InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Carampangue


Carampangue
26 September 2019

La conjura de los necios es considerada por la crítica una novela brillante. Y con justa razón: es una historia hilarante, por lo ridícula (la historia y los personajes), que nos obliga a reír a carcajadas, planteada con inteligencia y mordacidad, y con la suficiente ternura como para que podamos entender a sus disparatados actores.


Sin embargo, no es una novela para todos los estómagos. Para leerla, hay que estar dispuesto a aceptar el humor absurdo, y no enojarse por los personajes desagradables. Hay que ir al libro con la mente abierta: si esperamos que la novela nos permita identificarnos con el protagonista y desear que al final conquiste a la chica, estamos perdidos. O si deseamos que se ajuste a nuestros ideales, a nuestro concepto de justicia y a lo que creemos que está bien y mal en el mundo. A Kennedy Toole le importa un pepino tu opinión, de todos modos.


La conjura de los necios es la historia de Ignatius Reilly, uno de los personajes más estrambóticos de la literatura: un tipo alto y gordísimo, que siempre viste con tela gruesa y gorra de cazador por motivos geométricos y teológicos, que en sus alrededor de 30 años nunca ha trabajado y considera una ofensa que se le ofrezca ganarse la vida, que vive con su madre, a la que plantea todo tipo de exigencias absurdas, porque él está escribiendo en cuadernos su ideario político, que consiste en volver a los ideales y prácticas de la Edad Media, ideas que él considera geniales.


Este personaje, atrabiliario, altanero -Ignatius está convencido de su superioridad sobre el resto de la humanidad, y trata a todos con el desprecio que siente le corresponde- y completamente inútil se verá obligado a trabajar. Y aquí sus desventuras se vuelven aún peores, al llegar a una empresa en la que los empleados son tan extraños como él mismo, incluída una secretaria que debió jubilar hace veinte años, pero no la dejan porque la esposa del dueño cree que eso lo disfruta (la pobre anciana solo quiere descansar).


Ignatius aquí se meterá en un montón de problemas, pero muchas veces ni siquiera les capaz de verlos, perdido como está en su nube de ensueños intelectualoides: escribe sus andanzas como trabajador, y recibe correspondencia de una especie de novia que tuvo en la universidad, una chica progresista y con activismo político, que lo llevaba a charlas y mitines en los que Ignatius solo podía despreciar a las personas que estaban allí...


Ignatius vivirá una serie de desventuras, mientras iremos conociendo una galería de personajes secundarios sorprendentes, imposibles y descacharrantes, con los que el autor nos hablará de una ciudad enloquecida, pasando por un espejo torcido las miserias de su época. Los conflictos raciales, la persecución a los homosexuales o las relaciones entre las personas de mediana edad aparecerán aquí, tergiversadas y ridiculizadas. Ya les digo, a Kennedy Toole no le importa nuestra opinión.


Y, cuando ya Ignatius se ve acorralado, entre una madre que no sabe qué hacer con él, empleadores que lo detestan y una sociedad que lo desprecia, no podemos evitar sentir pena por él: Ignatius es desagradable, inútil y sus opiniones son políticamente inadecuadas, pero en realidad no es más que un bicho raro, que no encaja entre nosotros y nos provoca rechazo, ganas de sacarlo de nuestra vista, aunque en realidad no nos haya hecho nada excepto exasperarnos con su presencia
.


Una novela de disparates, absurda y ridícula, donde todo es juego, como en Rabelais o incluso en Cervantes, que también se divierte subvirtiendo la realidad para burlarse de ella. Un festival de idioteces, ensambladas con verdadero arte, con momentos hilarantes y momentos conmovedores. Y con una coherencia interna totalmente admirable.


Una obra para atesorarla como oro en polvo.
Comentar  Me gusta         112



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(11)ver más