El cliente

De los libros que he leído de Grisham es el que más me ha gustado. Es impactante y atrapa desde el principio. Solamente hace falta leer el primer capítulo para querer seguir derecho con lo demás y acabárselo el mismo día. Y lo que es mejor, también sentí que nunca quería terminarlo.

La historia, cómo la mayoría de narraciones del autor, se desenvuelve en forma rápida. Plantea el problema principal desde el comienzo, lo que implica la necesidad de seguir leyendo si parar. Presenta unos personajes con características muy marcadas y humanas.

La historia de Mark, el niño, produjo muchas sensaciones para mí. Por una parte, el cariño y la consideración, cuando le tocó hacer todo lo posible para que los riesgos en que podía inmiscuirse su familia fueran todos asumidos por él; cuando abrazaba a su ladre para darle calidez y expresarle que lo malo ya había pasado; y cuando se despide de su defensora al final.

También me produjo mucha tristeza cuando le tocó afrontar situaciones tan difíciles que, hasta un adulto, hubiese reculado; cuando se encontró a su hermano en estado de shock y no sabía la forma en la que lo podía ayudar; y cuando fue encerrado en el centro de detención, habiendo confiado en que eso nunca pasaría.

También, claro está, produjo alegria cuando supo que en la vida siempre se puede contar con alguien; cuando tuvo la oportunidad de comer sin restricciones; o cuando vislumbró que había una posibilidad de salir avante de su problema.

Se debe resaltar -igualmente- la forma en la cual fue concebido el personaje de Reggie, la abogada, toda vez que su carisma y la cercanía que produce para con el lector, hacen que sea de esos personajes que uno quisiera encontrarse en la vida real. Me pareció valioso que en esta ocasión el personaje escogido por el actor sea un abogado con unos valores tan marcados. Una persona que anteponía la necesidad de ayudar al prójimo ante sus intereses materiales.

A pesar de lo desacreditada que se encuentra la profesión de abogado (situación que Grisham ayuda a pronunciar con sus escritos), este libro muestra que, ante la regla general (lastimosamente) siempre se encuentran excepciones. Reggie, sin ser una caída del zarzo, porque demostró su gran habilidad como jurista, nunca dejó de actuar éticamente.

El libro es muy bueno. de lo más entretenido que me he encontrado.