Asesinato para principiantes

Estamos acostumbrados a libros o series de TV que cuentan investigaciones de casos abiertos, casos que llevan en el cajón años y que un avispado investigador resuelve con pistas frías y testigos con mala memoria a corto plazo y muy buena a largo (nótese la ironía).

En este caso se trata de todo lo contrario: el caso está resuelto; el criminal identificado y condenado públicamente, que no legalmente. Y ahí es donde entra una joven estudiante en su último curso de instituto, Pip, que como proyecto final decide revisar la investigación porque su intuición le dice que el culpable no lo es tanto.

Narrado en primera persona por la protagonista, el libro alterna capítulos de la trama con páginas del trabajo de Pip en el que va registrando sus progresos.

El lenguaje es muy coloquial, propio de alguien de su edad, lo que le da realismo a la narración.

El libro es de lectura ágil, ameno, con un toque de chica conoce a chico sin llegar a entrar en temas pastelosos, lo cual agradezco. Y te deja con un buen sabor de boca, con el gusto de un buen libro y con ganas de saber cuál será su próxima aventura.