Brinker Pasolargo y la isla palpitante

Brinker Pasolargo es un joven de trece años que vive en la ciudad de Ventura. Huérfano, trabaja como ayudante en la panadería del señor Scumm. Como cada día, se pasa por la plaza de los Héroes, presidida por la gigantesca estatua de Herrik el Inmortal. Herrik es el héroe predilecto de la ciudad de Ventura y, según la leyenda, lleva vivo más de setecientos años. Su longevidad, quizás, se debe a su escudo. Un escudo con un anciano de pelo hirsuto labrado en él que le protegía frente a sus enemigos.

Relacionada con Herrik hay una costumbre en Ventura. A los pies de la estatua hay un buzón donde pueden depositarse súplicas. Todos los días un viejo barquero recogía las súplicas y las llevaba a la isla cercana donde, según la leyenda, vive Herrik. Muchos turistas acuden a Ventura atraídos por la leyenda para dejar en el buzón sus súplicas. Y gracias a ello Ventura es una ciudad rica

Pero un día pasa algo horrible: cuando el barquero acude a Ventura para recoger las súplicas de ese día, le pasa algo y muere. La gente queda horrorizada. Los mandamases de la ciudad más aún. Y es que nadie se atreve a ir a la isla pues se dice que quien va no vuelve. Y si nadie va a la isla, sin nadie sustituye al barquero, los ingresos de la ciudad se van a ver seriamente mermados. Hay que buscarle urgentemente un sustituto, ya sea voluntario y obligado. ¿Os imagináis quién será? Efectivamente, Brinker Pasolargo.

Brinker coge la barca, va a la isla y allí comenzará una aventura llena de peligros en la que será él mismo el que se verá protegido por el famoso escudo de Herrik.

"Brinker Pasolargo" es una novela para niños en torno a los doce o trece años (o para adultos a quienes les gusten las novelas de aventuras). Una novela que tiene un cierto regusto a esas novelas clásicas de aventuras que la mayoría de los de mi generación leíamos cuando éramos niños. Puertos, barcos, islas, piratas, espadas, escudos, seres malvados, héroes, villanos..., seguro que todos habéis leído novelas de este estilo.

Me ha parecido una novela un tanto gamberra, con tanto malvado, tanta aventura, y esas ilustraciones que también son bastante gamberras. El escritor es también el ilustrador así que sabía perfectamente cómo quería ver a sus personajes y los escenarios que describe. Y los ve de una forma un tanto oscura. Son ilustraciones en blanco y negro, muy detallistas, en la que los personajes -salvo Brinker quizás- no destacan por su belleza sino más bien todo lo contrario. Gestos adustos y malvados y escenarios oscuros por doquier. Y todo esto le va perfectamente a la historia.

La novela combina la narración con el diálogo y la lectura está amenizada con ilustraciones, palabras en negrita y en mayúscula. El libro resulta fácil de leer pero sí requiere soltura en la lectura por lo que, en general, creo que la edad que indica la editorial -doce o trece años- es la indicada.

Si a vuestros hijos les gustan los libros de aventuras, quizás les gustaría conocer a este Brinker Pasolargo y la multitud de aventuras que va a vivir en la Isla Palpitante.