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La historia se nos ha contado muchas veces desde el punto de vista del vencedor pero nunca desde el sufrimiento de los vencidos. Aquellos campesinos que se consideraban tan españoles como los cristianos viejos fueron obligados a renegar de su cultura, su religión y su forma de vivir por el mero hecho de ser diferentes. Tras la derrota, sufrieron un destierro interno que los llevó a viajar por una España cristiana para ser diseminados por toda Castilla, Extremadura, León y Galicia. Durante aquel exilio, muchos perecieron a causa del hambre y las enfermedades. Quienes sobrevivieron se marcharon al norte de África dejando atrás las pocas pertenencias que tenían. Una novela histórica que te engancha desde el principio, la narración de la época y los personajes te invitan a formar parte de ese momento olvidado y tan real. |
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