La verdad sobre el caso Harry Quebert

Una novela... maravillosamente maravillosa que no sé porqué no la he leído antes.

Empecé leyéndolo con algo de recelo y es que todos los libros a los que le dan mucho bombo y platillo me causan cierto temor ya que me dan la sensación de que todo se trata de puro marketing, pero con este libro, esta lectura... ¡nada más lejos de la realidad! Tanta parafernalia es bien merecida.

Es una lectura realmente adictiva, engancha desde el inicio y con sus constantes e inesperados giros, en la que nada es lo que parece, se hace imposible el dejar de leer. Dicker es realmente bueno escribiendo y componiendo giros argumentales que mantienen en vilo hasta la última línea.

A pesar de su extensión (casi 800 páginas) se lee con facilidad y con ganas.

Resulta una lectura fácil y rápida y aunque la historia gira entorno a tres épocas distintas todas ellas están unidas entre sí de manera que en ningún momento nos podamos sentir perdidos; los saltos temporales están muy bien estructurados y organizados.

Si bien no conocía al escritor Joël Dicker, a juzgar por lo que me ha ofrecido este libro, debo considerarlo un gran descubrimiento. Debo admitir que durante cuatro noches sus páginas me mantuvieron tan en vilo que no fui consciente de que me había alcanzado el amanecer persiguiendo los misterios del caso que describe. La inmersión que consiguen sus 31 capítulos (numerados del último al primero) es total y la ambientación y los giros que ellos contienen nos impelen a seguir la lectura de una forma casi compulsiva. Confieso que uno de mis mayores placeres en lo que a la novela negra se refiere, consiste en tratar de adivinar “quién es el asesino” desde los momentos más tempranos de la trama pero el autor consigue despistar y asombrar tantas veces que dejé la tarea y decidí disfrutar del relato sin presiones autoimpuestas.

Nos describe así Joël Dicker a un joven escritor de éxito (¿con el que tal vez se identifica?) que sufre la frustración de enfrentarse a la temida página en blanco con las presiones de un exigente editor que le persigue. Ante esta situación decide acudir a su maestro y profesor universitario, Harry Quebert, cuyos 31 consejos recibidos por el joven Marcus en retrospectiva constituyen el hilo conductor de cada capítulo. La trama se complica cuando Marcus acude a la residencia de su profesor y descubre que éste mantuvo una relación sentimental con una chica de 15 años desaparecida hace más de tres décadas en el momento en que éste contaba con 34. Días después del descubrimiento, el cuerpo de la chica aparece en el jardín de Quebert, quedando éste como principal sospechoso de su muerte.

De esta manera, el libro desarrollará la investigación paralela a la policial de su pupilo Marcus convencido de la inocencia del maestro que, además, decidirá plasmar en su nueva novela. La investigación, por lo tanto, nos llevará por una trama a tres niveles cronológicos: los sucesos de 1975, los de finales de la década de los 90 (momento en que se conocieron Harry y Marcus) y los actuales situados en 2008. La brillante sagacidad del protagonista conseguirá desgranar los rasgos de personalidad de los habitantes de la localidad de Aurora, lugar en que se produjo la desaparición de la joven, consiguiendo desentrañar secretos e incógnitas que llevaban más de 30 años ocultos. Descubriremos así cómo los encubrimientos innecesarios por sospechas infundadas, los egos exacerbados, orgullos heridos, etc. vinieron a lastrar una investigación durante tantos años. Y por supuesto, como trasfondo, tenemos una historia de amor prohibido que conseguirá en muchos casos dividir nuestro criterio sin saber si decantarnos hacia la simpatía o hacia el total rechazo. Es, de hecho, la misma dicotomía ante la que se halla nuestro protagonista en el momento de descubrir la antigua relación de su maestro hasta el punto de preguntarnos en muchos casos si realmente busca probar su inocencia en el asesinato de la joven o en el hecho de haberse involucrado sentimentalmente con ella para, de este modo, exculpar su amor y evidenciar la pureza del mismo.

En cualquier caso, y sin poder avanzar más detalles de su contenido, nos encontramos ante un relato envolvente cuyos carismáticos protagonistas nos dejan un poco huérfanos a la hora de despedirnos de ellos. Es igualmente una sensación apasionante el hecho de leer un libro acerca de la redacción de otro, hecho que reviste de veracidad al relato hasta el punto de hacernos olvidar en muchos puntos que se trata de una obra de ficción y no existe la investigación que nos está narrando Dicker y no Marcus. Esta asociación considero que es uno de los mayores atractivos del libro y, posiblemente, uno de los factores que más influye a la hora de engancharnos a su historia. Únicamente puedo concluir apuntando que mi primer acto tras pasar la última página de la Verdad sobre el caso Harry Quebert fue consultar el resto de bibliografía de Joël Dicker con la convicción, derivada en gran medida de la imagen de exigencia que desprenden las personalidades de los dos escritores que describe en su relato, de que no defraudarán el resto de sus obras literarias.

Llevaba años queriendo leer este libro y tenía unas expectativas altísimas con él y, la verdad, es que no me ha defraudado en absoluto. Es una novela policiaca bastante larga, pero, aún así, no se hace pesada en ningún momento, de hecho, cada nuevo capítulo es más interesante e intrigante que el anterior. Durante la lectura, en mi cabeza, se han ido creando mil hipótesis distintas, todas ellas erróneas, por supuesto, ya que el autor consigue engañarte constantemente con unos giros de tuerca increíbles, hasta dejarte boquiabierta con la resolución final del caso 😯.
Es cierto, que al principio la historia puede resultar algo liosa debido a la cantidad de personajes que aparecen en ella, pero, poco a poco, consigues hacerte con ellos y conocerlos

Una historia de amistad, amor y celos, pero no al más puro estilo romántico si no en el de envidias. Libro original con continuos saltos en el tiempo y que aunque peca por "repetir" escenas a lo largo del libro, es muy bueno. Curiosa la forma de enumerar los capítulos en forma descendente.
Comentar que lo he leído en inglés (traducción de Sam Taylor)
Enlace: https://www.youtube.com/watc..

La verdad sobre el caso Harry Quebert es un libro que me ha mantenido enganchada desde la primera página hasta la última. A pesar de la extensión que puede tener la historia no se hace pesada ni repetitiva.
Los personajes están bien perfilados y los giros que tiene la trama muy bien desarrollados. Aunque sospeché de dos personas y una de ellas la acerté, el contexto en el que lo hice no tenía nada que ver con lo que de verdad le ocurrió a Nola.
Harry Quebert ha sido un personaje que me ha gustado mucho, aunque el giro que toma al final del libro no lo vi venir y me ha sorprendido muchísimo, porque no me lo esperaba para nada.
En cuanto a Nola y todo lo que sucede a su alrededor es mucho más escabroso de lo que se puede percibir al comenzar la historia y también me dejó con la boca abierta.
Y Marcus me ha gustado mucho cómo personaje también, sobre todo por la amistad que le profesa a Harry y todo lo que hace para ayudar a su mentor y amigo.

En el pequeño e idílico pueblo de Aurora aparece el cadáver de una niña de quince años desaparecida treinta tres años antes. El cuerpo aparece enterrado en el jardín de la casa de un famoso escritor, y junto a él se desenterrarán multitud de secretos que llevan mucho tiempo ocultos.

La verdad sobre el caso Harry Quebert es un libro muy grueso pero al que no le sobra ninguna página. La narración va dando multitud de giros, nos presenta multitud de hechos que pueden ser importantes o no, y va cambiando de época constantemente. Eso en cualquier otro libro podría llegar a ser desesperante, pero en este no lo es. En un capítulo estás en 2008 y en el siguiente apareces en 1975 o en los años de universidad de Marcus, e incluso en ocasiones el viaje se realiza en el mismo capítulo. Pero en mi opinión esa es una de las cosas que convierte a la novela es un texto sumamente adictivo. Te mareas, haces conjeturas, te equivocas, no sabes que pensar de los personajes, cambias de idea sobre los hechos, pero en ese fascinante viaje sigues enganchado y no sientes deseos de abandonar la lectura.

Los personajes me han encantado, tanto principales como secundarios, y casi todos tienen su importancia en la trama. Algunos son muy divertidos y de otros he tenido opiniones diversas y cambiantes a lo largo de la lectura.

La verdad sobre el caso Harry Quebert trata sobre una historia de amor prohibida entre una adolescente de 15 años y un hombre de 34 y como el día en que deciden huir juntos para vivir su amor lejos del "que dirán" ella desaparece y asesinan a la mujer que poco antes la había visto huir, ensangrentada por el bosque perseguida por un misterioso hombre.

También trata en como 33 años más tarde ese hombre enamorado, Harry
Quebert, autor de uno de los libros más afamados de la literatura norteamericana, se ve envuelto como presunto autor del asesinato de esa joven de 15 años, Nola Kellergan, ya que encuentran sus restos en el jardín de la casa del escritor. Su antiguo alumno y escritor de moda Marcus
Goldman, totalmente fiel a su mentor, intentará, indagando en la vida del escritor en el verano 1975 cuando conoció a Nola y desapareció, demostrar su inocencia descubriendo al culpable.

El libro me ha gustado bastante, tiene un buen ritmo de lectura, un lenguaje ameno y sin complicaciones. Los tiempos quizá llegan a liar un poco porque va alternando pasajes del pasado, con los del presente, saltando de Aurora, a Nueva York, hay veces que me he perdido un poco.

Los personajes es quizá lo que menos me ha gustado del libro. Los personajes femeninos me han parecido todos tan idiotas, tan sin neuronas, tan superficiales y antiguas, especialmente las madres tanto de la camarera como del escritor que tenían un discurso machista, homófobo, racista que era un poco escandaloso. Pero es que los personajes masculinos me han parecido todos bastante pánfilos, al final te da la sensación de que son todos idiotas, se salva el poli que acompaña a Marcus en la investigación, que parece el más normal.

A pesar de eso como digo el libro no está mal, la historia ha conseguido superar a los personajes y a pesar de no gustarme ha conseguido que me mantenga pegada a ella, además los giros argumentales finales a mí me han gustado mucho, no me esperada para nada el final.

Este libro me atrapó desde la primera página, pero según avanzaba la historia me ha ido atrapando más y más.
Es una mezcla entre thriller y novela de misterio, donde hay una historia de amor y una amistad muy profunda.
La acción se desarrolla en dos tiempos, presente y pasado, aunque no están estrictamente delimitados. La parte del presente está narrada por Marcus y la parte del pasado por un narrador omnisciente.
Son muy importantes los personajes a los que vamos conociendo a lo largo de la novela y que están bien definidos.
El estilo de la novela es el típico del thriller, ritmo, sorpresas y giros argumentales. Tiene un buen final, de vértigo. Es una novela que me ha mantenido en vilo de principio a fin.

Creo que no tengo malas palabras para este libro. Me daba un poco de miedo decepcionarme ya que tenía puestas expectativas muy altas según lo que había oído, pero fue un acierto total.

La construcción de los personajes, su mundo, la expresión de sus sentimientos y pensamientos, la conexión que hay entre los diferentes personajes y los acontecimientos que se van desarrollando a lo largo de la historia...

Y si a esto le sumas el mérito de conseguir mantener la tensión durante toda la historia y la buena redacción del escritor, lo cual facilita mucho la lectura haciéndola muy amena... este libro se tiene que convertir en uno de tus indispensables🤗.

Marcus Goldman, un joven escritor cuya primera novela ha causado furor, se ve sumido en una "crisis de página en blanco" y pide ayuda a su mentor, Harry Quebert. Pero sucede algo que lo trastoca todo: aparece en el jardín de Harry el cadáver de Nola Kellergan, una joven de 15 años desaparecida hacía 33 años.

Es entonces cuando Marcus se ve obligado a investigar sobre qué ocurrió en aquel entonces, con la idea de limpiar el nombre y la imagen de su amigo y mentor.

La novela está narrada principalmente por Marcus en primera persona, pero también aparece un narrador omnisciente en los momentos en que se traslada al pasado para conocer la versión de los hechos de alguno de los vecinos de Aurora (pueblo donde se desarrolla la historia).

Precisamente son las entrevistas con todos los posibles testigos (o sospechosos) las que le dan emoción a la novela: con cada versión de la historia, la trama va dando giros de 180º y, con ellos, van surgiendo miles de teorías en la mente del lector. Y es esto lo que más te mantiene atrapado a la historia.

A mí me ha enganchado prácticamente de principio a fin. Aunque hay dos narradores y saltos en el tiempo, está todo perfectamente estructurado y no te desorientas en ningún momento. Es un libro muy completo: la trama te mantiene atrapado y el desenlace, aunque algo predecible en cuanto a quién es el asesino, está magníficamente hilado.

Tiene muchísimas descripciones de la vida de los personajes que en ocasiones pueden parecer banales, pero NADA se puede pasar por alto en esta historia y NADIE deja de ser sospechoso en ningún momento.

Personalmente, no lo describiría como un thriller, porque aunque se centre en un asesinato y en descubrir al autor del crimen, no tiene momentos de tensión destacables.
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