Gotita

Gotita es una preciosidad de libro, dice aquí una mujer adulta con predilección por los libros ilustrados que piensa que sí, que será un libro infantil, pero que una vez que le ha echado el ojo ya no va a a haber niño que se lo quite de las manos.

Gotita cuenta el viaje de una gota de lluvia desde que cae del cielo hasta que vuelve a subir de nuevo a la nube. Es básicamente contar el ciclo del agua, pero aunque pensé que iba a ser mucho más científico y expositivo, el texto es en realidad muy poético. Es una historia con contenido didáctico oculto, se podría decir. Creo de todas formas que algunas palabras usadas son un poco inusuales para el vocabulario de los niños/as de edades a los que va dirigidos, pero supongo que la persona que lea con el niño/a puede aprovechar para explicar esos términos.

A nivel de ilustración, es lo que más me llamó la atención desde el primer momento. Es uno de esos libros que tiene su propio estilo: elegante, con una técnica consistente y bonita y una paleta de colores que personamente me encanta, muy otoñal. El estilo de Laura Fanelli para este libro es muy acertado. Hay libros infantiles con un dibujo claramente y marcadamente infantil, pero este no es el caso. Simplemente por las ilustraciones ya vale la pena tenerlo y admirarlo, seas niño o no. En cuanto a lo que la ilustración aporta a la historia, creo que es adecuado pero me hubiera gustado un poco más de contenido que naciera desde el dibujo. Creo que se limita a ilustrar exactamente lo que dice el texto, añadiendo poco de su parte. Es un libro para niños bastante jóvenes, por lo que no es un fallo realmente, pero siempre se agradece que la ayuda visual cuente más cosas aún.

Con respecto al formato, es más grande de lo que pensé, me esperaba un libro pequeñito pero no, tiene un tamaño donde lucen bien las ilustraciones. Tanto la textura de la portada como la de las páginas interiores es muy agradable, algo que valoro mucho en cualquier edición.

Al principio tenía mis dudas sobre el estilo acordeón. He visto otros libros de ese tipo que son muy engorrosos, se doblan fácilmente y el niño o niña no los maneja bien. En este caso, está muy bien pensado: el acordeón va adosado a una tapa dura tradicional, por lo que es fácil de guardar, de evitar que se rompa o arrugue y conserva el formato libro. Además, uno de los puntos que más me han gustado es que el acordeón desplegado muestra una sola ilustración horizontal. La ilustradora ha creado una inteligente ilustración gigante que se puede ver por partes, página a página, o bien desplegada como una sola. Se podría usar incluso de póster en la habitación del niño o niña. Un acierto y una monada.