 |
Julia no es la misma. Se ha convertido en una chica insegura a la que le cuesta encontrar motivación para disfrutar de la vida como lo hacía antes. También las cosas han cambiado para Emilio, que está repleto de dudas. Vanesa, por su parte, fue la más perjudicada del grupo y le está influyendo en su relación. Un día, Julia recibe una inquietante e inesperada llamada. Hugo, uno de los compañeros de piso de Iván, le asegura que éste ha desaparecido. La joven, en principio, piensa que es una broma y no acepta. Pero su abuela Pilar, que tiene las mismas capacidades mentales que su nieta, vive cerca del edificio en el que ahora reside Iván. Julia decide pasar unos días con su abuela en la ciudad para encontrarse a sí misma. Sin embargo, no será una visita tranquila. Y es que la muerte aparecerá de nuevo en su vida. Me ha gustado mucho, más incluso que el primero. al principio parece que va a ser otro caso diferente y que no tiene mucho que ver con la primera parte, pero según avanza la historia van encajando las piezas de este puzle de cristal y todo cobra sentido y tiene relación. Los personajes, mucho más maduros, siguen demostrando cualidades que hacen que quieras seguir leyendo y sabiendo qué sienten y piensan aparte de querer saber qué es lo que está pasando. La abuela me ha parecido un personaje genial, y los guiños a Agatha Christie fantásticos. Un giro de los acontecimientos tras otro, te va dejando con la intriga y hace que quieras terminarlo pero a la vez no, el final ha sido inesperado y abierto a la tercera parte que ya tengo ganas de que salga. |
>
