Muerte en las islas

Terminado el segundo de mi querido comisario Dupin. Tenía muchas ganas de leerlo porque me encanta lo gruñón y quejica que es. Y sí, también cómo ignora al prefecto. Para eso Dupin es único.

En esta parte el caso se desarrolla en las islas Glenan, un lugar bastante diferente de Pont-Aven, escenario de la primera parte. Eso sí, ambos idílicos, aunque de forma distinta. Si bien Pont-Aven parecía un pueblo de fantasía, las Glenan parecía el Caribe.

Por otro lado, me ha gustado mucho Goulch. Sobre todo las historias mitológicas que cuenta durante la investigación y que, de algún modo, aportan un matiz encantador y mítico al lugar.

El caso, al igual que el anterior, no es ambicioso. Simplemente es un cozy mystery bien desarrollado y escrito, y muy atractivo. Engancha en las primeras páginas, y el ritmo de la investigación no decae en ningún momento.

En definitiva, es un libro perfecto para amantes del cozy mystery que busquen desconectar de la rutina literaria.

Si el primero de esta serie me gustó, este me gustó todavía mas, nuevamente nos encontramos con el Inspector Dupin, un personaje literario a la vieja usanza, donde conocemos de él solo su personalidad y su manera de resolver un caso.

Cien por ciento policíaco, con una historia redonda, bien manejada, con un final nada predecible, donde paso a paso junto con Dupin vamos conociendo los hechos, la investigación, a todos los involucrados y a los sospechosos de un asesinato múltiple y mientras eso sucede, Bannalec nos va dando pinceladas de la Bretaña Francesa, sus paisajes, su comida, su forma de vida, su cultura.

Tengo que decir que he leído varios libros donde el escritor quiere plasmar en su obra las costumbres y paisajes de un lugar, en la mayoría de ocasiones lo que logran es atiborrarme de descripciones cansadas y lejos de emocionarme por el lugar al que me quieren llevar, termino cansada y jurando no volver a leer nada de ese escritor; eso no me sucede con Bannalec, tanto en el libro anterior como en este, lo que logra no es solo llevarme con la imaginación a un lugar hermoso, es que realmente me entran unas ganas tremendas de ir allá y ver con mis propios ojos esos maravillosos paisajes que describe.

Me gusta mucho como escriben los franceses, en cada genero que he leído de sus escritores todos tienen ese toque muy particular donde saben trasmitir ese "Je ne sais pas" que tanto tienen los franceses, ese sentimiento que tanto los caracteriza.

Muy recomendable, entretenido, ligero, buena historia, bien hilada, controlada, personajes interesantes, paisajes maravillosos, una narrativa rica y ágil.
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