Patricia Brent, solterona

Lo que hubiera dado por estar sentada aquella tarde en el restaurante asador del Quadrant al lado de la señorita Wangle, la señora Mosscrop-Smythe y el señor Bolton. Esa tarde marcaría el destino (sin ser ella consciente) de Patricia Brent, nuestra protagonista. Se alinearían todos los planetas para que la ley de la atracción que había invocado el día anterior anulara su voluntad y su libertad y, así, todos sus deseos y pensamientos pasaran a un plano real; y, como todos sabemos, la realidad siempre supera a la ficción...

Para que la situación anterior se produzca tienen que suceder ciertos desajustes, y así, posteriormente, todas las piezas podrán encajar a la perfección. En el caso de esta historia todo ello acontece a través de una novela de enredos y del retrato de una sociedad, de sus gentes y de sus clases. Se desarrolla en un escenario costumbrista donde el fino humor británico es el hilo conductor de toda la obra; así pues, somos testigos de cómo todas las situaciones y malentendidos que se suceden a causa de las mentiras de Patricia al final parecen verdades, y se interpretan siempre con ese toque english irónico y elegante del que disfrutamos todos los lectores apasionados de ese tipo de humor.

Patricia Brent es una joven culta que trabaja de secretaria para una político en alza. Ella aspira a más pero, en una sociedad cerrada y estamentaria como era la inglesa a principios del siglo XX, para una joven de veinticuatro años esto resulta sumamente complicado, pues a su edad y en esa época ya debería estar casada o recogida de alguna manera. Sin embargo, Patricia no está sola en el mundo. Cuenta con una madrina muy british que, sin saberlo ni pretenderlo, es su mentora y guía: la señorita Wangle, sobrina de un obispo y autoridad moral y social de la pensión Galvin, universo en el que además de Patricia viven otros personajes. La señorita Wangle despliega toda su magia en Patricia a través de los cotilleos y chismorreos de los que forman parte toda la familia de la pensión Galvin. Estos chismorreos son los instrumentos que remueven y activan la vida de nuestra protagonista... en fin, cada hada madrina tiene sus herramientas, aunque no sea consciente de ellas.

La señorita Wangle es mi personaje favorito de esta historia. Representa a esa clase social inglesa que en tantos libros hemos visto reflejada, y en cada uno de sus diálogos nos la retrata y muestra. Siempre con "buena intención", todos sus chismorreos están pincelados de una moralidad e integridad que transmite y envuelve Galvin House. Los habitantes de esta pensión son unos personajes de lo más respetables (y, una vez que los conoces, entrañables), y nuestra mentora procura (como antes lo hizo su tío el obispo) que no se descarrile ninguno de ellos. Entre esos personajes está incluida nuestra protagonista, Patricia Brent.

La historia de Patricia Brent y Peter Bowen es como todas esas historias románticas de chica conoce a chico; en este caso el chico tiene más posibles que la chica y, en definitiva, ella es una cenicienta muy british que ve cómo su vida queda expuesta ante los habitantes de la pensión Galvin. Ellos no desaprovechan la oportunidad de participar de ella porque, de este modo, además de ayudar a Patricia, salen de su rutina y acarician un poco los brillos de una clase social que les está vedada.

Jenkins escribió esta obra con una narración dinámica, ágil y refrescante donde, incluso en los peores momentos, las pinceladas de humor sacan una sonrisa al lector. Así pues esta obra sin duda cumple su función: por un lado es puro entretenimiento, y por el otro en su momento actuó como bálsamo para olvidar o sobrellevar la guerra mundial en la que la sociedad se encontraba inmersa. Puesto que el autor pasa un poco puntillas sobre este tema, vemos cómo los personajes de la obra, a través de todos los enredos, responden y viven de espaldas a esa realidad sintiéndose protegidos y a salvo en Galvin House. Además, la historia de Patricia Brent, con sus tiras y aflojas y todas las situaciones que le suceden, resulta para algunos de ellos lo único positivo y agradable en sus vidas.

En definitiva, gracias a su calidad superior, siempre que tenemos en nuestras manos un libro de dÉpoca sabemos que no nos va a dejar indiferente. Estamos ante una edición de lujo muy cuidada, con una traducción impecable y donde las ilustraciones originales de Iván Cuervo son un valor añadido a lo que se nos cuenta en cada página. Por ello, además de tener un gran libro tenemos una gran joya.

Esta es una comedia de enredo, de las que te dibujan la sonrisa y te hacen creer en que la sátira, la ironía y el sarcasmo bien llevados nos pueden hacer pasar una rato muy divertido.
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Londres, durante la 1°Guerra Mundial. Una casa de huéspedes donde no ser un cotilla está penado con la expulsión a otro edificio.
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Una chica de 24 años, que aún no ha encontrado esposo, ni siquiera un buen novio que la lleve y la traiga del teatro o de bailar. Pobre chica.. ¿qué hacemos con ella? Porque ¡tan fea no es!
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La chica, Patricia, harta ya de cotilleos se inventa un prometido y va más allá...se inventa una cita, un lugar...a qué se dedica su novio....cuando entran, cuando salen....todo lo necesario para llevar la mentira a buen puerto.
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Se prepara para la cena, y se va al restaurante...y los huespedes la siguen....y todo se enreda mas...y ella ve a un hombre cenando solo y le pregunta si puede cenar con él...y es militar...y le sigue el juego.. y le cae bien...y todos los miran...y todos creen, y ella sabe, y él sabe...pero los otros no saben ¿ o si saben pero quieren saber hasta donde es capaz de llegar? ¿y Patricia lo sabe? ¿ sabe su límite? ¿y el desconocido?...¿ y yo?...¿sé ya de qué va todo esto? 😜🤓😰😎🤣🤣🤣🤣🙄🙄🙄🙄🙄
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¿Te gustan las comedias de enredo? Porque aquí te vas a enredar. ¿cuál es tu favorita?
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Para pasar un rato divertido, lo mejor contra el calor....la risa.
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Si quieres saber más....a leer a Patricia...¿como acabará esto? ¿Qué destino les espera?....
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Muy divertida, brillante y original.

Ambientada en Londres en 1918 en plena Primera Guerra Mundial, Patricia Brent de unos 27 años, soltera, es secretaria de un miembro de la Cámara de los comunes, vive en una pensión con un grupo de personas bastante maliciosas, cotillas y metomentodos, aburridas que lo único que tienen que hacer es observar al resto de habitantes de la casa y criticar. Una noche, Patricia, escucha a un par de ellos comentar sarcásticamente su falta de citas. Patricia fue criada, e influenciada por una tía amargada solterona que odia a los hombres y no siente la necesidad de tener novio, marido o formar una familia. Pero al escuchar este comentario se indignada, anuncia que no va a cenar a la noche siguiente en la pensión que saldrá a cenar con su prometido, pero cometió el error de decirles dónde se suponía que cenaría. Cuando llega al restaurante ve a un par de los peores clientes de la pensión, allí mirándola, encuentra a un hombre sentado y lo convence para actuar como si estuviera con ella. Funciona a las mil maravillas. El único problema es que este joven se enamora de ella en el curso de la noche y ahora no quiere desaparecer de la vida de Patricia.
La trama gira en torno a Patricia y al hecho de haberse educado odiando a los hombres como pareja y encontrarse en ese momento con uno con el que puede ser feliz.
En el lado positivo están los personajes secundarios son absolutamente encantadores, el suegro del jefe de Patricia, la hermana de Peter, tomando decisiones que no le corresponden, la tía personaje insoportable, insufrible, acosador, manipulador perfectamente desarrollado.
Lleno de momentos divertidos de humor inglés, liosos, enredos, conversaciones ingeniosas y personajes divertidos, una relación amorosa, sátira social, el escritor consigue que la gente pueda tener una vida casi normal en plena guerra y lo normal en los libros ambientados en esa época es que sean tristes y trágicos.
Este libro es maravilloso, encantador y agradable con muchos personajes brillantes y citas del autor soberbias.
El libro es de de época editorial de la colección Tesoros de época, con una cuidadísima edición.

Enlace: https://youtu.be/X7pYsQ9Z8GE

No conocía ni al autora ni el título de esta novela hasta que d'Época anuncio su publicación. Me encanta poder conocer nuevos libros gracias a esta editorial y en esta ocasión me he hecho con una novela que no conocía y que al final ha terminado siendo una gran lectura.

Patricia Brent, solterona es una historia con humor, romance y que a mí me ha servido para acercar un poco a esa época de principios del siglo XX que, la verdad, no conozco mucho porque no suelo leer novelas de ese momento histórico.
En la historia se puede ver cómo Patricia vive lo que significa ser soltera, y eso que ha conseguido ser independiente con su trabajo, pero la vida no es todo lo interesante que le gustaría. Por una parte, su trabajo no la estimula y por otro la cotidianidad de la casa de huéspedes en la que vive la saca de quicio. No obstante, a pesar de sus logros personaljes, la mayoría de la gente se lamenta de que siga soltera y se preguntan por qué. Cuando ella se da cuenta de esto es cuando comienza todo y es a través de una mentira. al principio no le parece una mentira muy grande, solo debe ir al restaurante después de decirles a los demás que cenará con su prometido, pero cuando se da cuentan de que la han seguido, las cosas se complican. No voy a contar nada más sobre la trama porque creo que parte de la gracia es llegar a la historia sin saber más, tener esa curiosidad de como resolverá el problema en el que está metida Patricia.

Estamos ante una historia de enredo que se disfruta mucho, tiene humor, romance, personajes entrañables... Realmente no esperaba que me enganchase tanto pero así ha sido y la he disfrutado un montón. Creo que es, además, una lectura muy accesible y entretenida para cualquiera, así que se puede recomendar libremente.

La edición está muy cuidada, como todas las publicaciones de esta editorial y las ilustraciones a todo color son un lujo. No puedo más que estar feliz de haberle dado una oportunidad a esta lectura, la recordaré con mucho cariño.
Enlace: http://excentriks.blogspot.c..

Vaya, vaya, una solterona de 24 años! Así son las épocas. Una escalada por la vida de Patricia, destinada a ser común, trabajar de secretaria, vivir en una pensión. Y allí comienza el juego de la novela, que irá hilando con dimes y diretes. En algunos espacios se me dio algo aburrida, con tantos personajes para los que el cotilleo es su única distracción. Es breve, y la empujamos hacia el final, que prevemos feliz.