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La historia podría dividirse en dos partes. Por un lado tenemos una velada de amigos que se reúnen para contar historias de miedo y en la que uno de ellos afirma tener un manuscrito de una institutriz que vivió una experiencia fantasmal real. A continuación, nos encontramos con la lectura de ese manuscrito, que narra en primera persona la joven institutriz que es contratada para cuidar a dos niños ante la falta de compromiso de su tutor de hacerse cargo de ellos. Para ello se traslada a la mansión de Bly, donde conoce a Miles y Flora, los dos hermanos, y a la señora Grose, el ama de llaves. Sin embargo, parece que hay dos inquilinos más en la casa dispuestos a perturbar la tranquilidad mental de la protagonista y a dañar a las criaturas. El señor Quint, antiguo ayuda de cámara del tutor de los niños, y la señorita Jessel, antecesora en el puesto de la protagonista , son parte del pasado tormentoso de Bly, cuya influencia fantasmal va, poco a poco, afectando a la institutriz. Pero... ¿Podemos fiarnos de la institutriz? ¿Realmente Miles y Flora ven fantasmas? Existen muchos momentos en la narración que nos hacen dudar de la lucidez de su narradora pero lo que si nos queda claro es la lucha de la institutriz por preservar la candidez de los niños de los antiguos y corruptos sirvientes, ya difuntos. . La historia me atrapó desde la primera página y sé que volveré a leer más de Henry James pero también me ha parecido muy ambigua. de hecho, cuando llegué al final me quedé a cuadros, todavía me quedaban dudas y aún no sé si todo tiene un sentido literal o si el autor se las ingenió para que casi cien años después de su muerte la gente se siguiese rompiendo la cabeza con conjeturas y suposiciones. |
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