Otoño en Londres

Voy a empezar confesando que tenía altísimas expectativas con esta novela que no se han cumplido. La historia en sí no tiene nada de malo, es más, todo lo que ocurre es muy entretenido, te mantiene agarrada al libro todos los ratos posibles que puedas sacar y el continuo cambio de personajes, escenas y tramas, con puntos de vista tan variados sobre las mismas situaciones, es un juego muy efectivo para mantenernos en vilo y querer saber lo que pasa si leemos “sólo un capítulo más”. Sin embargo, por algún motivo no ha sido lo que me esperaba, y eso que en ningún momento antes de comenzar, sabía de qué iba la historia.

La verdad es que mi reseña no va a ser una mala crítica, (porque no lo es), pero quizás sí voy a comentar los puntos en que a mí personalmente más me ha cojeado a la hora de disfrutar a tope de una historia tan amena. La historia toma como punto de partida las experiencias de Lily, una chica española que se va a Londres a cursar un año de su carrera, un poco por orgullo propio al dejarla su novio precisamente por ese motivo, que él también se va a Londres. A su alrededor o en tramas paralelas nos encontramos a otros personajes en su misma situación, como sus compañeras Ava y Meredith, o con otro tipo de historias como la de los youtubers Finn y Tom.

En conjunto se trata de eso, una historia muy dinámica de fiestas, de primeros encuentros, de hacer amistades en una ciudad extranjera, y de conocer a quién puede ser tu frenemy. Todo ello con giros un tanto forzados de casualidades poco creíbles (como que tu móvil de repente aparezca en un bolso ajeno sin explicación), de situaciones exageradas con el tema de la fama en Youtube (como si la prensa fuera persiguiendo youtubers a la puerta de sus casas e interesándose por su vida sentimental) y de actitudes más propias de chavales de 14 años que de chicos universitarios de 22 (como por ejemplo, dejar de hablarse entre compañer@s simplemente porque algún@s prefieren turistear por Londres en vez de ir únicamente de fiesta en fiesta, sin que haya mayor problema.)

Cuando terminé el libro, y me puse a pensar en el conjunto, en realidad funciona todo a la perfección y sin embargo, por separado hay algo muy importante que no ha parado de chirriarme: los personajes. Es increíble que con tal variedad de personajes y tan numerosos como salen en la novela (no sé si hay unos 10 o algo así), ninguno de ellos haya llegado a gustarme lo más mínimo para que quisiera que llegara su capítulo con su punto de vista. Todos me han parecido muy planos, sin mayor interés que lo que le vaya a suceder, por ver qué pasa más que nada, pero no porque haya querido que pasara esto o lo otro con determinados personajes. Me explico: hay veces que alguno te entra por los ojos y estás deseando shippearlo con otro, o que salga victorioso de alguna situación, o que le pase lo peor por ser tan *introducir insulto*, y aquí yo no he tenido ese impulso con ninguno y es algo que me ha alejado de la historia. de hecho, si había alguno con el que medianamente hubiera conectado, pues ya no, obviamente, porque ese final acaba con mi poquita conexión con algún personaje.

A pesar de eso, y sin hacer ningún tipo de spoiler, sin duda el final es lo único que ha conseguido que quiera seguir leyendo la segunda parte, porque si no llega a ser por ese giro de los acontecimientos (y me estoy refiriendo al ultimísimo capítulo-hoja-párrafo), me habría quedado simplemente con esta novela que me ha entretenido durante unos días y listo. Pero quizás en la siguiente, una vez puestos todos los personajes en su lugar, la trama vaya por otros caminos que no la simple estancia de varios jóvenes en la capital inglesa, contando sus cosillas como en una Erasmus. Es posible que si me hubiera fijado más en este detalle, el de la experiencia de un curso fuera de tu país con todo lo que eso conlleva, hubiera disfrutado la historia de otra manera, pero ni siquiera porque hay situaciones que simplemente, no.

Por el contrario, quien sí ha cumplido de sobra con mis expectativas es la autora, Andrea Izquierdo, a quien yo sólo conocía como booktuber a través de su canal literario. Nunca había leído nada suyo, ni relatos ni nada (que no estoy segura de si tiene más publicado aparte de esta novela), pero algo me decía que su narración iba a ser interesante y así ha sido. Su forma de contar un montón de tramas a la vez convence por su sencillez, su concisión y su claridad. No se anda por las ramas, expresa los pensamientos y los sentimientos de forma directa y no tiene una pluma demasiado densa que a veces en escritores noveles resulta demasiado forzada. de hecho, el tipo de narración es la adecuada al tipo de historia que es: una serie de enredos adolescentes (bueno, no tan adolescentes) contada para entretenernos, sin más pretensión.

Por supuesto, otro punto muy positivo es la ambientación londinense, que si habéis tenido la suerte de conocer la ciudad, disfrutaréis tanto como yo de la descripción de lugares, calles, locales, y en general, de la vida inglesa y del ambiente universitario que se vive allí. Creo que es algo que queda muy bien plasmado en la historia como trasfondo de las tramas personales y que le dan un encanto particular (aunque personalmente, cualquier novela ambientada en Londres ya tiene para mí un encanto que no tienen otras). Sin duda, la autora sabe transmitir su pasión por esta ciudad.


Resumiendo, es posible que me haya gustado más de lo que quiero admitir, en el sentido de que es inevitable seguir leyendo y queriendo saber qué va a pasar a continuación, y porque creo que no hay nada que me haya disgustado de la historia, más bien que no ha terminado de convencerme en ciertos aspectos. Pero a grandes rasgos, es una novela que recomendaría sobre todo a los amantes de la literatura juvenil en general. Y lo más importante, independientemente de esta historia en concreto, Andrea Izquierdo es una autora a tener muy en cuenta a partir de ahora, porque tiene una facilidad enorme de mantener al lector enganchado nada más comenzar y lograr que ese interés se mantenga capítulo a capítulo. Así que una autora notable con una historia sencilla pero adictiva.
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