El secreto del faro

Muchas veces digo que los libros que llevan en su título palabras como librería, librero, libros o biblioteca, siempre me llaman mucho la atención, pero no sé si os he dicho alguna vez que me pasa algo parecido con las novelas que llevan la palabra faro o directamente la imagen de uno en su portada.

Cuando me crucé con esta novela, aunque no tenía ningún tipo de referencia sobre él, no dude ni un segundo en comprarlo y tras estar esperando en la estantería casi dos años, por fin, le llegó su momento y solo puedo decir que no estoy en absoluto arrepentida de mi compra.

"El secreto del faro" es una novela que va de menos a más hasta llegar a un maravilloso y emotivo final y que durante la lectura te transporta a la isla de Porphyry en el lago Superior en Canadá, donde transcurrirá gran parte de esta historia.

La novela está protagonizada por tres mujeres, aunque solamente dos de ellas tendrán voz (Morgan, una adolescente que no está pasando su mejor momento y Elizabeth y Emily Livingstone). Aunque la novela transcurrirá en una época actual, viajaremos al pasado a través de la memoria de Elizabeth, una de las narradoras de la novela y también gracias a unos diarios que han aparecido tras el naufragio de una pequeña embarcación en la que viajaba Charlie Livingstone, su hermano.

Elizabeth es ya una mujer mayor que vive en una residencia de ancianos cuyo destino se cruza con el de Morgan, cuando tras un pequeño incidente ésta debe reparar sus errores haciendo una serie de horas de trabajos comunitarios precisamente en la residencia en la que se haya Elizabeth.

El primer contacto entre ambas no es muy prometedor, pero cuando Morgan tras un desengaño con su "novio" acaba borracha tocando el violín (su posesión más importante junto con una serie de dibujos que siempre lleva en la funda de su instrumento) delante de la residencia de ancianos, será Elizabeth la que, al escuchar la conocida melodía que la muchacha está interpretando, acuda en su ayuda y desde ese momento Morgan se convertirá en sus ojos, ya que la anciana apenas puede ver y le irá leyendo poco a poco los diarios que su hermano llevaba a bordo del barco, llevándonos con ella al pasado, cuando su padre, Andrew Livingstone comenzó a escribirlos en el año 1917, y en el que relata cuando llegaron a la isla Porphyry, para hacerse cargo del faro allí situado.

La historia que Morgan irá leyendo quedará interrumpida cuando se dan cuenta de que falta un diario y es que en esta historia también hay un misterio que resolver y del cual no os diré nada, solamente que me ha encantado y que no aunque algo me olía, no adiviné del todo.

Me ha gustado mucho la historia de los Livingston. Ha sido muy interesante conocer las labores relacionadas con el funcionamiento y mantenimiento de un faro de aquella época (en la actualidad el faro de la novela está automatizado), pero creo que lo más importante de esta historia son las relaciones entre los personajes y algunas de las decisiones que estos toman.

Los Livingston son una familia bastante unida (y menos mal, porque en muchos momentos pasaban largas temporadas aislados) pero entre las gemelas Elizabeth y Emily existía una conexión muy especial que perdurará incluso cuando ya no vivan en la isla, pero eso es mejor que lo descubráis si le dais una oportunidad a la novela.

Me ha encantado ver cómo se iban desvelando poco a poco esos secretos que condicionaron las vidas de las hermanas y de algún otro personaje, me ha gustado mucho la evolución en la relación entre Morgan y Elizabeth y el significado de la música y la pintura en la historia.

Es una lectura que me ha ido ganando a medida que la leía. Me ha gustado la sencillez de la escritura de Pendziwol, que ha sabido crear una ambientación maravillosa que me ha transportado hasta ese precioso faro en el que me he imaginado sin ningún problema. Creo que me encantan los faros precisamente por dónde suelen estar situados, alejados de multitudes y desde luego la novela deja bien patente la sensación de aislamiento que debían sentir las familias que se dedicaban a este tipo de trabajos, aún así yo pienso en un faro y en mi cabeza sólo escucho el sonido de mar y me imagino igual que Elizabeth, llenando las horas con lecturas y paseos por la zona.

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Fue al ver la cubierta cuando decidí leer este libro. Ya sabéis que las novelas en donde hay un faro son mi talón de Aquiles.
Morgan es una chica problemática. Como método de rehabilitación la designan a la residencia de ancianos Boreal a realizar trabajos comunitarios. Elisabeth es una anciana residente en la residencia de ancianos Boreal cuyos ojos ya no son lo que eran. Un día descubre que Morgan se ha colado en su habitación y tras rescatarla de tal engorroda decide que Morgan la compense leyéndola los diarios de su padre. Y es que esos diarios puede que contengan las respuestas a algunas preguntas del pasado de Elisabeth. Gracias a esas palabras escritas en los diarios regresa a su tierra y a su juventud en la isla de Porphyry y el faro en donde vivió con su hermana melliza Emily y sus hermanos.
Esos diarios nos ponen al corriente de la historia familiar de Elisabeth y conectan de alguna manera con la historia particular de Morgan. Los dos personajes, tan diferentes como los cuervos y las gaviotas, son entrañables y vulnerables convirtiéndose en dos personajes profundos y llenos de ternura. Para ello los capítulos se irán alternando usando dos voces narrativas haciéndonos volar entre el pasado de Elisabeth y el presente de Morgan.

La ambientación principal se desarrolla en un faro a orillas del poderoso y tempestuoso Lago Superior, entre Estados Unidos y Canadá. Una ubicación más que extraordinaria en un lago que cambia con las estaciones del año y que a veces se muestra veleidoso y variable y otras veces tranquilo y acogedor. El faro como elemento de inspiración para la creación de historias, en este caso para la recreación de la vida de Elisabeth junto a su familia y la labor de farero de su padre en un lugar recóndito y aislado del resto del mundo son de una extraordinaria belleza.
La cercanía con la que la autora sabe narrar y la historia que se va componiendo a trompicones, aunque no demasiado insólita ni sorprende, son dos motivos más que suficientes para no dejar escapar esta lectura.
Una historia cautivadora y memorable en la que devoré cada dulce y mágica palabra. Un libro que hizo perderme en las tierras ficticias de la literatura en la que el misterio se esconde los diarios del padre de Elisabeth se resuelve de una manera simple y satisfactoria.
En definitiva, sin un pero en su composición y es curioso, porque, esta novela tiene algo de exótico. Quizá sea el mar.

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Ha sido una lectura muy sorprendente, en una primera impresión no pensé que me llamara la atención porque no he leído mucho en ese género pero todo lo contrario. Es narrativa pero tiene su intriga de saber cuales son los secretos familiares de los Livingstone. Esta narrado en primera persona pero a tres voces aunque en casi un 90% del libro son dos personajes, cada uno definidos en el capítulo con lo que puedes llevar perfectamente el hilo de la historia. Además todo gira en torno a unos diarios que los van leyendo y eso me ha entretenido bastante, terminaba un capítulo y no podía dejarlo, quería saber que ocurría después.A lo largo de la historia puedes hacerte una leve idea pero el giro que dio en las últimas páginas fue inesperado y que me dejaron diciendo whaaat??? Jajaja. Además el autor consigue a través de sus palabras trasladarme hasta la isla de Porphyry, porque sus descripciones son increíbles, y no sólo de los lugares sino también de los personajes.
Muy aparte de su trama, los mensajes que transmite son muy poderosos y es la lealtad en la familia o más bien dicho el amor que podemos tener a un hermano/a, nieto/a como en el caso de esta historia, aparte también de otros mensajes que como siempre digo cada libro nos transmite aquello que debemos recibir en ese momento.

Ha sido un descubrimiento totalmente para mí y lo recomiendo.

Harper Collins Ibérica nos invita a saborear y paladear una historia familiar que nos llevará a visitar los recuerdos de una anciana y su vida en la isla Porphyry en el lago Superior, en Canadá.

El secreto del faro es una novela llena de recovecos, de lagunas y de secretos que iremos descubriendo de la mano de Morgan una joven rebelde y problemática a la que pillan haciendo vandalismo en una residencia de ancianos y cuyo castigo o pena es ayudarlos.

Allí Morgan se hará amiga, poco a poco de Elizabeth, una mujer con la vista casi perdida pero con una mente muy lucida, ya no puede disfrutar de la lectura o de la pintura y se conforma con la música y sus recuerdos.

El caprichoso azar hará que la aparición de los diarios de su padre abran una puerta en su alma y tienda un puente a la joven Morgan quien junto a Elizabeth descubrirán que en la vida de las dos hay secretos y quizás sus vidas no distan tanto como ellas creían.

En esta novela la autora juega con el pasado, una época amenazada por la Segunda Guerra Mundial y con la relación muy especial de dos hermanas gemelas que aprenden el ofició de fareras de su padre, una de estas gemelas es Elizabeth, y a su vez crea un equilibrio perfecto con el presente de la joven Morgan.

La autora, Jean E. Penziwol, crea unos parajes casi fotográficos, podemos sentir a la perfección la soledad de un faro, la naturaleza fría de Canadá bajo nuestros pies, la bravura del mar.

Una novela basada en hechos reales y ficcionada con gran maestría transforma el faro real en una metáfora de la vida, de un punto fijo que ilumina el camino y a su vez otorga protección a aquellos que se cobijan bajo ella.

Una historia formada por capítulos cortos introducidos con el nombre del personaje que los narra y así página a página descubriremos muchos secretos que esconden respuestas que emocionaran al lector y lo sorprenderán.

Una lectura amena, pausada, tranquila, con un tempo relajado y profundo que invita a descubrir a la familia Livingstone y que desde ya os advierto que os arrancará alguna lágrima escapada de emoción.

No dejéis escapar la oportunidad de que este faro oculto entre papel os guie en vuestra próxima lectura.
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Hoy os traigo una historia de secretos familiares y misterios sin resolver, con el trasfondo de la segunda guerra mundial y del trabajo solitario en un faro canadiense.
Elizabeth y Emily son dos hermans gemelas especiales, Emily no habla y vive en un mundo diferente al de los demás, su faceta artística está híper desarrollada pero las tareas domésticas le cuestan y pierde la atención, Elizabeth siempre está con ella protegiéndola. Los años van pasando por la familia de ambas, todos viven en la isla de Porphyry, un lugar idílico y solitario. Tendrán que aprender el oficio de farero de su padre, y pasar por una cruenta Segunda Guerra Mundial que aunque lejana sus ecos son capaces de llegar hasta la pequeña isla.

En el presente, Morgan, una adolescente confusa y perdida hace una pintada en una residencia de ancianos, como medida de aprendizaje tendrá que limpiarla, allí conocerá a una mujer anciana con mil secretos.

He disfrutado mucho de la trama calmada que me ha proporcionado El secreto del faro, de los secretos familiares que me resultaron del todo inesperados y que hacen que la historia de giros muy interesantes. Es especial conocer el funcionamiento de un faro antiguo, la soledad de la isla y el disfrute de la naturaleza, los peligros del mar,...

La relación de hermanas entre Emily y Elizabeth es muy mágica, solo con mirarse se entienden, se apoyan y complementan, se sacrifican por algo que ellas consideran mayor y más valioso que una vida "normal".

Los misterios y secretos se van descubriendo poco a poco, no siendo hasta casi el final donde todo termina de desvelarse. Morgan tendrá un papel importante en el misterio de las vidas de Emily y Elizabeth. También la vida de Morgan tiene secretos que van descubriéndose junto con la otra parte de la historia.

He disfrutado de los capítulos intercalados entre futuro y presente, ninguna de las partes tiene mayor peso que la otra, ya que la autora da interés y equilibra todo a la perfección.

Secretos familiares, faros solitarios y adolescentes perdidas son los ingredientes de esta bonita historia.
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