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Comencé el libro a principios de diciembre y lo terminé hasta finales de mes. Tardé aproximadamente veinte días en leerlo y es que su tamaño es más grande que cualquier libro normal, así que leía como dos páginas normales por una de este tocho, jaja. Además la historia me abrumaba a momentos porque los acontecimientos eran pocos y leía y leía y leía sin avanzar en concreto, y a la vez sentía que la historia se me iba como agua. ¿Raro, no? Con 50-60 páginas al día me llenaba y me era imposible continuar leyendo y tampoco es que tuviera imperiosa necesidad de continuar, pero no lograba sacarme la historia de la cabeza. Todo fue super contradictorio: me gustaba y a la vez me aburría; quería más y a la vez quería abandonarlo; necesitaba terminarlo rápido y a la vez me obligué a alargar la lectura porque no estaba preparado para dejarlo ir. En general me quedo con un sabor agridulce porque le tomé demasiado cariño a la historia y me duele que haya terminado, y, a pesar, de ser larguísimo, me hubiera gustado que durara unas cien páginas más para dejarlo ir lentamente y no sentir la pérdida de Wayne, Lou y Vic tan de golpe. |
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