Es difícil leer la realidad de tu país, de su sociedad tan putrefacta, tanto que parece ficción. Si eres venezolano lo lees, lo entiendes y hasta te saca unas buenas carcajadas, pero si tienes otra nacionalidad juras que es un libro de fantasía/ficción. Doloroso pero muy real, con una descripción muy cercana a la vida de muchos que espero en lo más profundo de mi corazón que paguen algún día tanta desvergüenza, tanta injusticia y tanta inmoralidad. Tengo sentimientos encontrados con respecto a esta lectura, pero me quedo con la visión de que es una crítica, una denuncia a lo que viene padeciendo mi país y lo mucho que tenemos que seguir trabajando para reconstruirlo y aportando para que sane.
|