Vicky el vikingo

Pues me ha gustado. Sí, no recordaba a Vicky tan chulillo, lo recordaba listo, pero con ese toque de “que torpes sois” no. Eso sí moderado sin miramientos por su madre. Es una narración ágil y divertida, llena de las torpezas de los fanfarrones vikingos ( me gustan mucho los secundarios) resueltas por la cabeza de Vicky, que es muy listo pero a la vez muy miedoso. Es un libro sin moralejas ni moralinas, salvo quizá que no seas tan listo que te comportes como un memo . Que no esté destinada a moldear cerebros como muchos de los libros infantiles actuales es muy relajante y mentalmente estimulante. Un libro infantil que no me dice como ser feliz, como hacer feliz, como quererme, como querernos, como me miran , como te miro...pura aventura, donde los valores no se enumeran sino que se viven. Por lo que puedo recordar de mi época cuando Halvar gritaba eso de ¡Mujer! , me da que se ha suavizado lo ahora poco políticamente correcto, pero es una mera impresión. Es un libro muy recomendable. al que le pondrían debajo no sé qué del trabajo en equipo, el ocuparse de los demás, estimulará a tus hijos a desarrollar su inteligencia etc...yo diría que es un buen libro de aventuras donde los bocazas o se callan o los tiran al agua, a los hijos prepotentes se les da una colleja, y lo de asaltar por la brava las casas de los demás acaba siempre fatal, y de paso aprenden algo parecido a geografía e historia. Vamos, una gozada.

Vicky no es fuerte, feroz, valiente o vanidoso. Vicky no caza lobos, huye de ellos y se sube a los árboles. Vicky no es un vikingo al uso a pesar de ser el hijo del jefe. Tampoco quiere serlo.
Vicky prefiere evitar los conflictos y tira de astucia cuando no le queda más remedio que enfrentarse a ellos. Esto sucede normalmente a causa de la tozudez de los adultos y, en estos casos, solo sus brillantes ideas los sacarán de los problemas.
Este libro (imprescindible si has visto la serie... Y si no la has visto, también) nos regala muchas sonrisas y un protagonismo pacifista y generoso, muy impropio de la imagen que tenemos de "esos bárbaros viquingos".