El café de los corazones solitarios

¿Qué vamos a encontrar en esta novela? La sinopsis ya nos va dejando bastante claro lo que podemos encontrar en la novela, pero me gustaría analizarlo con un poco más de profundidad.

Lo que esta novela nos ofrece son las vidas rotas de varios personajes, unidos por su amor a la literatura y el maravilloso local El Café de la Esquina, una librería café regentada por Leni, una risueña mujer que hace la vida más fácil a todos sus clientes.

Nos hallamos ante una novela de superación, de crecimiento y de encontrarse a uno mismo.

Al principio, cuesta un poco sentirse atraído por el magnetismo de sus protagonistas femeninas (a excepción de Leni), pues parecen bastante bobas e inmaduras (teniendo en cuenta que Molly tiene 68 años, resulta preocupante). Sin embargo, al darle una oportunidad a la historia, descubrimos el mundo interior de cada personaje y vemos más allá de las apariencias.

Una historia fresca, amena y divertida, que mezcla momentos de profundidad con otros más ligeros, haciendo al lector experimentar gran variedad de sentimientos, y haciéndole meditar.

Es una de esas novelas que al final dejan huella y encandilan al lector.


Mensaje de la novela: Esta historia está en contra de los prejuicios, jugando con las actitudes de los personajes.

Tal y como Milly Johnson va entretejiendo la historia, el lector cae en los juicios de valor, para acabar cambiando de opinión al darse cuenta de que cada personaje, igual que sucede en la vida real, es más complicado y complejo de lo que parece a simple vista.

Pero esta obra también nos muestra la cara más oscura de las personas y critica a aquellos que prefieren las apariencias y el lujo al calor humano que proporcionan los amigos de verdad, amar sin miedo o una familia que de verdad se apoya y no solo les une la sangre, sino los actos.


Personajes: Como ya he mencionado con anterioridad, esta novela tiene varios personajes principales, que se van turnando en importancia a lo largo de la novela, si bien la que aparece más veces es Carla, con quien además comenzamos la novela.

Cada protagonista empieza individualmente, para acabar uniendo su historia con el resto y formar un variopinto grupo de personas que, en condiciones normales, habría sido imposible que coincidieran.

Para mí, El Café de la Esquina es casi como un personaje más. Ese local, gracias a Leni, logra ser un bálsamo para Carla y Molly, junto con Pavitar y Harvey. Incluso la propia Leni encuentra en su establecimiento la estabilidad que tanta falta nos hace a todos.

Todos los personajes que aparecen en la novela sufren una evolución y un aprendizaje. No hay nada que la autora haya dejado al azar y, la frase que más podemos obviar, puede llegar a tener su significado en el futuro.

¿Profundizamos un poco más en los personajes principales?

Carla es una mujer en la treintena que acaba de perder a su marido. En el funeral, la vida tal y como la conocía se desmorona al descubrir las mentiras del difunto.
Aunque al principio Carla resulta insulsa, inmadura y con poca sangre en las venas, no hay que esperar mucho a que empiece a ver la luz. Sobre todo cuando aparece su amiga Theresa, dispuesta a espabilarla con un golpe de realidad.

Molly es una mujer de casi setenta años, obsesionada con obtener el amor de su único hijo y con el corazón roto tras el abandono de su segundo marido, Harvey Hoyland.
Molly está tan apagada y tan ciega, que no ve lo que su hijo y nuera pretenden hacerle para aprovecharse de ella. Pero el regreso de Harvey la hará espabilar y tener que hacer frente a una verdad que llevaba demasiado tiempo ocultando.

Por su parte, Will Linton lo ha perdido todo. Su empresa ha quebrado, llevándose por delante a su matrimonio por interés (por parte de ella).
Aunque Will tiene claro desde el principio que como el ave Fénix va a renacer de sus cenizas, no resulta menos interesante descubrir cómo es capaz de llevarlo a cabo, sabiendo que lo de ser rico de nuevo va a ser del todo imposible en un futuro inmediato. Pero, ¿acaso lo necesita? ¿O hay cosas más importantes?

Shaun y Leni, relacionados desde el principio (Shaun es el dueño del local que Leni ha alquilado para regentar El Café de la Esquina) van a suponer ese toque de diversión y frescura con unos carácteres que chocan por ser tan diferentes, pero que ocultan algo detrás.
¿Será Leni capaz de ablandar el duro corazón de Shaun y ganarse su cariño además de su confianza?

En cuanto a los personajes secundarios, necesito destacar a Theresa, la mejor amiga de Carla, y a Margaret, hermana gemela de Molly. Sin ellas, las protagonistas habrían acabado más perdidas que un pingüino en el desierto, sin encontrar su camino.


Lo que más me ha gustado: Principalmente, la evolución de los personajes y la narración de la novela.

Sin ser una historia de misterio, sí me sentía cautivada por lo que cada personaje podía ofrecer y la historia que había detrás de cada uno y se nos iba desvelando poco a poco.

Me ha gustado que sea una historia que me ha cautivado y hecho sentir y pensar. Una historia que me mostraba mucho más entre líneas de lo que había esperado.

Me ha gustado la forma en que me ha ido sorprendiendo y los giros que se iban dando, manteniendo el interés.

Y, sobre todo, me ha gustado la sensación final que me ha dejado al cerrar el libro, meditando y despidiendo a unos personajes cuya historia resultaba entretenida y en ningún punto aburrida.


Lo que menos me ha gustado: Debo confesar que al principio estaba muy enfadada con las actitudes de Carla y Molly. ¿Cómo podían resultar tan simples al principio? No veían lo que tenían delante. Pero me mosqueaba aún más que los hombres fueran resueltos e inteligentes desde el principio. ¿Por qué ellos se crecían ante la adversidad y todo lo podían, mientras que ellas parecían incapaces de comportarse como adultas razonables?

Afortunadamente, la historia mejora y se comprende el por qué cada personaje reacciona del modo en que lo hace, aunque requiere tiempo.


Conclusión: Esta novela es una de las que, si se le da la oportunidad, dejan cierta huella y dan qué pensar.

Es una historia que "deja el corazón calentito" y aporta paz y entretenimiento.

Sin duda, merece la pena darle una oportunidad.

Aquí viene una opinión impopular, lo sé.
Os cuento. Decidí leer este libro porque vi una cita en internet que me pareció preciosa. El problema es que, al terminar el libro, me di cuenta de que esa cita no aparecía, cosa que me extrañó. al final descubrí que me había equivocado de título, la cita en cuestión era de El café de los corazones rotos, no de El café de los corazones solitarios. Triste historia la mía, he añadido el libro a mi lista de deseos de Goodreads, para leerlo algún día. Estas cosas solo me pasan a mí... En fin, momento anécdota finalizado.
El café de los corazones solitarios es un libro que no está mal, pero a mí no me ha convencido del todo. El principal motivo es que me ha aburrido, se me ha hecho cuesta arriba, demasiado lento y la historia no me atrapaba. No sé, como que en ningún momento terminó de arrancar, y quizás eso se deba también a que las historias que contaba eran bastante predecibles. Sinceramente, nada me sorprendió, y cuando digo nada, es nada. Se nota que la autora quiso mantener intriga sobre algunas cosas, en especial sobre las pérdidas de memoria de Molly o sobre la hija viajera de Leni, pero es que desde que vivimos algunas escenas, ya se sabe por dónde van los tiros. Y eso junto con una narración bastante pausada, que no hizo que saltara la chispa, pues me ha dejado un poco fría. Creo que no tiene que ver con que la historia se base en las vidas cotidianas de un grupo de personas, porque por ejemplo, muchos libros de Alice Kellen son así y los adoro, porque me remueven muchos sentimientos, así que para mí el principal problema ha sido la forma de contar la historia, y también la falta de chicha de la misma. Sé que la mayoría de personas que han leído este libro lo han amado con todo su ser, pero es que a mí me ha dejado bastante igual.
Os voy a hablar un poco sobre los personajes. Primero conocemos a Carla, una joven que acaba de perder a su marido y no ve la luz al final de todo el dolor, especialmente cuando, en su funeral, se entera de que su marido la engañaba con otra. Su historia es cómica a la par de dolorosa, y es que lo que hizo Martin no tiene nombre, aparte de que a ella la dejó con la autoestima por los suelos. Por otra parte, tenemos a Molly, una anciana cuyo hijo es el mal de todos los males, pero tiene una hermana a la que quiere con toda su alma y también tiene un buen marido de segundo exmarido, a pesar de lo que sufrió con su marcha. Molly me ha parecido una persona muy tierna, y la pobre ha sufrido mucho, no se merece para nada lo que vamos descubriendo a lo largo de las páginas de la novela. También contamos con Will, un joven que ha de empezar de cero tras la quiebra de su negocio y el abandono de su mujer. Will es un chico lleno de vida que nos regala la visión del mundo con optimismo, aunque me parece que la autora ha exagerado con la personalidad que le ha pintado a su mujer. La hace demasiado frívola, superficial y mala, vamos, un bicho, y él parece haberse dado cuenta ahora. No sé, él decidió casarse con ella y él mismo reconoce que ella siempre fue así. Asimismo, tenemos a Shaun, el hombre que se dedica a alquilar locales y a hacer reformas, que es un tanto brusco, pero siempre esta cuidando de los que le importan. Por último, pero no menos importante, está Leni, la dueña de El Café de la Esquina, el cual ha abierto sus puertas hace poco y será donde se reunirán todo este grupo de personas, siendo un lugar de refugio para ellos, donde podrán ponerse al día de sus vidas, darse consejos, y mantener debates literarios. Esto me ha encantado, que todos hayan encontrado en esta cafetería un hogar, y también que Leni dedique cada martes a autores clásicos, como las Brönte o Bram Stocker, y los asistentes debatan sobre sus libros, mientras devoran un rico pastel con nombre de la temática. Disfruté mucho de esos momentos, era como asistir a reuniones familiares y solo de pensar en la comida, se me hacía la boca agua. Leni es una persona que es todo sonrisas, confianza y buenas palabras, un encanto de mujer, y su rinconcito es muy especial.
La verdad es que la historia prometía, y no niego que tenga sus partes buenas, sobre todo lo relativo al café, pero me ha faltado emoción, más sentimiento y empatizar más con los personajes. Es cierto que la autora nos cuenta todo sobre ellos para entender sus personalidad y también sus comportamientos, pero aunque los entendiera, no llegué a tomarles un cariño especial. Si acaso la que más me caló fue Molly, el resto un poco meh, estaba bien ir leyendo lo que les ocurrió y su evolución, pero tampoco para tirar cohetes. Es verdad que algunas reflexiones me gustaron, sobre todo me hicieron pensar en que, cuando esperamos unas señales y queremos creer en ellas, estas aparecen, y también en que la vida nos concede lo que deseamos de maneras inimaginables, jugando con nosotros. No obstante, es una lectura que me ha dejado bastante indiferente y que probablemente olvidaré en poco tiempo.
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El café de los corazones solitarios es de esos libros cuya trama enamora por su sencillez, por la manera en la que te envuelve y te hace sentir bien, por lo fácil de leer que es, porque cuando lo lees se te dibuja una sonrisa en la cara y porque entretiene y engancha mucho.

Es una historia coral, en la que conocemos a varios personajes y vemos lo que les va pasando. En general, son personajes a los que la vida no ha tratado bien o a los que les ha ocurrido algo que les ha cambiado la vida. El hecho de que haya varios personajes y cada capítulo trate sobre uno (o a veces varios) diferente aporta dinamismo, interés y agilidad la trama, haciendo que sea más fácil de leer y tengas curiosidad por saber cómo seguirán las diferentes historias.

Puede que no sea un libro sorprendente y muchas de las cosas que pasan sean fáciles de adivinar, pero es algo que no molesta pues simplemente vas avanzando y aunque sepas que pasara, eso no quita ni interés ni encanto a la trama, pues es una historia que tampoco necesita grandes y sorprendentes giros. Además, tiene sus puntos sorprendentes, que aunque al comienzo son más bien escasos, conforme avanzas en la trama se van volviendo más abundantes y casi todo te acaba sorprendiendo.

A pesar de que los personajes no están en su mejor momento, no se desaniman y siguen adelante y eso me ha gustado pues la trama nos deja un mensaje optimista y vemos que trata de la superación, de las segundas oportunidades, de la amistad, del ayudarse unos a otros...y estos son mensajes muy positivos y que está muy bien que sean tratados pues merece la pena transmitirlos.

La historia es de esas que con solo leerla ya te anima el día. Es abrir el libro y que una sonrisa aflore en los labios pues la trama te envuelve y es tan acogedora que acabas sintiéndote como en casa, como un personaje más. Además, te hace sentir muchas cosas. Te remueve por dentro, te toca el corazón, a veces te lo rompe y otras veces te lo reconstruye, te llega al alma, hace que te replantes algunas cosas y que veas que por muy hundido que estés, siempre hay un rayo de esperanza y hace que te rías y llores a partes iguales. Y esto es algo que pocos libros logran, el hacerte sentir tantas cosas.

El amor es algo que está bastante presente pero que a la vez es secundario. Hay varias historias de amor y todas me han gustado mucho. Cada una es única y todas están bien tratadas, son creíbles, tiernas y bonitas y en ningún momento sobran.

El final me ha gustado mucho. Es el esperado y el más adecuado, el broche perfecto a la trama. Reconozco que me habría gustado saber más cosas de cómo les va a los personajes, pero todo queda cerrado y acabas el libro con una sonrisa en la boca y alguna lagrima en los ojos.

Los personajes me han encantado. Los principales están bien desarrollados, pero reconozco que a los secundarios les falta profundidad, aunque no es algo que moleste. Es imposible no encariñarse con los protagonistas ya que todos, cada uno a su manera, son entrañables, además de muy realistas, cercanos y creíbles y acaban siendo como parte de tu familia, sufres con ellos, te alegras con ellos...te involucras mucho en sus vidas y acabas con ganas de saber más y más de ellos y con la certeza de que se han ganado un trozo de tu corazón para siempre.

Las cosas siempre van mejor. al fin y al cabo, cuando tocas fondo, no puedes ir a ninguna parte, salvo hacia arriba.

El café de los corazones solitarios es aquel lugar que todos querríamos tener cerca, un lugar donde uno se siente reconfortado y querido.

La editorial Umbriel nos presenta a sus personajes: Carla Pride que acaba de quedarse viuda, pero lo peor de todo ha sido descubrir que su marido, Martin, no era el hombre que ella creía. Tras enterarse de su engaño, tendrá que enfrentarse a las consecuencias y continuar su vida lo mejor que pueda.

Molly Jones bastante tiene con su hijo y con su nuera… Hasta que aparece su marido, tras años de abandono, dispuesto a corregir los errores del pasado, y a Will Linton que está arruinado. El banco no quiere renovarle el préstamo que mantiene su empresa a flote… Y cuando creía que ya nada podía irle peor, su mujer lo abandona…

El café de la esquina, regentado por la encantadora Leni Merryman, se convierte en un lugar de peregrinaje para sus protagonistas, donde comparten confidencias, decepciones e ilusiones… ¿Pero podrán encontrar la seguridad que necesitan? Y mientras Leni les ayuda a reparar sus corazones solitarios, ¿podrán devolverle el favor cuando ella más lo necesite?

Con una portada en verde con contrastes rosa descubrimos a Milly Johnson, una autora que escribe sobre el amor, la vida, las amistades y poco de la magia que a veces surge de la vida real.

Está novela es el claro ejemplo de un nuevo género que está en auge el feelgood, una novela que no pretende dar lecciones de vida pero si acompañar a sus lectores a través de las vidas de sus personajes para descubrir el valor del perdón, de las segundas oportunidades, de tomar decisiones que los lleven a cumplir sus sueños y deseos, y en definitiva a reinventarse como personas.

Narrada en tercera persona y con unos capítulos cortos está novela pasa suave como una buena taza de café dulce y humeante. Es ese momento que queda absorbido entre sus páginas y donde el mundo parece desaparecer.

Con una línea temporal ordenada, paso a paso, la autora nos muestra el esfuerzo que cada personaje realiza para dejar el pasado en el pasado, que esté deje de ser un lastre, aprender a vivir el presente y llenar de sueños el futuro.

Una novela escrita con el corazón y que llega directa al corazón del lector, llena de empatía y vida, es de aquellas novelas que tienes que compartir, sé que no os he contado mucho, pero creo que todos deberíais visitar el café de la esquina y descubrir sus secretos, y por qué no, reflexionar sobre vosotros mismos y descubrir realmente que queréis y como lo podréis conseguir.


“Nunca es demasiado tarde para protagonizar un final feliz” – Harvey Hoyland
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El libro nos habla de diferentes historias que se entrelazan gracias a un lugar muy especial llamado “El Café de la Esquina”, dentro de la historia tenemos distintos personajes que de alguna u otra manera han sufrido un golpe de la vida, tenemos a Carla una mujer que acaba de quedar viuda y en pleno funeral de su esposo se entera que él estaba casado con otra, abriendo los ojos a la cruda realidad de que el hombre con el que compartió 10 años de su vida no era el que ella creía conocer; por otro lado tenemos a Molly, una mujer mayor, sensible, romántica y con un gran dolor en su corazón tras haber sido abandonada por su marido (quien además era el amor de su vida) pero un día, y para su gran sorpresa, ese hombre del pasado vuelve a su puerta para enfrentarla a un montón de emociones que ella ya creía muertas; también tenemos a Will un hombre de negocios, que ha caído de la cima de la cúspide social, confundido, derrotado y vulnerable es abandonado por su esposa Nicole y tendrá que recurrir a todo el valor que tenga para no darse por vencido. Todos los personajes tienen en común una herida en sus corazones y un pasado que los atormenta pero cuando se reúnan gracias a “El Café de la Esquina” van a aprender que la vida siempre da segundas oportunidades y que está en cada uno decidir si las toman o no.

No sé qué palabras utilizar para convencerlos a todos de que lean este libro, es una verdadera maravilla que me ha dejado con una sonrisa tonta en la cara, tiene mucho que un libro no me emocionaba de esta manera, me he reído, me indigne, me enoje, lloré, suspire, sentí nuditos en la garganta, una montaña rusa de emociones que hicieron de este libro una lectura absolutamente perfecta; no sé si es la prosa de la autora que logra retratar escenas de la vida cotidiana y que logra realmente transportar al lector a la cafetería, quizás también tenga que ver la excelente ambientación del libro, la magia que desprende “El Café de la Esquina” o los personajes tan reales que se enfrentan a problemas tan reales y de tan la vida diaria que simplemente uno no puede dejar de identificarse con ellos.

A pesar de la cantidad de personajes que se manejan la historia no se hace pesada ni difícil de seguir, cada personaje tiene sus “momentos” y cada historia te hace sumergirte más y más en la trama al punto que no puedes dejar de leer pues quieres saber que va a pasar, en mi opinión la narrativa de la autora es de aplaudirse pues logra que un libro medianamente grueso se vaya como agua y consigue utilizar diferentes personajes con diferentes perspectivas de una forma magistral.

En Resumen “El Café de los Corazones Solitarios” es una preciosa historia ambientada en una cafetería que todo buen amante de los libros quisiera visitar, un libro lleno de mensajes conmovedores y situaciones cotidianas que nos enseñan que la vida siempre tiene segundas oportunidades, aun para los corazones más lastimados, siempre hay esperanza y siempre habrá una forma de seguir adelante para todos aquellos que sean lo suficientemente fuertes para intentarlo; no puedo decir más que tienen que leer este libro, es una lectura de vida imperdible.


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