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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
18 December 2017
Volvemos por nuestros fueros, que entre unas cosas y otras ha sido mes y medio el que hemos dedicado a Jane Austen, y ya va siendo hora de que retomemos el ritmo normal del blog... y lo hacemos con una novela un poco fuera de lugar teniendo en cuenta la que está cayendo en la calle.

Mi intención era, tal y como está mandao, leer Misterio en blanco en Navidad... pero la del año pasado, claro, que fue cuando lo compré xD. Y aquí me tenéis, reseñándolo en agosto a cuarenta grados. Como es normal, me ha dado tiempo a leer algunas reseñas durante estos meses, todas bastante buenas, y yo que adoro esta colección, que estaba enamorada de la cubierta... pues como que tenía las expectativas a la altura de la cumbre del Kilimanjaro. No voy a decir que el batacazo ha sido grande porque la historia en sí es pasable, se puede leer, pero sí que debo admitir que es el que menos me ha gustado de todos los que he leído hasta ahora de esta colección de clásicos policíacos de Siruela. Con lo preciosísimo que es ese cottage nevado...

Es el día de Nochebuena, y la tormenta de nieve dura ya varios días. Una serie de viajeros han tomado el mismo tren con diversos destinos en la estación londinense de Euston (no St. Pancras, por cierto, como reza la sinopsis oficial del libro). Comparten vagón los hermanos Carrington, David y Lydia; Robert Thomson, un mediocre oficinista que va a pasar el día de Navidad con su tía; Jessie Noyes, una despampanante corista de camino a una importante audición; el señor Hopkins, un viejo pelmazo y gruñón con afición por las señoritas guapas; y el profesor Maltby, miembro de la Real Sociedad de Psicología (aunque incomprensiblemente se comporta y se conduce como un parapsicólogo, que no es lo mismo). Cuando el tren se detiene debido a la tormenta de nieve, los pasajeros del vagón comienzan a plantearse salir de él para buscar a pie otra estación y otro tren que pueda llevarles a sus destinos. Dudan, la nieve está muy alta, hasta que de repente el profesor Maltby ve a través de la ventanilla algo entre la nieve (¿un fantasma? ¿una persona de carne y hueso?) y sale corriendo fuera del vagón adentrándose en plena tormenta. Los demás, salvo el viejo pelmazo, no tardan en seguir sus pasos, aunque ya no consiguen localizarle.

Tras perderse en la nieve, dan con un cottage vacío que parece haber sido abandonado solo unos instantes antes, pero... ¿dónde va a ir nadie con la que está cayendo, si apenas se puede andar? Sea como fuere, ellos entran y toman posesión de la casa, y allí empiezan a notar cosas extrañas: puertas cerradas tras las que se oyen ruidos raros, la mesa con el té servido y dispuesto, un cuchillo sobre el suelo de la cocina... Mientras, empieza a haber cierto baile de personajes que comienzan a entrar y salir de la casa por diversas circunstancias: en unos casos ya son conocidos por el lector, en otros son desconocidos y para no estropear el avance y las sorpresas de la historia no debo nombrarlos aquí. Sí que es cierto que determinados personajes toman las riendas de la situación y la trama, y otros son discretamente apartados de ella y relegados por una u otra circunstancia cuando no pueden aportar mucho más y su presencia resulta prescindible.

La presentación de la historia como tal me ha gustado mucho, así como el modo en que Farjeon envuelve todo el misterio alrededor de la cabaña y la incertidumbre que viven varias personas que no se conocen de nada y que se ven obligadas a compartir techo sin posibilidad de huida. Ha sido a partir de estar ya todos (o casi todos) acomodados en la casa cuando comienza a tambalearse un poco la trama.

Le he visto dos problemas principales a esta lectura, aunque los dos derivan de lo mismo: el tinte "sobrenatural" de la historia. Y esos dos problemas son el uso que el autor hace del profesor Maltby para crear esa atmósfera supuestamente tenebrosa, y el pluff enorme y general en que queda el asunto, sin poder extenderme más. El profesor Maltby se las da de misterioso desde su primera línea en el libro; ve cosas, intuye cosas, percibe cosas, bladibladibla... llega a la casa, más de lo mismo. Comienza a deducir escenas y situaciones que no sabes de donde salen salvo que la ciencia infusa tenga algo que ver en lo paranormal, y todo eso queda en la nada más absoluta. No me he creído a este personaje, todavía me pregunto para qué sirve esta subtrama, y se me hacía pesado a ratos cuando se ponía con sus elucubraciones y sus sensaciones de otro mundo.

El resto de personajes en general tampoco tienen nada que los haga destacar, pero en este tipo de historias siempre suele ser así y no se les puede pedir más de lo que dan: las pautas y excusas para hacer avanzar la narración. ¿La resolución? Pues normalita. de la Golden Age salieron libros y autores como churros; unos pocos de ellos alcanzaron la gloria de la fama y siguen vigentes hoy en día, y el resto duermen a la espera de que se recuperen sus obras y reciban su pellizquito de reconocimiento como pertenecientes a un movimiento literario que algunos, como es mi caso, adoramos. La Golden Age es la base para toda la literatura de detectives, novela negra y thrillers que tan de moda sigue hoy en día, pero ocurría entonces como ocurre ahora, que hay mucha paja entre los lingotes de oro.

Que no digo que sea una mala historia, pero me parece muy desaprovechada. La ambientación, cogiendo a varios extraños, encerrándolos en una casa donde parece que les estuvieran esperando pero que al tiempo parece abandonada, donde se intuye que ha sucedido algo, y donde además están completamente rodeados por una infernal tormenta de nieve que les augura días encerrados sin poder huir ni escapar... pues eso, es una ambientación muy buena y una premisa muy, muy interesante para quienes nos gustan estos misterios de las primeras décadas del siglo XX. Pero el desarrollo para mí no está a la altura: le falta enganche. Por aquí no puntuamos, ya lo sabéis, pero de hacerlo, este sería el típico libro que se llevaría un 5 de 10. O dos estrellas y media de cinco. O algo así. Se lee, entretiene, la ambientación es buena, pero poco más.

En definitiva: ambientillo navideño fantástico, localización en el cottage aislado muy bien pensada, pero trama simplemente aceptable. Está claro que lo mío es ir contracorriente, pero prometo que no lo hago a propósito. Me lo pasé pipa con Un hombre muerto, y sin embargo, por lo que he ido leyendo en otras reseñas, a la gente no le hace mucho tilín; a mí este Misterio en blanco se me ha hecho aburridillo a ratos, y a la gente le ha gustado más... Voy a tener que hacérmelo mirar :)
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