El castillo ambulante

Un libro catalogado como infantil o juvenil pero que gustará sin importar la edad del lector.

El castillo que crea la autora es increíble, con sus puertas que dan a lugares diferentes a tiempos diferentes e incluso a dimensiones diferentes. Así mismo, la maldición de Sophie es mucho más que una maldición. Es la forma que tiene la autora de mostrarnos cómo cambia la perspectiva de las cosas con la edad y cómo nos vamos volviendo más insensibles al qué dirán o a los juicios de las personas. Con cada año que cumplimos más nos resbalan comentarios sin sentido y más somos nosotros mismos.

La maldición le sirvió a Sophie como excusa para ser ella misma, para arriesgarse y aprender a vivir. Cuando vio drásticamente reducidos sus días fue cuando consiguió salir de su caparazón, cuando comenzó a vivir y a no dejar pasar los días. Siempre pensamos que tenemos mucho tiempo, que podremos hacer lo que verdaderamente nos gusta en algún momento en el futuro, dando por hecho que vamos a disponer de ese futuro cuando, lamentablemente, esto no siempre es así. Lo que podemos asegurar es que tenemos un presente y no vivirlo por vivir en el futuro hace que nunca vivamos realmente.

Ya en su momento me gustó mucho la película. de hecho, creo que es mi película de animación favorita. Y ese es exactamente el problema. ¡No sé si después de leer el libro me va a gustar igual! Siempre, o el 99% de las veces, el libro es mucho mejor que la película y en este caso es así. El libro tiene una profundidad que la película, que tiene que cuidar su extensión, no tiene.

Sabemos mucho más de la familia de Sophie y de Howl. En realidad, sabemos mucho más de todo y eso se nota. Además, el final del libro también me ha gustado más.

Me despido de Howl y su castillo, por ahora, porque es una lectura que sé que volveré a repetir en el futuro.