Nueve relatos narrados al principio desde una distancia temporal y geográfica, en la que seres ya adultos rememoran hechos ocurridos en la época de las colonias portuguesas, que funcionan en los relatos como heridas aún sin cerrar, y están protagonizados por niños y adolescentes que se sitúan frente a hechos cotidianos que esconden aspectos oscuros, tragedias y una violencia no siempre explícita. Son, en resumen, relatos sobre el fin de la inocencia en los que no hay idealización alguna. A partir del tercero en general, suceden en otro espacio y en otro tiempo, y el protagonismo de los mismos pasa a recaer sobre los mitos, los miedos, las supersticiones y las casualidades. Son relatos con una visión más adulta, en la que el lenguaje poético deja paso al humor y a la ironía. Aunque éste libro no haya sido un gran descubrimiento, Lídia Jorge sí que me ha parecido una autora muy interesante.
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