Las caprichosas maldiciones de Sôichi

En esta obra Junji Ito nos presenta otro lado del terror en el que predomina el humor negro y las imaginaciones de un niño siniestro con gustos bastante retorcidos y cuya presencia inquieta e intimida a cualquiera que se le acerque. Las historias de estos tomos son bastantes divertidas a mi parecer, me han hecho soltar más de una risa cuando lo planeado por Sôichi le sale mal.

Además, conforme avanzamos en las historias, el autor mantiene el hilo argumental encontrándonos a un Sôichi adulto muy macabro.

El autor se aleja de esa imaginería a la que nos tiene acostumbrados y se adentra en una faceta más "divertida", pero dentro de lo terrorífico.
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