El castillo en el aire

Es un libro que se puede leer de forma independiente a El Castillo Ambulante, pero tiene cierta relacion, ya que los protagonistas de ese libro ahora son meros personajes secundarios que hacen su aparición estelar a final de la novela.

Algo de lo más importante aquí es que el cambio cultural que se presenta en esta segunda entrega de la saga crea un choque muy radical al lector si no se encuentra preparado con antelación, ya que tiene que adecuarse a la nueva forma tan peculiar con la que hablan los personajes y entender que estamos muy lejos de Ingary es de vital importancia.

No está por demás decir que la autora vuelve a deleitarnos con sus descripciones tan artísticas y hermosas de los escenarios y las situaciones que incluso pueden llegar a considerarse poéticas.

Quitando todo esto; personalmente, hay momentos en el libro donde no ocurre absolutamente nada...volvemos a un desarrollo lento, simple e infantil que a mi como lector me saca de la novela. al menos, con respecto a la anterior entrega; aunque el final sigue siendo rápido, se entiende mil veces mejor.

Toda la magia, la aventura, el romance, la emoción, el misterio y la fantasía que encontramos en el primer libro reencarna aquí con un nuevo y único estilo pero conservando todo aquello por lo que vale la pena ser leído.