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“Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar.” Esta frase describe precisamente como me siento ahora mismo. No podéis imaginar la gran cantidad de emociones que siento ahora mismo tras haber terminado esta novela. Es un libro que me ha hecho sentir TANTAS cosas, ha revivido mi pasión por la lectura de una forma que hacía tiempo que no sentía. Ha hecho que justo después de terminarlo me ponga a escribir mi opinión sobre él porque necesito compartirla, y eso es un gran mérito dado lo desaparecida que estoy por estos lares. Este libro lleva pendiente en mi estantería más de dos años, aunque me lo habían recomendado mil veces, me daba algo de pereza empezarlo porque esperaba que fuera la típica lectura recomendada que te acaba decepcionando. ¡Qué equivocada estaba! Pero en parte agradezco haber esperado este tiempo y haber decidido leerlo justo en este momento, en el momento que estoy algo más desactivada para leer, que pienso que los libros ya no me llenan como antes y que creo que es muy difícil que algo vuelva a sorprenderme. Pues esta joya ha sido la que me ha vuelto a despertar. Como podéis leer en la sinopsis, el libro trata sobre el asesinato de una adolescente hace más de 30 años, pero no e me he reído a carcajadas con algunos diálogos, hay escenas que me han estrujado el corazón hasta dejarlo sin latido, he estado a punto de echarme a llorar varias veces leyendo algunos pasa que un libro catalogado como thriller te haga sentir tal variedad de emociones. El libro está narrado a tres tiempos. Por un lado, en 2008 conocemos a Marcus Goldman, un escritor que debe escribir una novela y le falta inspiración, por lo que decide reencontrarse con Harry Quebert, el que fue su guía y mentor. Es entonces cuando empiezan a aparecer pistas sobre el asesinato de Nola y Marcus se centra en investigar lo que pasó para demostrar la inocencia de Harry. Por otro lado, en 1998 vemos la historia de como se conocieron Harry y Marcus, como fue su curiosa relación y la gran cantidad de lecciones que Harry le enseñó al joven escritor. Por último, y la que es mi parte favorita, vemos lo que sucedió en 1975, conocemos la preciosa historia entre Nola y Harry, además de muchísimos personajes secundarios que acaban en nuestra lista de sospechosos y que tienen tramas secundarias más que interesantes. Es uno de esos libros que van ganando ritmo a medida que avanzas las páginas. Para que os hagáis una idea, me leí las últimas 300 páginas del tirón, algo poco habitual en mí que leo a paso de tortuga. Pero es que para mí, lo mejor de este libro ha sido que no sabes quién es el asesino hasta el final, y durante la última parte tienes una eterna lista de personajes que son sospechosos y que parecen tener motivos para haber cometido el crimen. Cuando parece que ya tenemos al culpable aparecen pistas o algún dato que nos hace apuntar las flechas en otra dirección y cuando pensamos que el caso ya está resuelto nos vuelve a sorprender. Desde luego, esas últimas páginas tienen muchísima tensión y el autor consigue marearnos de lo lindo, aunque debo decir que nada me pareció cogido con pinzas y que el hecho de que todas las piezas encajes de una forma tan perfecta me pareció absolutamente BRI-LLAN-TE. Por último, he de decir que me ha encantado la forma de escribir del autor. Además de conseguir hacerte entrar de lleno en la autora, conseguir que conozcas a los personajes como si fueran reales y crear atmósferas que te hacen sentir mil emociones distintas, el autor escribe fragmentos y frases de esas que te llenan el alma. En resumen, recomendadísima lectura. Es la primera novela que se ha llevado las 5 estrellas este año. Me ha enamorado completamente y, desde luego, Joël Dicker se ha ido a la lista de autores de cabecera. Enlace: http://coposdepapel.blogspot.. |
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