La memoria secreta de las hojas

No sé si será fácil o difícil escribir una autobiografía, teniendo en cuenta que conoces de primera mano todos los detalles acontecidos, pero por otro lado quizá no seas lo más objetivo posible. He estado reflexionando mucho acerca de este tema mientras leía este libro, pero de una cosa estoy segura: si no eres muy famosan pero añades algo interesante al libro que no sea sobre tu vida, seguro que llama la atención del lector. Y esto es que lo la autora ha hecho en este libro. Ha ido describiendo su vida, momento por momento, problemas y alegrías, metiendo de vez en cuando anécdotas sorprendentes acerca de las plantas. Y de este tema sabe mucho.

La empatía de las plantas con sus compañeras, la ayuda que reciben los pimpollos de sus padres y madres, los desafíos a los que se enfrentan las plantas dependiendo del medio en el que vivan, la rebeldía de algunas de ellas… y una infinidad de temas divertidos y entretenidos acerca del mundo vegetal, son tratados en este libro con la misma importancia que la vida de la propia autora.

Además, me ha resultado ameno el haber podido leer acerca de la historia de una amistad, entre la autora y su mejor amigo y compañero de trabajo. Normalmente estamos acostumbrados a leer sobre historias de amor, y la verdad es que según iba avanzando el libro solo pensaba: «ojalá esto no termine en boda». No tengo ningún problema con el amor, pero me siento saciada con historias de este tipo, y esta me ha resultado fantástica porque desarrolla todas las fases de la amistad.

Ha sido una lectura amena y agradable, de la que no me ha sobrado ni faltado nada. Creo que es entretenido saber sobre la vida de esta científica, con sus problemas porque es mujer y no la tenían en cuenta para nada, sobre todo durante sus primeros años de profesión, y a la vez aprender curiosidades sobre las plantas y la ciencia. Un libro recomendable, desde luego.

La memoria secreta de las hojas de Hope Jahren
¿Cómo llegué a este libro? Fue una recomendación de una amiga casi “alemana”, está en un curso de literatura y naturaleza y fue una de las lecturas que comentaron.

No sabía nada del libro ni de la autora y resulta que, en 2016, la revista Time nombró a Hope (geobióloga) una de las «100 personas más influyentes del mundo».

La novela es una biografía científica. Nació en Minnesota, de familia escandinava, la benjamina de 4 hermanos. Nos relata su vida, junto con sus experimentos y experiencias personales y profesionales desde sus comienzos hasta 2016, cuando se instala en Hawái (según nos cuenta en el prólogo), mezclado con todo tipo de curiosidades de la naturaleza.

Opinión personal: Si te gustan las plantas y la naturaleza y eres curiosa/o la disfrutarás como yo. Me impresionan este tipo de profesionales, que tienen tan claro a qué se quieren dedicar y luchan contra viento y marea, contra los hombres de su generación… para lograr su sueño. Consiguió dedicarse a la “ciencia movida por la curiosidad” (término que desconocía).
A pesar de contener datos científicos, están narrados de forma muy sencilla para que todos aquellos que desconocemos esos términos los entendamos.

Su madre fue listísima pero no pudo estudiar física porque, por entonces, la universidad era solo “espacio de hombres”.

Algunas curiosidades que encontraréis:

Los árboles tienen tantas hojas como pelos tenemos los humanos.

En cuanto a los arces, sus hojas pesan más de 15 kilos, contienen sacarosa suficiente para hacer tres tartas de nueces y almidón con tanta celulosa como para hacer 300 folios… su única fuente de energía es el sol. Absorbe 30.000 litros de agua y los evapora. Es la cantidad que necesitan 25 personas en un año.

Gracias desde aquí a Hope Jahren, esta geobióloga estadounidense que, con esta novela, ha sido capaz de contagiarme su amor por las plantas y la ciencia.

Sólo una pega: me gusta mucho más el título original “Chica de laboratorio” que el de la edición española.

Reseñas completas en mi blog:
Enlace: https://www.cruzromon.com/la..