Seis siglos después del nacimiento de Cristo, los habitantes de la isla santa de File todavía viven la fe de los antiguos egipcios con la pureza de una regla inmemorial, aunque el cristianismo haya conquistado ya al país entero. Isis, superiora de las sacerdotisas del templo de File, desafía, con el apoyo y amor incondicional de Sabni, al poderoso obispo Teodoro, jefe espiritual y dueño de aquella olvidada región del sur, en los confines del Imperio.