El lenguaje oculto de las olas

El camino de la inocencia
Con dieciochos años y después de haber trabajado con su padre día tras día, Jack se queda solo en el mundo. Su sueño siempre ha sido salir del pueblo y gracias a su esfuerzo huye de esa soledad a Madrid para estudiar Derecho. Ya en la capital, Jack se labra una vida, mejor o peor, pero, al fin y al cabo, suya y de nadie más. Sin embargo, ojalá compartirla con alguien, nuestro es un romántico empedernido, y, además, ahí está Alberto, el amigo que le ha acompañado siempre, incluso antes de la muerte de su padre.
Y quizá no sea el camino incorrecto. Jack es un muchacho que, a lo largo de su vida, y aunque al principio de la novela no lo pueda parecer, ha tenido las cosas muy claras. Sus objetivos vitales siempre han estado definidos y pronto nos damos cuenta de que nuestro protagonista va a hacer todo lo posible por ellos. Pero, como todos en algún momento de nuestra vida, lo sentimental se disocia de nuestra cotidianeidad y Jack empieza a sufrir por amor: por no tenerlo, por no expresarlo, por no tenerlo claro, porque la otra persona no lo tenga claro, porque le llega sin avisar; porque cuando todo es perfecto, todo se viene abajo…
Uno de los puntos que sin duda quería destacar de la novela en cuanto a la trama es lo bien que se plantea el crecimiento sentimental del protagonista, ya que nos encontramos ante una novela de formación, del siglo XXI, pero una novela de formación (o de educación sentimental, si me apuráis). No solo se hace de manera interesante, sino con la delicadeza suficiente para que podamos entender lo que hay de común con lo que ya conocemos del mundo heterosexual, desgraciadamente predominante en nuestra literatura, más las dificultades añadidas que se encuentra una persona homosexual.
Por fortuna, nuestro protagonista no duda de su orientación sexual ni la oculta, más bien diríamos que la tiene normalizada. Pero, como todos os imaginaréis, el primer conflicto es la relación con otros hombres, ya que damos por hecho que todos los que nos rodean son heterosexuales, hasta el punto de que dudamos de la evidencia de lo contrario. Así, Jack sufrirá por Alberto, ya que entra en conflicto la realidad con lo que él cree que puede estar imaginando. En este sentido, y tal y como se desarrolla la novela, creo que hace una descripción perfecta de principio a fin del vaivén de emociones que se sufre cuando uno se enamora, sea este enamoramiento físico o platónico. La inocencia de nuestro protagonista no es desconocimiento, incluso no es ingenuidad, es idealización, esperanza de encontrar aquella meta que él se ha puesto para el amor, pero la realidad siempre nos baja los pies a la tierra.
Además, en este aspecto la novela no miente, no idealiza el hecho. El amor lleva al sexo, y el sexo puede llevar a la desmitificación o decepción de la propia idea de amor. Así, como novela de formación que es, recorreremos casi cinco años de la vida del protagonista, y en su fase final, en un viaje a Nueva York (y no es spoiler, que nos lo dicen al principio de la novela), Jack cae por no cuidarse su propia idealización.
De abrazos y tensión
Otra de las cuestiones que me impulsaba a seguir leyendo era no solo la temática principal, sino las pequeñas cuestiones que la novela iba sembrando en mí.
Siempre he querido conocer más y más sobre la diversidad, en todos sus aspectos, de hecho, el blog lo intenta con ahínco, tanto en temáticas, como en realidades. Este no ha sido un caso diferente, conocer la perspectiva de quien no tiene hecho el mundo para sí, conocer las dificultades de alguien huérfano, por ejemplo, o saber que una de las cosas que puede determinar nuestra vida son los contactos es algo que había visto desarrollado de manera leve en otras obras. Pero a esto, tenemos que añadir la conciencia que presenta la novela frente a tópicos del mundo gay y sobre todo cómo se ha de cuidar uno sobre ellos: el empleo de popper en las relaciones sexuales, la posibilidad de que se viole a un hombre, las precauciones para la transmisión de enfermedades sexuales o la desmitificación del «vicioso» son cuestiones que se nos exponen con gran claridad.
Bastante complacida en este aspecto, es verdad que cuando se abarca tanto, algún fleco se tiene que quedar suelto, y no puedo no mencionarlos. Uno de los problemas que me he encontrado al avanzar en la lectura, ha sido la irregularidad en la tensión dramática, derivada en gran parte por las descripciones quizá un poco densas sobre sentimientos. La elegancia a veces está en lo sencillo y, así, cuando la trama era pura trama, acción, conflicto, reflexión el libro me enganchaba sin parar, sin embargo, los monólogos interiores del protagonista planteándose cuestiones que ya se había planteado, o que lo había hecho frente a un personaje, desaceleraban la lectura y redundaban en ideas que nos habían quedado ya perfectamente claras. Ahora bien, más allá de esto, entiendo que hay lectores que se regodean en este reflexionar.
La romántica y sus cosillas, pero en plan bien
No es indiferente a nadie, después de lo que hemos mencionado, que el género de la novela es la romántica, gay, sí, pero romántica. En este sentido, encontraréis todos los puntos de giro y mecanismos de este género. Ya sabéis que la romántica es un género que disfruto poco, pero que cuando lo hago me meto en la historia hasta las cejas. Este también ha sido el caso, me desvivía con Jack por saber qué narices quería Alberto y deseaba que llegara un tercero para que saliera de ese bucle. Sin embargo, como digo en el título, he encontrado esas cosillas de la romántica que de manera general la gente critica: el hombre rico que ofrece el paraíso al protagonista, situaciones un poco inverosímiles bien por cómo suceden, bien porque no son posibles en los escenarios reales que se plantean… No obstante, sabemos que la romántica es para disfrutarla, para ilusionarse y agobiarse con el protagonista, pero en el caso de esta novela también para crecer, para aprender.
La historia de Jack nos plantea un horizonte que a parte de la población no es ajeno, o bien porque no nos afecta, o bien porque no nos han enseñado cómo es. La diversidad, la salud sexual, la salud afectiva son cosas que parece que no están de moda, ni en la literatura, ni en la educación social. Por ello es importante la historia de Jack, por eso debemos atrevernos a aventurarnos en el Lenguaje de las olas.

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El lenguaje oculto de las olas es la primera parte de la bilogía "Entre el mar y las estrellas", una novela de romance erótico LGBT escrita por Johan Varó. En esta conoceremos a Jack, un muchacho gay de veintitantos que, tras la muerte de su padre, se muda a Madrid para estudiar en la universidad. A lo largo de esta primera novela, acompañaremos a Jack, entre recuerdos y vivencias, en su historia de amor con Alberto, un hombre que conoció en su pueblo natal gracias a un empleo y con quien lleva una misteriosa amistad de años que le llena de dudas.


La historia de amor de Jack
Con un narrador en primera persona, nos metemos de lleno en una época interesante de la vida de Jack contada por él mismo. Con su último año de la universidad cerca y muchas dudas respecto a su viejo amigo Alberto, la novela inicia con flashbacks al pasado para ponernos en contexto de su situación sentimental. Por lo que, de esta forma, descubriremos cómo se conocieron Jack y Alberto, cómo ha sido su relación durante años y, al acabar los viejos recuerdos, nos posicionaremos en el presente que vive Jack con lo que siente por su amigo y las dudas que le genera.

Por ende, El lenguaje oculto de las olas entra de lleno en el género romántico para presentarnos una historia de amor llena de detalles realistas, fuertes y cargados de sentimientos. Llevándonos a descubrir a un protagonista que, de principio a fin, se transforma y se aleja del Jack inicial a través de los diferentes sucesos que toman lugar en su presente vida. Lo que, sumado a la increíble pluma del autor, me ha hecho disfrutar, sorprender e impactar con todo lo que vive Jack con Alberto y lejos de él. Ya que la forma en que está escrita la novela nos genera una cierta empatía con el protagonista que nos hace acompañarlo en sus momentos felices y tristes.


Alberto: Misterio y dudas
Después del protagonista, Alberto es un personaje destacable por la tremenda historia que tiene con Jack. Aunque el protagonista parece tener claro lo que siente por Alberto, éste se muestra tan misterioso con su vida personal y sentimientos que las dudas no pueden evitar aparecer. Aunque el camino por el que guía al protagonista no me ha dado una buena sensación desde que aparece en el presente. Es por eso que, al contrario de Jack (que en la mayoría de capítulos me ha caído re bien, en algunos no tanto), Alberto es un personaje que te llenará de dudas desde el inicio y que, por muchas acciones suyas, ha acabado cayéndome fatal.


La amistad en la vida de Jack
Algo que debo destacar de El lenguaje oculto de las olas es lo super detallado y cotidiano que es al ser el protagonista quien nos cuenta su historia, sus pensamientos y sentimientos. Conoceremos la vida de Jack a fondo, incluso cosas que jamás le contará a sus amigas más cercanas. Sin embargo, a través de sus amistades y lo que vive con éstas, podremos descubrir nuevas facetas de Jack. Lo cual el autor aprovechará también para hablarnos de diferentes temas, tales como la sexualidad, la fidelidad, etc.

Entre las amistades más cercanas bien podemos mencionar a Dyann (un total amor), Jasmine, Erick y Cristian (un encanto al 100%), de quienes conoceremos sus historias lo justo y necesario para que influyan en la vida de Jack. A su vez, habrá otras amistades efímeras en la vida del prota que lo influenciarán de una forma para temer por él. Sin embargo, es a través de esos pequeños detalles que genera la amistad (en sus diferentes niveles) en la vida de Jack lo que nos llevará a reflexionar no solo en el amor, sino también en la salud sexual y emocional.


Romance gay erótico
Este punto no tenía planeado añadirlo pero, tras checar varias reseñas, creo que me parece correcto aclararlo para quienes no acostumbran leer historias LGBT y quieren anirmarse a la temática. Cuando comencé a leer El lenguaje oculto de las olas tenía claro que me encontraría una historia de amor gay entre dos chicos. No obstante, no sabía que también me encontraría con escenas eróticas (y con mucho detalle) y eso me ha tomado por sorpresa. Por lo que, viendo que no se aclara este punto en otras reseñas o en la sinopsis, he optado por advertir este género extra que tiene la novela. Por ende, si no acostumbras o no te gusta leer erótico, te dejo la opción de dudar si anirmarte o no a esta historia.


¿Un final cortado para desear el segundo libro?
Para ir concluyendo, dado que se trata de una bilogía, me esperaba un final abierto. Sin embargo, el final me ha resultado super cortado por cómo venía todo. Justo la historia de Jack se puso re interesante, educativa y hasta tiernisíma acercándose al final, tanto por cierta cosa que le pasó meses antes como por su situación sentimental del momento... Pero el final del último capítulo me ha dejado shockeada por tremendo corte abrupto. Casi me esperaba un capítulo más después de eso, lo que me lleva a pensar que ha sido así para provocar en el lector el deseo de continuar leyendo y así llevarlo al segundo libro. Por lo que me ha dejado un sabor raro eso.

No obstante, sí, me encantaría leer la continuación para conocer el final de la historia de Jack y cómo afrontará las nuevas problemáticas en su vida. Lo bueno es que no habrá que esperar demasiado, ya que la segunda parte, titulada Las huellas que dejó la marea, saldrá a la venta el 11 de marzo en papel y el 16 de marzo en ebook.


CONCLUSIÓN
El lenguaje oculto de las olas es una novela de romance erótico LGBT muy interesante y hasta educativa respecto a temas relacionados a la salud sexual y emocional. Presenta un protagonista (Jack) que te atrapa con su historia desde el inicio y que veremos transformarse de diferentes formas a lo largo de la novela, a través de diversas vivencias tristes y alegres. También, conoceremos personajes secundarios bien desarrollados y que, con sus propias historias, sumarán su grano de arena para volver atrapante la historia de amor y de vida de Jack. Por lo que a algunos tal vez los lleguemos a detestar (como ha sido mi caso con Alberto). de ahí en más, la pluma del autor es muy agradable y, por más larga que se haga la lectura, no aburre y en momentos claves emociona bastante. Para concluir, el final lo he sentido abrupto y deja con ganas de continuar leyendo.
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El lenguaje oculto de las olas nos narra la historia de Jack, y engloba desde la muerte de su padre hasta parte de su etapa adulta. El punto más relevante de la trama es el romance, por lo que nos encontramos ante una historia de amor LGBT.

El libro está lleno de los pensamientos de Jack y de sus inquietudes y alegrías, por lo que conoceremos a este personaje en su totalidad. Es cierto que llega un punto en que algunas escenas se hacen algo repetitivas porque «siempre es lo mismo», y esto afecta al ritmo de lectura.

Lo que más me ha gustado de la novela es que trata temas muy importantes, como son las enfermedades de transmisión sexual, el interés económico y la aceptación de uno mismo. Hay que concienciar al mundo sobre la salud sexual y me ha gustado cómo ha trasladado este tema a la trama.

El personaje principal es Jack, un joven estudiante y muy trabajador que deja todo atrás después de la muerte de su padre. A pesar de ser gay, Jack es un poco homófobo y esto se reflejará en varias ocasiones afectando a su vida personal. Confieso que no he podido empatizar con este personaje, y eso que está pasando por una situación más difícil que fácil.

Alberto es un personaje que me ha confundido mucho, ya que todavía siento que no lo he llegado a conocer del todo. No sé cuáles son sus intenciones ni qué le insta a moverse tal y como lo hace, y ese misterio más que intrigarme, me ha agobiado. Las amigas de Jack me han encantado, aunque no compartamos algunos ideales. Gracias a ellas el libro ha sido más ameno e interesante.

El estilo del autor no me ha desagradado, de hecho se expresa bastante bien y usa un vocabulario muy culto. Ha sido todo un placer leer su novela.

Con respecto a la edición, solo comentar que la portada en formato digital difiere de la portada en papel, pero el contenido es el mismo.

El lenguaje oculto de las olas es la primera parte de una bilogía que nos enseña valores que no tenemos que olvidar y nos recuerda la importancia de cuidarnos a nosotros mismos. No ha sido una lectura redonda, puesto que algunas partes se me han hecho densas y repetitivas, y no he congeniado del todo con los personajes, pero en general ha sido una buena lectura.
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El lenguaje oculto de las olas es el primer libro de Johan Varó, y al contrario que el ya reseñado, este se trata de una novela. Y qué novela. Sin duda se ha convertido en uno de mis favoritos de este año porque no sabéis lo que me ha hecho sufrir (para bien) la historia de Jack y Alberto. Podría contar un millón de cosas sobre ella, pero me centraré en las que para mí son más importantes y deberían quedar plasmadas.

La primera de todas es que se trata de un libro con temática LGTBI+ y es el primero que leo en mi vida. Y con total sinceridad, para mí ha sido lo más normal del mundo. al principio tenía un poco de miedo por lo que me iba a encontrar, pero os juro que para mí ha sido leer una novela romántica más. de hecho, es una novela romántica a secas. Jack y Alberto han sido unos personajes super entrañables desde mi punto de vista, han conseguido que sufriese lo que sufría Jack por un lado, por otro lo que sufría Alberto y por si no era poco, cuando también eran juntos.

Otra cosa que he aprendido este libro es una de las grandes verdades que aparecen hacia el final del libro, y que no mencionaré para hacer spoiler. Simplemente diré que tenemos que tener cuidado con nuestras acciones, ya que no sabemos que pasará el día de mañana y como estas pueden influir en nosotros.
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