Ava ha descubierto algunos secretos de Jesse y no sabe como procesarlos, tiene miedo de lo que siente al estar con él y no poder ser todo lo que el busca en una mujer. El descubrimiento mas fuerte es el saber que la Mansión no es un hotel si no un lugar donde se ofrecen servicios sexuales, pero ese solo es uno de los secretos de Jesse Ward, en el fondo el guarda muchos mas.
Este segundo libro se publico en el 2014 así que decidí releer la serie, la primera vez que la leí debo confesar que caí rendida a los pies de Jesse, su carácter y amor hacia Ava lo hacían parecer un excelente protagonista, pero ahora años después ya con una mente mas madura me doy cuenta que en este segundo libro la relación entre los protagonistas era mas un amor toxico, una adicción.
Jesse saca en la historia su lado mas controlador y manipulador hacia Ava, la domina y quiere tenerla en una burbuja de cristal, lo cual hace que ella se desespere y quiera huir de la relación. Pero Jesse la manipula con el sexo y eso es un detalle que me pareció excesivo, perdí la cuenta de cuantas escenas sexuales se narran en la historia lo cual la vuelve un poco aburrida y tediosa.
En el primer libro había dos personajes secundarios que llamaban mi atención Sam y Kate los amigos de ambos protagonistas, eran los que ponían un poco de humor a la historia y hacían que fuera mas fácil de llevar, pero mi sentimientos hacia ellos cambiaron, en especial hacia Kate la cual en ningún momento apoya a Ava ni la motiva a buscar la solución a sus problemas, lo único que hace es meterla mas en ellos.
Esta historia no es para todo el publico, hay que tener estomago para poder sobrellevar toda las situaciones que se viven en cada capitulo y no tomarla como ejemplo para la vida real.
Mis sentimientos por la historia cambiaron tanto que baje su numero de estrellas, estoy decidida a leer el tercer libro para así recuperar un poco el amor hacia Jesse.
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