La verdad tras los secretos

La historia
La verdad tras los secretos nos habla de la vida de Tema un niño que a corta edad aprendió que la vida puede ser bastante cruel para las personas diferentes. Apenas con pocos años de vida, Renato se da cuenta de que es especial, pues sabe cosas que un niño no debería de saber y que a muchas de las personas no les gustaría escuchar. Es, precisamente mediante ese don (o maldición) que se da cuenta de que perderá a su madre y a su hermano y, que por esa información, será el objetivo del dolor y la irá de su padre.
Un buen día Renato decide huir de casa y de los puños de su padre y, tras muchos años de vagar por ahí se instala en una cabaña abandonada que conforme los días pasan se transforma en su hogar y en su centro de trabajo. Renato decide usar ese don, o maldición, para darle respuesta a las preguntas de las personas.
Un buen día, una joven llega a su puerta buscando la respuesta a una situación terrible, Luisa fue diagnosticada con una enfermedad mortal y quiere saber si puede guardar la esperanza de vivir; pero la respuesta que Renato le da no es la que ella hubiera deseado. Así, Luisa abandona la casa del brujo conocedor dejándole un medallón como pago extra por sus servicios. Después de la visita de Luisa, llega a casa del brujo un joven que también desea conocer la respuesta a una pregunta que no lo ha dejado en paz por días, porque su futura esposa lo ha abandonado sin más. A Gregorio tampoco le gusta la respuesta obtenida y tras salir enojado de casa de Retano después de que le hubiera pagado, lo que menos espera el hombre solitario es volverlo a ver.
Pocos días después del encuentro con el brujo, Gregorio vuelve a casa de Renato dispuesto a conocer las secretos del brujo y las artimañas detrás de aquel pode que dice tener. Desea desesperadamente arrancar el misterio que envuelve al hombre que le dio la terrible noticia de que su futura esposa jamás regresaría. Desde ese segundo encuentro en adelante, Gregorio se encuentra visitando al brujo, intentando conocer aquel mágico y enigmático pero muy humano ser. Y así con el pasar de los días Gregorio y Renato se dan cuenta que han pasado de ser dos completos desconocidos que comparte una casa y una mesa, las conversaciones fallidas se transforman en bromas, los silencios incómodos en algo normal y las miradas recelosas en unas más significativas. Y es precisamente de esa manera, lenta y extraña que las emociones comienzan a transformarse y dan paso a algo distinto e intenso.

Los temas que trata
La historia habla de que tan roto puede llegar a estar una persona por las crueldades que puede vivir en algún momento de su vida y como con ayuda, tiempo, confianza y cariño estas heridas poco a poco se sanan.
Creo que hasta cierto punto trata el tema de la discriminación de aquello quienes son diferentes, el varias partes de la historia podemos apreciar como la gente a pesar de buscar a Renato para sus servicios, le temen y lo llaman de maneras muy feas.

Los personajes
Renato: Es un hombre centrado y solitario, que por la crueldad del la vida un terrible pasado se ha encerrado en si mismo y no confía en nadie. Es un personaje con mucha sabiduría y más partidario de la sensatez, la objetividad y el análisis que de los sentimientos.
Gregorio: El es más visceral, impulsivo y emotivo. Se deja dominar fácilmente por las emociones y lo primero que pase por su mente. Es un personaje comprensivo que presiona lo suficiente para lograr lo que se propone.
Considero que a ambos personajes les falta un poco más de desarrollo para que puedan llegar a conectar con el lector, pero sobre todo a Gregorio de quien conocemos muy poco.

Lo que me gustó
La manera de crear imágenes en su historia es tal que logra transportarte a los sitios que describe de manera rápida. Mientras leía yo casi estaba sentada en la cabaña en la playa, casi podía oler la sal y sentir la arena y el calor intenso.
Como ya he mencionado en reseñas anteriores, a mi me van los romances lentos, donde se aprecie que la convivencia entre los involucrados el ir conociéndose es lo que transforma las emociones y eso es precisamente lo que sucede aquí. Entre el día a día, las breves conversaciones y los silencios las emociones se van transformando y el amor surge.

Lo que no me gustó
Bueno, ciertamente no es que los siguientes puntos no me hubieran gustado, sino que considero podrían mejorarse. No puedo decir que no me gustaron porque son complementos de la historia y la premisa en genera, pero insisto, desde mi punto de vista no me convencieron del todo.
La manera en que Gregorio llega a vivir con Renato se me hizo un poco absurda. Quiero decir, así de la nada que llegue un extraño y comience a quedarse en tu casa está medio extraño; sobre todo si se supone que Renato era un un tanto desconfiado.
El hecho de que mientras Renato y Gregorio vivían su historia de amor Luisa desapareciera de la mente de Gregorio. No se menciona otra vez ni tampoco se describe el como se siente cuando se supone que había llegado ahí precisamente para tratar de encontrarla. Tampoco vi ese duelo moral que supongo cualquier atendría si comienza a sentir algo por otra persona cuando se supone que tu futura esposa está perdida en algún lugar.
Aunque sé que el hecho de que la historia tiene tintes LGBT no se hace mucho énfasis en esto, lo que si me hubiera gustado. Sobre todo en lo referente a Gregorio, quien por las conversaciones con Renato es un inexperto en cuanto al tema que le incumbe. Además me hubiera gustado ver esa transición emocional y psicológica de Gregorio si tomamos en cuenta de que siempre estuvo con una mujer, se iba a casar con una mujer... me imagino que se consideraba heterosexual y de pronto comienza a sentir algo por un hombre.
En cuanto a narrativa, me parece buena, insisto que las imágenes que plasma la autora son preciosas. Aunque si note uno que otro dedazo y en varias ocasiones algunos párrafos y oraciones resultaban redundantes.
Fuera de eso considero que es una historia corta que se puede leer en cualquier momento, que disfrutaras en algún verano con una premisa bastante original.

Apasionante. Caótica. Indescriptible.

Mi experiencia con La verdad tras lo secretos fue una tormenta de emociones, Cin Jiménez me ha hecho enojar de tantas formas posibles que podría golpearla, y no me malinterpreten, he disfrutado de su libro, he podido hacer mía la historia de Renato, ha sido tan fácil envolverme en su vida y experimentar sus emociones como propias.

Renato es un hombre alejado de la sociedad, escondido en una choza en algún punto remoto del mundo, aún así la gente es capaz de encontrarlo, ya que Renato posee una habilidad sin igual, el es capaz de responder cualquier pregunta, no importa cuál sea.

Esta habilidad le ha dado un nombre, el brujo conocedor de secretos, al igual que un estigma, la gente que sabe de el le odia, le desprecia, cree que su habilidad es un mal en esta tierra.

Cin Jiménez me ha dado un libro que me muestra lo peor y lo mejor del mundo. Una historia que refleja a la perfección el miedo natural a lo desconocido que se convierte en odio y desprecio, al igual que esa otra parte llena de curiosidad, paciencia y amor que es capaz de curar las heridas dejadas por otros.

Es una historia breve, significativa, llena de emociones que me ha dejado con ganas de leer más. Espero que ustedes también puedan conocerla y experimentar esta lectura como yo lo he hecho.

La trama me ha parecido muy interesante creando el equilibrio perfecto entre la fantasía y el misterio. Cuando lo terminas te das cuenta de los temas tan importantes que toca la autora como la soledad, el rechazo y la toma de decisiones que cada uno debe hacer en su vida.

La historia cuenta con únicamente 10 capítulos y al final hay una mini historia en formato cómic.

Hay que tener en cuenta que es una autora autopublicada y todo el proceso que eso conlleva. Así que encontraréis algunos errores pero son puntuales y no le quita mérito a la historia.
Por otro lado, a mí personalmente me ha faltado un capítulo entre el 9 y el 10 porque considero que ocurre todo muy rápido. Hay un salto temporal bien hilado pero hace que no termine de perdonar ciertas acciones de un personaje concreto.