muy precipitado y yo soy de las que prefieren las cosas a fuego lento, aparte de que Abigail viene de un matrimonio donde su marido era bastante posesivo y la actitud de uno de sus pretendientes es bastante cavernícola en ocasiones, pero eso no quita que tenga un gran corazón y me gusta que fuera el elegido. En resumen, una historia entretenida con la que pasar un buen rato.

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