Hillbilly, una elegía rural: Memorias de una familia y una cultura en crisis

En los últimos meses se ha hablado mucho sobre las elecciones estadounidenses, en especial buscando el porqué del gran apoyo que había tenido Trump. Ha habido varios libros que se han mencionado al tratar de describir a ese electorado y uno de ellos es éste, que además cuenta con una reciente versión cinematográfica. Yo también sentí esa curiosidad y, al tener la oportunidad de emplearlo para un par de retos literarios, lo escogí. Aquí tenemos las memorias de alguien que se incluye a si mismo dentro de los hillbillies, gente blanca de clase trabajadora que vive alrededor de los Montes Apalaches; algunos pasajes parecen sacados de algún telefilme, pero no, son reales, por eso y por los numerosos estudios que menciona acerca de la comunidad a la que pertenece por nacimiento la lectura debe hacerse con calma, a fin de asimilar dicha información, algo que en ocasiones hace pesada le lectura. Querría decir que he empezado a comprender a ese colectivo, ya que el autor tiene la experiencia propia y la investigación externa a su favor...

Ensayo donde el autor nos muestre desde su experiencia personal, el motivo por el hundimiento de la clase trabajadora blanca americana, que antes formaba parte de esa tan retratada y alabada clase media americana.

El autor hace un frio análisis de las situaciones que se han ido dando para determinar que no todo es culpa del poder o del presidente de turno, si no que muchos de los problemas empiezan en hogares desestructurados, alcohol, bebida, una altísima tasa de divorcios o relaciones fracasadas, todo ello unido a una inherente violencia en nombre del honor y la defensa de la familia.

Todo y ser un libro corto, la única pega sería la cierta repetición de conceptos familiares relacionados con su vida.

“Hillbilly” es el término peyorativo para definir a los habitantes de ciertas áreas remotas o rurales, concretamos a los habitantes de la cordillera de los Apalaches. Este grupo social, cada vez más empobrecido y radicalizado de Estados Unidos, se identifica con una de las zonas más deprimidas del país.

En estas memorias publicadas por @edicionesdeusto, J.D. Vance cuenta su historia y la de su familia, los típicos “hillbillies”: una madre drogadicta, un padre ausente y unos abuelos violentos; los pilares de su disfuncional familia.
Ahora, con treinta y tantos, J.D. nos cuenta en detalle cómo un chico como él -como los millones que crecen en estas familias- lo tienen todo en contra para alcanzar una vida “ordinaria”. Una historia salpicada por el resentimiento, la falta de ambición y el pesimismo al que se le añaden una devoción fervorosa por su país y Dios y un excesivo sentido del honor.

Podría parecer por mis palabras que se trata de un melodrama -violencia física y verbal, alcoholismo y drogas en el día a día- pero se trata de una historia familiar y de superación. El autor consigue, con esfuerzo y el incansable apoyo de su “mamaw”, dejar atrás este lugar, pero nunca dejará de llevarlo consigo y aprende a hacerlo con orgullo.
Unas memorias que tienen más de ensayo que de novela por ser un canto a la lucha y a la inconformidad, pero sobre todo un agradecimiento absoluto a todos los que -a pesar de sus propias dificultades- apoyaron al niño a que pudiera cumplir el “sueño americano”.
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