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Empecemos por el estilo general de la obra: es un estilo ligero y sencillo, fácil de leer, pero que te mantiene en tensión desde el principio al final. Una de las cosas que hace que sea tan ligero es la narración dividida entre los diferentes personajes de la obra. de esta manera los capítulos se van pasando sin que apenas te des cuenta, y además vas conociendo en mayor o menor medida a los personajes más importantes de la novela. Y por si esto fuera poco, en las primeras páginas podemos encontrar las ilustraciones de dichos personajes. Solo puedo decir que son preciosas. He de destacar que odio muchísimo a algunos de estos personajes (cofcofOlivercofcof), y a otros los adoro, como, por ejemplo, a Ava (solo con mirar la ilustración estaréis de acuerdo conmigo, os lo digo yo). La historia comienza con Lily viajando hacia Londres, y se nos cuenta a grandes rasgos que estudiará allí tras haber conseguido una beca, aunque nada será como esperaba porque ha sufrido un desamor (por llamarlo de alguna manera). Una vez en su residencia va conociendo a unos y a otros, aunque congenia mejor con Ava y Meredith. Poco a poco, aunque vamos conociendo a los personajes uno a uno, vamos viendo cómo la historia se va entretejiendo. Es una maravilla cómo Andrea consigue mezclar todas las historias de cada personaje para que al final tengan sentido así, juntas. Sé que las comparaciones son odiosas, pero en este caso creo que le hago un cumplido a la autora si digo que su estilo me recuerda mucho al de Blue Jeans: un estilo, como dije al principio, sencillo y fluido que conecta perfectamente con el público al que va dirigido. Las referencias a Youtube, Vine y estos temas de actualidad (bueno, ¿qué ha sido del Vine?) hacen que te sientas más cercano a la historia, como si fuera algo que le está pasando a tu colega y lo vivieras de primera mano. No sé si me explico, la verdad. Espero que sí. En fin, que Otoño en Londres ha sido una lectura maravillosa, de esas que te dejan sin saber muy bien qué hacer hasta que puedas leer la segunda parte porque, queridos míos, tiene un final que os puede dejar con la tensión por las nubes (habrá quien pille esto). |
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