Londres

Tanto los amantes de la literatura de Henry James como los apasionados de Londres como ciudad disfrutarán de esta lectura, corta pero pausada, de las que no se leen del tirón, ya que en ella James acumula un montón de retazos, anécdotas, opiniones e indicaciones en general sobre la capital inglesa, y sobre todo acerca de cómo era en la época en la que el autor vivió esta ciudad.

Para empezar, diría que es muy recomendable haber visitado Londres para disfrutar de este libro al cien por cien. Cada sitio que el autor describe y revisa puedes evocarlo en tu cabeza si has tenido la suerte de pisarlo. Por supuesto, hablamos del Londres del s.XIX, lo cual lo hace incluso más interesante, porque al menos yo no dejaba de comparar en mi mente lo que James nos contaba de sitios como Picadilly Circus o Hyde Corner con esos mismos sitios en la actualidad, tal y como los visité. de la mano de James descubrimos un Londres que es el mismo y muy diferente del que verá el turista moderno.

Por supuesto, no sólo conocemos Londres como ciudad sino una amplia descripción de lo que era su sociedad en la época. Claramente lo que predomina aquí es la visión de los londinenses acomodados, puesto que James era uno: lo que hacían, lo que visitaban, las idas y venidas al campo, las fiestas, las visitas de sociedad, etc.

La visión de James sobre Londres en esta obra es, como poco, peculiar: como americano de nacimiento se ve que está claramente fascinado por la vida inglesa auténtica, y por ello vemos como ensalza Inglaterra sobremanera a veces, y excusa una y otra vez hechos que, en un principio, comienza criticando. También vemos cómo el autor se deja llevar por el clasismo, que no sería raro entre sus allegados, pues para el Londres más pobre y menos glamouroso no tiene tantos elogios.

Si tuviera que destacar algo de este libro es que, una vez más, James demuestra por qué su narrativa es famosa, y es que escribe (y describe) de una forma fascinante, con metáforas muy precisas, bien planteadas y hermosamente expresadas, sin llegar a la pedantería. Muchas me han hecho pensar: "Ah, sí, este sentimiento es exactamente como él lo expresa, pero nunca lo había visto descrito con tanta claridad".

En fin, puede que 'Londres' sea una obra menor dentro de las que se conocen del escritor, pero es una de las que mejor describen al autor como entusiasta de una ciudad que vemos aparecer en toda su obra una y otra vez.