Otra vuelta de tuerca

Reseña en IG @angela.lectoravoraz

Una institutriz, halagada por la confianza que el señor de la casa ha depositado en ella, entra a trabajar para hacerse cargo de prácticamente todo, principalmente, de los sobrinos del señor, Flora y Miles. Los niños son, sorprendentemente, angelicales, sobre todo sorprende en el caso del niño, puesto que, por circunstancias que se desconocen, ha sido expulsado del colegio.

Personajes: aunque al principio la historia la narra otro personaje, lo cierto es que tenemos como única narradora a la institutriz. Es una mujer que realmente quiere hacer bien su trabajo y proteger a los niños para los que ha sido contratada, pero también es un personaje con diferentes capas. Difícil de clasificar. En realidad todos los personajes de este libro son así. Esto complica la labor de conectar con ellos, aunque esto no me ha dificultado la lectura.

Trama: mi parte favorita del libro, sin duda. Una mansión encantada. Fantasmas. Un aire de misterio que rodea a la gran mayoría de personajes del libro. Realidad difícil de discernir. Juega constantemente con el lector, por algo es terror psicológico; aunque esto también lleva muchas veces a confundir, quizás demasiado al lector.

Ritmo de lectura y narración: mi gran pero a este libro es la forma en la que está escrito. Dificulta realmente la lectura y la comprensión de esta. Lo cual es una pena, porque la trama es realmente interesante; pero supongo que es lo que pasa con algunos clásicos. Incluso tenía que releer ciertas partes. Esto, evidentemente, hace que a pesar de ser un libro corto sea una lectura lenta.

Mención especial a edición, en tapa dura y con ilustraciones muy acorde al tono del libro.

Conclusión: si eres un amante de los clásicos, del terror psicológico, los personajes complejos y de las ediciones ilustradas: este es tu libro.

Había leído mucho acerca de esta novela y cuando a veces leo con mucha expectativa y no es como lo tenía en mi mente me frustro y no disfruto nada. No pude sentir ningún tipo de miedo, sobresalto o nada parecido. Tal vez una segunda lectura me haga cambiar de opinión.

¿Por qué me animé a leer este libro? Pues porque soy tonta y no lo relacioné con la serie La maldición de Bly Manor hasta que ya fue demasiado tarde.
Aunque la serie no es una copia fiel del libro, ambos consiguieron aburrirme mortalmente. Bueno, quizás no tanto, pero si es cierto que hubo partes que me resultaron demasiado largas.
Lo que más me gustó es que se trata de una historia dentro de otra historia: pues nos narran el manuscrito que dejó la institutriz encargada de cuidar a Miles y Flora.
Seguramente, haber visto la serie poco antes solo sirvió para quitarle impacto a las sorpresas que este libro me pudieran deparar, pero aún y así siento que de todas formas no habría sido una lectura de mi agrado... es más, en la serie le dan un giro nuevo a la historia que me gustó bastante y que esperaba encontrar en el libro (mi gozo en un pozo).
Quizás solo me cogió en un mal momento y en un futuro si me animo a releerlo me sorprendo, pero en esta ocasión no veía la hora de terminarlo.
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En ocasiones me ha resultado un tanto intrincado. No la trama, que es simple, si no las interminables digresiones de la protagonista. Hay que añadir a eso un estilo literario ya en desuso, con expresiones poco veraces y recargadas. No, no ha conseguido mantenerme ligado al libro. Mi mente se evadía durante eternos soliloquios que pocas veces aclaran algo. Parece un ejercicio de estilo, un juego literario del Sr James más que la intención de contar una historia. En ocasiones me ha dado la impresión de que era más un importante el cómo que el qué. O quizás sea que no está hecha la miel para la boca del asno...como pienso a menudo.

Vaya, creo que puedo imaginarme, lo que este tipo de historia haya producido en los lectores de su a época; seguramente, para nuestra época es otro libro de suspenso psicológico, pero pensándolo en la época en que se publicó, creo que debió haber sido tan original, tan cautivante y tan voz populi, que es de admirar su originalidad por ese hecho. Una historia muy bien escrita, fácil de seguir auque por momentos se extiende sobre los mismos puntos o enfoque de manera innecesaria, pero a la vez cautivante porque quisieras que la historia avanzará y los misterios encerrados en tantos juegos de palabras salieran por fin a la luz, y lo más interesante es que al final el escritor deja en manos del lector darle sentido a todo lo que ocurre, dejarle en libertad de interpretar las palabras, y sobre todo lo que no se dice; y el final, en parte abierto, es totalmente inesperado (al menos para mí) y sorpresivo, vaya que final! , un final del que quisieras saber que más pasaría después, y no saber qué más pasó para que terminará así.

Con esta primera lectura de año, también me he llevado la primera decepción del año. No sabría decir si por las altas expectativas que me había creado con el tiempo de espera del libro en mis estanterías o por la historia en si misma pero no ha sido lo que esperaba. La he encontrado densa a pesar de las pocas páginas que comprenden el relato. Cierto es que es un clásico con lo que ello conlleva. La forma de narrar de la mayoría de clásicos está llena de florituras innecesarias que entorpecen la lectura más que ayudar a la comprensión. Como en este caso, incluso los niños tienen esa forma redundante de hablar impropia de su edad. No diré que ha sido un fracaso total. En si, la trama, es interesante. En si, la historia me ha gustado pero se me ha hecho pesada. Tampoco ayuda a que me quede un buen sabor de boca ese final tan poco explícito. He sentido que la tensión que crea el libro es muy irregular. al inicio esa tensión es inexistente. A medida que avanzamos la historia, va in crescendo pero de desinfla de nuevo. Solamente la última línea ha hecho un apunte final que no he entendido como necesario pero que tampoco esperaba, así que me ha sorprendido. Ciertamente desconozco si mi opinión respecto a este libro es popular o impopular. Os animo a que si os gusta el terror, el terror clásico, os animéis con él.

Este es otra novela de su colección austral esenciales. Pequeñitos y muy cucos que caben en cualquier sitio y con apenas 147 páginas. Como en otros libros se compone primeramente de una pequeña biografía del autor, este en particular viene con una nota a esta edición y seguido de la novela.

Un clásico del mundo del terror psicológico y misterio que no conocía y me ha gustado bastante.

La historia empieza cuando una institutriz llega aun casa de campo donde debe cuidar de una niña llamada Flora y de su hermano, Miles, ambos huérfanos de padres, el cual es expulsado del colegio por un motivo algo ambiguo que podremos ir conociendo a medida que leamos la historia. El único requisito que le piden es que no moleste al tio de los niños con cualquier motivos sobre los mismos. le da absoluta libertad para criarlos como quiera. Pero lo que a ella le parecen dos angelitos y algo bueno se irá convirtiendo en algo aterrador.

Encontrará a una amiga que escuchará sus historias, miedos y visiones en el ama de llaves que lleva años trabajando ahí y iremos descubriendo que o quien se encuentra en estas apariciones fantasmales
que hay en la obra.

No os puedo contar más ya que es muy cortita y se lee súper rápido, además la traducción facilita mucho la lectura de la misma.

Con sus casi 120 páginas me ha tenido descolocada. Reconozco que el estilo de Henry James, con frases excesivamente largas y enrevesadas, no ha conseguido conquistarme. Ha habido párrafos que he tenido que leer dos veces y, aún así, a veces no llegaba a comprenderlos del todo. No es por el vocabulario que utiliza, es por la construcción de sus oraciones.

Una vez que dejamos a un lado el "problema" de la manera de escribir de este autor, tenemos una historia distinta, dura y, en cierta manera, cruel. Perdida entre los pensamientos de la institutriz, he esperado encontrar el sentido al final, pero no lo he conseguido. Es verdad que hay un enorme trabajo de personajes, y una gran carga psicológica; es verdad que te hace trabajar mucho mientras lees (por eso creo que me ha costado tanto tiempo terminarla), y tu cabeza no para de buscar respuestas a todo; todo eso es verdad, pero, a pesar de que Henry James no utiliza ninguna palabra sin motivo, lo que debería agradecerse, no puede convertirme en seguidora de su prosa. Se me ha hecho un poco cuesta arriba esta novela.

Esta lectura te deja sin respuestas a todo lo que esperabas solucionar. ¿Existen esos fantasmas en la realidad o solo están en la cabeza de nuestra protagonistas? ¿Son malignos los niños o la institutriz aporta un significado muy particular a todo lo que ve? ¿qué ocurre con nuestros personajes después? ¿por qué ocurre todo? (esta última, para mí, ha sido de las más importantes)

Bueno, tengo que reconocer que la parte final de la historia me ha sorprendido un montón. Podía intuir algo, pero no que fuera a terminar así. En estos momentos no sé qué pensar.

Me he puesto a investigar sobre Henry James en Internet y lo más curioso es que esta historia se considera una de sus más accesibles y comprensible, así que no quiero ni imaginarme cómo serán las demás... Bueno, si tras mi pequeña opinión no os animáis a leerla, hay varias películas basadas en esta novela. Puede que os interese saber que ha influido enormemente en directores como Amenábar... casi puedes reconocer momentos en Los otros... por lo menos, la casa me la he imaginado igual, y a la otra institutriz muerta como a Nicole Kidman, toda vestida de negro.


Enlace: https://millibrosenmibibliot..

Título: Otra vuelta de tuerca
Autor: Henry James
Edición: 1ª ed. 1ª reimp.- Caseros Bs.As. : Gradifco, 2008
N° de páginas: 159
Otra vuelta de turca (1898) es una novela desconcertante en la que la fantasía, las obsesiones y los temores de los personajes llegan a transformar la realidad y la convierten en algo incierto, misterioso e inexplicable. Las contradicciones, las sutilezas y los silencios de la narración atrapan al lector en el laberinto inextricable que une la vida y la muerte, y dejan que sea el quien lo recorra de forma activa y encuentre la salida.
El misterio, es uno de los factores principales en esta novela, y la encontramos desde el título. En el comienzo de la novela nos encontramos con el narrador y otros amigos que, invitados en una vieja casa, alrededor del fuego, asisten a una velada en vísperas de navidad. Uno de los invitados cuenta una horrible historia en la que un niño tiene una terrible visión de un espíritu. Esta historia deja muy pensativo a Douglas, uno de los asistentes, quien antes de terminar la velada estimula la curiosidad de la concurrencia y la nuestra propia al decir que “no es el primer caso que conozco en que se involucre a un niño. Si el niño produce el afecto de otra vuelta de tuerca, ¿Qué me dirán de dos niños?-Por supuesto -exclamo alguien-, diríamos que dos niños significan dos vueltas”. Aunque no es devela el misterio del título, solo es una de las tantas formas de jugar con las palabras para que empecemos a pensar e imaginar. Douglas (quien es el comensal que dijo conocer otra historia), les promete contarles los hechos a los que se refiere y lo emplaza para os noches después en que ya habrá hecho traer de su casa de Londres los papeles en los que se cuenta la historia.
A partir de aquí, el resto de la novela es la crónica de los sucesos en la transcripción, relatados por el narrador a quien Douglas, poco antes de morir y cuando ya sentía cierta su muerte, le entrego el manuscrito. Escrito en primera persona por una joven institutriz proveniente de una humilde familia que es contratada por un hombre adinerado para cuidar de sus sobrinos, quienes son huérfanos y viven en una suntuosa residencia en el campo, junto al resto de los empleados. La única condición que le impone es que no debe ser molestado bajo ningún pretexto. La joven, de la que nunca conoceremos el nombre, acepta el trabajo como un desafío, un reto personal que debe llevar a cabo. Una vez instalada en el lugar, traba amistad con el ama de llaves, de quien se volverá inseparable. Y ya que hablamos de fuertes vínculos, es necesario mencionar que el cariño y la protección que brinda la institutriz a Flora y Miles, los dos pequeños, tiende a volverse excesiva por momentos. Esta situación empeora cuando la institutriz es testigo de una extraña aparición en la casa. Cuando se convence a sí misma que puede tratarse de un invasor ocasional, divisa un segundo espectro, ésta vez una mujer. Para su asombro, al describir ante el ama de llaves la apariencia física de estos dos seres, descubre que solían trabajar en la casa, hasta que ambos murieron en extrañas situaciones. Lo que sucederá de ahora en adelante, para sorpresa del lector, será la repentina reacción contradictoria de la institutriz, quien dejará de temer a los muertos, para velar por la seguridad de los vivos. Los niños se han vuelto su única motivación, lo cual podemos atestiguar dada la completa dedicación y devoción por su trabajo.
En este punto, se generan dos situaciones: en primer lugar, la protagonista deduce que los fantasmas han vuelto a la casa para hacerle daño a los niños y cree que su tarea es impedir su contacto con ellos, por lo que la guardia estará en alta. Esta hipótesis mutará a la idea de que en realidad los espectros vienen a germinar una semilla de maldad en los niños, y que ellos se encuentran en predisposición ante la situación, pero lo ocultan, cree que los pequeños pueden ver sus siniestras presencias pero lo disimulan con un torbellino de dulzura e inocencia.
El ambiente creado por James es magnífico, compuesto por elementos propios del estilo gótico que, aunque no provoque el horror y el espanto que el lector comúnmente espera cuando se promete una historia de fantasmas, convierte la atmósfera en cuna de un estremecimiento y turbación psicológica. La ambigüedad de la historia, dada por la singularidad del relato y la compleja construcción de los personajes, vuelan la cabeza de cualquier lector: una parte nuestra sigue el hilo a la protagonista, intentando, muchas veces en vano, justificar su postura obsesiva, manipuladora y completamente desequilibrada, dejándonos embaucar con una prosa engañosa. Por otro lado, nuestro sentido común prefiere desconfiar y dejar la fantasía de lado, aunque la lógica pueda quedar fuera de juego. El efecto que produce la obra, una vez finalizada, es una representación muy acertada del modelo de la relación lector/libro.
A veces creo que es necesario no dar por sentado lo que nos brinda una primera lectura, sino indagar un poco más entre líneas, replantearnos el discurso del autor y analizar los hechos desde más de un punto de vista porque, recordemos, mientras haya más de un lector, las interpretaciones variará inevitablemente. Por esto creo que es una obra extraordinaria, una novela de aprendizaje para un buen lector y de un gran cuestionamiento, aunque esto nos deje con demasiadas preguntas y casi ninguna respuesta. Y si lo miran desde el lado positivo, contamos con total libertad de especular y usar nuestra inventiva para cerrar todas aquellas puertas que James dejó abiertas. Siempre habrá una pieza sin encajar, pero es agradable intentarlo.
En definitiva, en Otra Vuelta de Tuerca, Henry James hace gala de su genialidad al ofrecernos a la misma vez una novela gótica y un thriller psicológico. La perdurabilidad de la fama de esta obra se debe, en gran medida, a la cantidad de lecturas que nos ofrece y no han sido pocas las personas que han ahondado en todas y cada una de sus interpretaciones y que incluso las han llevado a la gran pantalla.

Nos encontramos con una institutriz que, con la confianza del señor de la casa, se hace cargo de sus dos sobrinos, Flora y Miles. Los niños son un tanto raros, pues su actitud no va muy acorde a la edad que tienen, muy educados y con una belleza exquisita a ojos de todo el mundo.

La historia en sí está muy lograda, una mansión con fantasmas, muchos secretos y cosas que te hacen romper los esquemas. Realmente estamos hablando de un libro de terror psicológico, pues en algunos tramos estás realmente en tensión.

Una de las cosas que me ha dificultado la lectura es su manera de estar escrito, es muy acorde a la época en la que sucede y la manera de narrar no es algo a lo que estamos acostumbradas. No obstante, al ir leyendo la dificultad de este disminuye, ya que vas acostumbrándote.

No puedo decir que lo haya disfrutado del todo, pues ha sido una lectura muy poco fluida, he tenido que releer varios capítulos para entenderlos del todo bien y al llegar al final de este me ha dado la sensación de que me faltaba algo y dejando sitio a varias interpretaciones.

Algo de lo que estoy maravillada son de las ilustraciones que acompañan esta obra, muy logradas y acordes al libro, con el toque adecuado para mantener la tensión.
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