El árbol de las botellas: 432

¿Cómo te sentirías si te comunicaran que uno de tus tíos más queridos, con el que, sin embargo, no hablas desde hace mucho tiempo, acaba de fallecer? ¿Y si el mismo pariente te dejara, para tu sorpresa, una casa en herencia y una gran cantidad de dinero? Pero, ¿y si te encontraras con que también te pasa un gran misterio por resolver? Para conocer la respuesta a estas preguntas nada mejor que la lectura de la magnífica novela negra El árbol de las botellas, la segunda que nos habla de las aventuras de Hap y Leonard, los personajes creados con maestría por el escritor Joe R. Lansdale, y precisamente el libro del que hablaremos a continuación.
A Hap Collins no le apetece estar plantando rosas, pero es el único trabajo que ha encontrado últimamente. Menos mal que su inseparable amigo, Leonard, viene a salvarle de otro horrible día bajo el sol veraniego de Texas. Su tío Chester acaba de fallecer y Hap ha de acompañarle al entierro. Tras el funeral, ambos amigos descubren que el tío Chester le ha dejado a Leonard su casa en uno de los barrios más conflictivos de la localidad de LaBorde, una buena suma de dinero y un misterio que resolver, por lo que pueden deducir por varias pistas que Chester también le dejó a su sobrino en forma de un cuadro que Leonard pintó de niño, un montón de cupones de descuento en restaurantes y supermercados y un ejemplar de Drácula. Cuando los amigos encuentran bajo el suelo de la casa una caja con los huesos de un niño, deciden llamar a la policía. ¿Fue el tío Chester el que mató al pobre chico? ¿Por qué piensa Leonard que es imposible, si hace tanto que no sabe de su tío y de su carácter en los últimos años? ¿A qué peligros se enfrentarán los amigos por intentar resolver el caso?
Hap Collins, el avispado narrador y uno de los brillantes protagonistas de esta novela negra que, a pesar de ser la segunda de una saga (la primera es Una temporada salvaje, también reseñada en La Orilla de las Letras), puede leerse de forma independiente a la anterior, es un tipo de mediana edad que, por no haber terminado la universidad, negarse a ir a la guerra de Vietnam (por lo que estuvo dieciocho meses encarcelado) y no tener ambición, se conforma con trabajos de poca monta. Menos mal que siempre puede contar con Leonard, su fiel amigo negro y gay declarado en una época en la que los perjuicios eran mucho más altos que hoy en día contra la comunidad homosexual. En esta ocasión, Hap y Leonard acabarán en el barrio de Chester, el difunto tío de Leonard, un lugar donde los camellos venden droga a los niños, las casas se caen a trozos y el color de la blancura de la piel de Hap llama mucho la atención.
Leonard ha heredado la casa de su tío, un hombre del que dicen que en los últimos tiempos había empezado a tener graves problemas de memoria. Por alguna razón, el anciano puso un árbol de botellas para protegerse de la magia negra en su jardín. Pero eso no es lo más inquietante: el tío Chester, que siempre quiso ser policía, tiene bajo el suelo de su casa un cadáver de un niño. El asunto puede estar relacionado con la desaparición de otros niños en los últimos tiempos, chicos a los que nadie parece echar mucho de menos. ¿Era Chester el asesino o el investigador del caso?
Hap no es un hombre con suerte en el amor. Sin embargo, en cada una de sus aventuras se cruza con alguien que hace que se enamore. En esta ocasión se tratará de Florida Grange, la abogada, también afroamericana, del difunto tío Chester, una mujer que tiene muy claro lo que quiere en la vida. Casarse con un tipo blanco no está en su lista. Pero, ¿hará que Hap cambie de opinión?
El árbol de las botellas, en definitiva, es una genial novela negra tan salvaje, inteligente y sarcástica como sus protagonistas, estos dos carismáticos tipos de mediana edad que siempre se acaban encontrando con misterios, peleas a puñetazos y situaciones de lo más emocionantes. Insisto en que no es necesario leer su anterior aventura en Una temporada salvaje para disfrutar de esta lectura. Aunque una vez que leáis esta novela, ¡es muy probable que queráis leer todas las demás de este par! Esperemos que Editorial Siruela publique pronto el resto. Mientras tanto, ¿a qué esperáis para desvelar los misterios de la casa del árbol de las botellas?

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Está claro que es muy complicado conocer a todos los autores relevantes del panorama negrocriminal. Por eso, cuando te topas con una autor como Joe R. Lansdale tu ánimo cambia, crees que no todo está perdido y que quedan muchas cosas buenas por descubrir.

Es curioso, o a mí me lo parece, un autor muy prolífero y del que solo se han traducido tres novelas al castellano, Una temporada salvaje (Siruela, 2018), El árbol de las botellas (Siruela, 2019) y Cuando el río suena (RBA, 2014). Las dos primeras, por ese orden, son las dos primeras entregas de una serie de doce novelas protagonizadas por el dúo Hap y Leonard (luego más tarde hablaremos de ellos) que el autor publicó en 1990 y 1994 respectivamente. Este mismo año ha publicado la doceava. También hay seis libros de relatos protagonizados por la pareja, algunos relatos sueltos y tiene incluso serie de televisión, Hap y Leonard, que se emitió entre 2017 y 2018 con 18 capítulos. Como veis un filón que creo explotará muy bien la editorial Siruela y hará que los que nos enganchemos a la pareja la podamos disfrutar hasta el final.

El autor ha sido muy premiado. Sin ir más lejos, la novela de la que os hablo hoy fue incluida en la lista de mejores libros del año de 1994 por el New York Times y recibió el premio British Fantasy Award.

Después de esta introducción os podéis hacer a la idea de que la novela me ha gustado y sí, es así, pero no creo que sea una lectura para todos los públicos, ya que en algunas ocasiones el vocabulario canalla y diría que poco en consonancia con los cambios sociales que se han conseguido en los últimos diez años, hace que en algunas ocasiones chirríe.
Hay que ponerse en situación de los que uno se puede encontrar. Novela publicada en 1994 en las que el autor pone sobre la mesa el problema racial de los Estados Unidos y lo hace de forma seria, pero también utiliza en muchas ocasiones pullas que pueden ser mejor o peor encajadas según nuestro nivel de aceptación. Pero como digo, si estamos advertidos la cosa ya no nos viene de nuevo y lo dejamos pasar mejor.
Noir gamberro sureño con algunas escenas de sexo y con algunas otras de bastante violencia. Lo digo para que vayáis preparados.

Hap es blanco y expresidiario; Leonard negro y homosexual confeso. Como veis una peculiar pareja que por lo que parece se ponen el mono de trabajo para intentar resolver casos criminales.
A mi entender, lo mejor de la novela es como está cocinada. Poco a poco, casi sin darnos cuenta nos vamos adentrando en la historia, que en un principio no tiene nada de negrocriminal y que llegados a un punto se pone la capa negra con mucho acierto.
A partir de ahí el autor va combinando momentos sociales con los propios de la investigación.

Una novela vista desde el punto de vista de los negros, pero contada por un blanco, de nuevo una curiosa forma de explicar la historia que creo, funciona.

Curioso el título original Mucho Mojo que hace referencia a rituales para ahuyentar malos espíritus y que creo que ha traducido con acierto por El árbol de las botellas que en definitiva está presente durante todo la novela justamente para eso, ahuyentar los malos espíritus.

¿Os atrevéis a leer a Joe R. Lansdale?

RESEÑA PUBLICADA EN CRUCE DE CAMINOS
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