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Me da mucha pena porque tenía ciertas esperanzas puestas en este libro, pero ha sido una completa decepción, desde los personajes, hasta la extraña trama, pasando por los diversos finales y las decisiones que ha podido tomar el lector. En primer lugar, lo que más me llamó la atención cuando empecé a leerlo es la prosa tan sencilla que tiene Andrea, no es una pega como tal, sino que sencillamente me sorprendió porque no es la clase de pluma que estoy acostumbrada a leer; lo siguiente fue la cantidad de información innecesaria que encontraba en las primeras páginas y que se ha seguido produciendo en el resto de capítulos, en las primeras diez páginas aparecen tantos detalles irrelevantes que, viniendo de una novela de fantasía en la que todos los detalles tenían su sentido, me cogía a ellos para pensar que posteriormente también tendrían su relevancia, pero nada más lejos. Básicamente por poner un ejemplo, la historia comienza con el protagonista explicando a sus amigos que uno de ellos no ha venido a clase porque ha cortado con su novia y nadie le cree porque siempre suele gastar bromas, para ello dedica un montón de párrafos que podrían haberse resumido perfectamente en uno. Y otros muchos detalles en los que la autora hace hincapié, pero que, aunque tienen cierta importancia, perfectamente podría haber pasado sin conocerse y sin crearse un concreto drama innecesario. En cuanto a los personajes, todos me han parecido muy superficiales, no he podido empatizar con ninguno de ellos. Jasper es el chico con padres ricos y que pasa de todo lo relacionado con el dinero y le gusta hacer bromas, Shibani es una chica muy estudiosa que no deja que nadie pueda ser mejor que ella, Connie siempre se queda en el segundo plano detrás de su mejor amiga, es tímida y tiene miedo, Cédric está preocupado por el dinero porque es lo contrario a Jasper, y sobre Zac ni siquiera podría decir nada porque no tengo ni idea de cómo es. Esos pequeños detalles son toda la descripción que tiene el lector acerca de los personajes, no los conozco, no sé qué pueden hacer, ni cuáles son sus ambiciones, ni qué es lo que une a Shibani con Connie ni Jasper con Cédric, no sé por qué son mejores amigos porque en ningún momento se demuestra, solo se menciona constantemente e intentan competir porque uno es mejor que otro... Por eso el primer final al que llegué me sorprendió pero no entendí qué era lo que significaba, me sorprendió porque no sabía qué esperarme de ninguno de los personajes, es más, incluso cuando pasa y se intentan explicar las razones por lo que ha sucedido no quedan claras al no mencionarse y me han dejado completamente igual que al principio. Por otra parte, se supone que hay cuatro finales, pero dos de ellos son exactamente iguales, uno de ellos no tiene ningún sentido por lo mencionado más arriba y el último es como... ¿ya? ¿Así es como termina? Sin mencionar que las diferencias entre las decisiones que puede tomar el lector en muchos casos han sido un copia-pega, con algunas diferencias tan mínimas que lo que hacía era releerme las cosas por encima y seguir donde había diferencias de verdad. Me ha decepcionado en este supuesto porque pensaba que las eleccione tendrían cosas distintas y no convirtiéndose en un gasto de papel innecesario porque son completamente iguales, con puntos y comas. Sin mencionar que a lo largo de la historia el lector apenas puede hacer unas cuantas elecciones. Ha sido una historia entretenida y se lee bastante rápido, en un par de horas terminé hasta llegar al primer final y, como el resto tenían un texto tan similar, en unas cuantas más me había leído el libro al completo. Así que al menos eso es un aspecto positivo, por el resto, es una pena que no haya podido disfrutar de este libro, quizás en el futuro pruebe con otra de las novelas de Andrea Izquierdo, en la que realmente pueda conocer a los personajes y exista una trama real. |
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