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La generación beat, esa generación que rompió con el conservadurismo estadounidense de los años 50. le plantó cara, supo cómo hacerlo y fue predecesora y base de muchos más movimientos libres como el hippie. Dentro de esta época transformadora estaba Hettie. Fue editora de la revista Yugen, poeta y artista de dicha generación. Podría decirse que la frase que mejor describe esta historia es esa que conocemos todas “no es oro todo lo que reluce” y es que Hettie narra luces y sombras. No es solo como se inició la era Beat sino como ella, mujer, judía, casada con un hombre negro, vivió todo aquello. Era la hora de que ella narrara todo lo que vivió. La historia siempre ha hablado de hombres dónde las mujeres quedaban en un segundo plano. Así que es importante que libros así tengan cada vez más relevancia. Aquí se habla de maternidad, cuidados, sacrificios, a la sombra de un hombre. Un hombre al que admira, que aportó mucho a la generación beat. Leroi Jones (Posteriormente Amiri Baraka). Pero debo sacar otra lectura: Hettie vivió en la sombra, con la llegada de la maternidad, todas las infidelidades (una de ellas con Diane di Prima) y el poco apoyo que recibía laboralmente de él. Se seguían produciendo los mismos roles patriarcales y machistas aunque estuviesen viviendo una época transformadora de apertura y libertad. Este libro también habla del racismo, del rechazo a las parejas interraciales, de como la familia de Hettie rechazó su relación con Leroi (sin embargo la familia de él fue cercana) y lo que supuso tener dos hijas afrodescendientes. La precariedad de los artistas, el jazz en Nueva York en los años 50 y como la generación Beat se iba fraguando y creciendo con su melodía como hilo musical. Destaco la generosidad que tenían los unos con los otros, sus casas abiertas para quién necesitase cobijo temporalmente. He descubierto que existe un libro que se llama “Love, H” (no encuentro su traducción) que recoge la correspondencia entre Hettie y su amiga Helene Dorn. Algunas de ellas aparecen aquí. En este libro Helene tiene mucha importancia para la escritora. Como apunte final: leyendo este libro me recordó mucho a Patt Smith y su “éramos unos niños”. Creo que guardan muchas semejanzas. |
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