El café de los corazones solitarios

Y entonces, mientras sonreía a la mujer más encantadora del mundo, las palabras que una vez le había dirigido la hermana Rosa María acudieron a su mente con suma claridad como si la tuviera al lado. "Nunca somos tan vulnerables como cuando confiamos en el otro, pero si no confiamos jamás encontramos el amor. Abre el corazón, Shaun. Y da"