Nuestros tiempos felices

Qué maravillosa sorpresa me encontré con esta novela. Un relato, íntimo y muy personal, a través del cual su narradora nos permitirá entender su cambio vital. Además, es un texto tan especial que acabas, siempre que el estilo narrativo te acompañe, sintiendo lo mismo que sintió ella. A mí me dejó muy tocada tras leerla.

Si lo vuestro son las historias distintas, contadas también de forma distinta, creo que os gustará. Para ponerte en antecedentes, con este libro te enfrentas a una especie de diario o confesión, de capítulos muy cortos, donde la narradora, Iunyeong, con una simpleza increíble, llena de significado y sentimientos, nos habla de su historia, en paralelo con la historia que nos permite conocer el propio Iusun, el otro gran protagonista.

Aunque la sociedad coreana, y sus valores, están muy presentes, ya que la historia se desarrolla allí, es fácil extrapolar lo que nos cuenta a cualquier otra parte del mundo. Lo que queda son los sentimientos, la amistad, el dolor, el miedo, la angustia, el amor, la familia, el poder, las carencias, la soledad y la vida.

Es una narración muy interesante; bastante sincera, quizá en algunos momentos demasiado fría, con un ritmo narrativo muy rápido, escrito, como ya os he dicho, a modo de recuerdos. No se entretiene, no divaga, enfoca mucho la historia, facilitando la lectura y permitiendo que el lector se sienta muy cerca de ambos protagonistas. al menos, así lo he sentido yo.

Me ha sorprendido mucho cómo, ante estas dos personas hundidas, llenas de «pecados» (si me permitís utilizar esta palabra), iremos descubriendo sus porqués y si son perdonables, o no.

La vida de ambos se cruza gracias a un personaje muy importante que actúa de canalizador. Es un personaje que puede tener poca presencia pero sin el cual no se entendería esta historia. Este personaje le dice en un momento a él la frase «tus pecados no son solamente tuyos», y esta sencilla sentencia es para mí la clave de la vida, del porqué de nuestros actos y sus consecuencias.

Al final, no deja de ser una historia de amor y una historia de la búsqueda del sentido de la vida dentro de lo que les ha tocado vivir. A mí, me ha atraído especialmente esa bestia escondida dentro de cada uno de los personajes, que les pertenece por definición pero que, a la vez, les es ajena por desconocimiento.

Es una novela que habla de personas, de sentimientos, de realidades; habla de sentirse querido y de querer; y habla, principalmente, de lo que puede provocar la falta de todo ello.

Increíble, pero, a través del pensamiento de esta mujer rota, creo que nos acercamos a la hipocresía de la sociedad del poder, del dinero, de la gente que deja de tener esperanza, de por qué unos son de una manera y no de otra, y creo que eso es lo que más me llega como texto.

Pretendiéndolo, pero como sin aparentarlo, este texto te permite extraer más de lo que realmente lees. La autora, Ji-young Gong, consigue ese efecto que no todos los escritores consiguen: a través de la parquedad en palabras construye una historia muy completa y muy compleja sobre dos vidas.

Es una novela de formación pero tan íntima que llega a molestar, porque da en el clavo de muchas cosas. Me ha encantado, he llorado lágrimas de impotencia y me he sentido cerca de cada uno de ellos, de los tres, realmente.

Si pienso a quién me gustaría recomendarle este libro, se me ocurre que al lector que haya disfrutado de libros como del color de la leche, No, mamá, no, Ritos funerarios o Tan poca vida.
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Novela de aprendizaje,
La justicia nunca es justa,
Toda forma de justicia humana equivale a venganza.
La verdad siempre es relativa.
El perdón es el camino del amor.
Entre feminismo y responsabilidad social. del crimen abiertamente difundido a la soterrada y vergonzosa forma del crimen no denunciado, por convencionalismo callado. ¿ Cual daña más? .
De víctimas a victimarios, donde no existe nadie es totalmente bueno ni absolutamente malo.
Iuyeong e Iunzu convergen por mediacion de Monica, tía de aquella , religiosa que conforta a criminales en el corredor de la muerte. Y aunque sus orígenes e historias parecen ser diferentes y hasta opuestas, los puntos que las conectan los mueven a reflexionar, con el otro puesto en mente.
Uno que busca la muerte como redención, otro como única solución.
Libertades diferentes prisiones similares. Es su uso lo que las define.
Tiempos felices reducidos a momentos de olvido, como vía de expiación.
Historia, simple , predecible. Sin gran pretensión literaria. Que abusa de la aproximación y equiparación catolico/ cristiana .
La llamada “ Coelho oriental” toca con suavidad que no ligereza temas espinosos, Suicidio , violacion , violencia, injusticia, pena de muerte. En una historia, que queda corta para denuncia y larga para plegaria.
Tal vez al mundo le sobren algunos “Coelhos” o le falte comprensión..

¿Qué siente una persona que sabe que tiene los días contados? ¿Qué siente una persona que ha tratado tres veces de quitarse la vida? Las respuestas no están en este libro. No las encontrarás aquí. “Cerré el libro y estuve llorando durante una hora entera. Lloré por todos y cada uno de ellos. Lloré por las imágenes que se me venían a la cabeza y por cada palabra escrita. Todavía tengo el corazón destrozado”. Eso fue lo primero que escribí cuando me recuperé del shock.

La sociedad funciona de maneras fascinantes. Cada persona tiene una concepción del bien y el mal. Tú también la tienes, igual que la tengo yo. El bueno y el malo, el malo y el bueno. Gong Jiyoung atenta contra eso. Atenta contra la sociedad entera en una crítica feroz en la que trata una interminable lista de temas. Te revuelve el estómago, te hace pensar, reflexionar y replantearte los valores y la realidad. Ha sido un mazazo, una sacudida a todo lo que creía y defendía. Todavía se me eriza la piel al pensar en este libro. Ha tenido un efecto en mi que nunca creí que experimentaría. Es difícil describir la avalancha de sentimientos que me embarga cada vez que lo recuerdo.

¿Qué tan extensa es la gama de colores que se extiende entre el blanco y el negro? ¿Hay algo en este mundo que pueda ser de un solo color? ¿Existe tal cosa como la justicia o la familia? El debate es extenso; la respuesta, difícil.

Iuyeong. Iunsu. Una sala de visitas. Pasteles de arroz recién hechos. Así arranca una historia a dos voces, hipnóticas gracias al estilo de la autora. Una historia perfectamente estructurada y conducida por estas voces. Una historia que todavía me cuesta definir. Una historia a la que ni esta reseña, ni ninguna que pueda llegar a hacer, está a la altura.

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Reseña de Nuestros Tiempos Felices, de Gong Ji-Young

La demostración que el tratar un tema crudo en una novela no tiene por qué hacer que la novela sea dura e insensible.

https://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com/2014/09/nuestros-tiempos-felices-de-gong-ji.html

Un saludo
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