Jim Starlin se atrevió a narrar algo muy atrevido en el mundo de los superhéroes: una muerte anunciada, narrada en primera persona. La historia se convierte en un fiel reflejo de lo que podría ser la forma que tiene una persona normal y corriente de afrontar y asumir un destino que se avecina imparable y muy cercano. El autor tira de vivencias personales con su padre para contarnos cómo el temido cáncer devora poco a poco al Capitán Marvel, mientras todos los que están a su alrededor viven de distinta manera este final. Una historia dura, pero tierna. Muy real, un fiel reflejo de las fases por las que una persona pasa hasta que finalmente acepta su destino. Un viaje épico a la más insondable oscuridad, narrado con épica, con elegancia, con poesía. Hasta siempre, capitán Marvel. Nunca te presté demasiada atención en vida, pero jamás olvidaré tu muerte. |