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La edición omnibús que nos ha traído Panini, en un tomo de tapa dura que contiene los tres primeros arcos argumentales (3/6) es una joya en toda regla que todo aficionado al noveno arte debería tener. Joe Hill realiza un despliegue de imaginación brutal creando un universo propio, sólido, asentado no solo en la componente fantástica sino en una perfecta construcción de personajes, enriqueciéndolo todo con un trato maravilloso de los secundarios, y logrando que la atención del lector no disminuya en ningún momento de la lectura de las casi 500 páginas que contiene este volumen. El dibujo de Gabriel Hernández va de menos a más, un trabajo en el que se le notan las tablas como arquitecto, perfeccionista en los exteriores, los planos (casi cinéfilos) y sobre todo la casa de las llaves, que se erige en un personaje más, con carácter, de la novela. El único punto débil son los rostros y las expresiones faciales, pero como he referido antes, a lo largo de este tomo le va cogiendo el punto y se nota cómo ha perfeccionado su propia técnica. En definitiva, un must que hay que leer sí o sí y una de las mejores novelas gráficas del siglo XXI. |
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