La esfera celeste

Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía 

Disfruto de la magia y la prestidigitación que es capaz de lograr una buena novela. Navegando por la web de la editorial Kalandraka a simple vista no reparé el libro que hoy os traigo. Esta novela puede que pase desapercibida por la gran mayoría de los lectores, como me ocurrió a mí. ¿El motivo? Quizá la poca visibilidad y/o publicidad o porque los lectores de novelas buscan sus próximas lecturas entre las más leídas o en editoriales de más renombre. Pero para eso estoy yo aquí, ¿no?. (ja, ja,ja)

Resumen: Angus es un niño que vive en la isla de Santa Elena al que se le asigna la tarea de anotar los pájaros de día y todo lo que pasa en el cielo por la noche. Se ha convertido en el anotador del señor Hawley, astrónomo de profesión y maestro fortuito de Angus. Estamos en el año 1679, en el inicio de la Ilustración y en una isla británica en medio del océano Atlántico.
La esfera celeste es una novela larga. Sí, bastante larga comparada con las trescientas y pico páginas que suele tener una novela convencional. Con sus quinientas sesenta y seis páginas es una lectura densa y abundante en detalles, con una voz narrativa particular a cargo del pequeño Angus de ocho años y una ambientación que raya la excelencia. 

Es cierto eso que dicen que la historia depende de quién la cuente y esta historia está contada por Angus que se convierte en el personaje principal, cuya voz narrativa en primera persona narra las aventuras en su pequeña isla y las anécdotas como anotador en una población en la que apenas sabían leer y escribir. Pero su mundo se expande, y para no hacer spoiler, solo diré que las aventuras van más allá de su pequeña isla atlántica, cuando Agnus se va haciendo mayor. de aquí diré que me ha gustado el estilo narrativo, el ritmo pausado de la narración. Además el texto da la impresión de ser narrado a modo de diario, una técnica bastante efectiva para llegar directamente al lector. 

Los temas de los que tratan son diversos entre los que destaca la ciencia y la religión, la superstición, la creencia y la cultura en poblaciones de pequeño tamaño y aisladas, la esclavitud en el siglo XVII, ya en  los albores de la Ilustración, etcétera. Para ello, el autor se sirve de diferentes personajes, de Angus, de su madre y sus hermanos, del pastor de la congregación, del gobernador de la isla, del señor Hawley y su ayudante Clarke, o incluso de la isla de Santa Elena o de la mismísima Inglaterra, que tendrán un peso importante en toda la novela.

Los capítulos son cortos pero es aún más importante destacar la magnífica prosa. También a tener en cuenta la sabiduría y los conocimientos que encierra esta novela de principio a fin. 

Además, con novelas así, siempre tenemos la posibilidad de otear otro país donde nunca hemos estado. La ansias de viajar se pueden remediar leyendo que es otra manera de viajar más rápida y económica, y no solo se puede viajar en el espacio sino también en el tiempo. Y como soy una viajera incorregible con La esfera celeste he podido viajar mucho y bien. 
Conclusiones: Una novela que merece mucho la pena, mucho, mucho. Eso sí, una novela para leer con calma y con pausas. 

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