La analfabeta que era un genio de los números

Es cierto que el estilo de escritura y humor seco y a veces sarcástico de Jonas Jonasson en general no es para todos, pero si es tu estilo, te dejará boquiabierto. He estado buscando una experiencia repetida desde mi primer encuentro con El abuelo que saltó por la ventana y se largó, y tenía esperanzas para La analfabeta que era un genio de los numeros. Intenté mantener mis expectativas bajas, pero al final no me convenció de todo. Comencemos con lo positivo. Me gusta su estilo de escritura y definitivamente hay algunos momentos divertidos allí. Me gusta cómo el autor incorporó muchos eventos históricos importantes política y socialmente en su libro como fondo para los personajes principales. La historia de Nombeko es fascinante y arroja luz sobre el complicado pasado de Sudáfrica, aunque no es el objetivo principal de la historia. La analfabeta que era un genio de los numeros tiene una estructura dual de POV, donde seguimos no solo a Nombeko en Sudáfrica, sino también al sueco Ingmar y más tarde a sus hijos Holger y Holger. Personalmente, no era fanática del POV sueco, especialmente en la primera mitad del libro, aunque sí me gustó Holger Two. Las cosas también mejoraron en la segunda mitad a medida que las diferentes historias se fusionaron y la historia comenzó a fluir mejor. Aún así, fue difícil conectarse con algunos de los personajes y la historia se arrastró considerablemente en algunos puntos. Fue agradable ver cómo todo encajaba y cuán pequeños eran sus mundos, aunque no creo que fuera exactamente creíble. No creo que la historia se haya dicho de esa manera la primera vez, pero tampoco era la historia divertida de risa a carcajadas que esperaba.