Órzola

Hay días en que la nostalgía nos envuelve y nos hace empequeñecer, los recuerdos nos acorralan y te señalan con el dedo como si tuvieran cosas que reprocharte, agachas la mirada y te sientes culpable de lo que hiciste, pero sobre todo de lo que dejaste de hacer, porque las pisadas más difíciles de borrar son las del suelo que nunca pisaste.

— La felicidad es una cosa curiosa — le explicó a la estrella con dulzura —. Muchas veces parece inalcanzable, pero hasta las personas más miserables pueden llegar a sentirla si se conforman con lo que tienen.

Un vals, el amor es un vals bailado por dos amantes que siguen el ritmo de una canción, el problema surge cuando, durante el transcurso de la melodía, uno de los dos se va rezagando y finalmente deja de danzar. Lo sencillo sería que los dos frenaran a la vez, pero por desgracia no siempre sucede así, la mayoría de las veces descubres tarde que tu pareja ya se ha sentado y tú sigues sólo en mitad de la pista bailando una música que sólo puedes escuchar tú.

Algunos errores tienen unas consecuencias tan devastadoras que si las conociésemos de antemano jamás los cometeríamos, muchas veces actuamos sin pensar, dejándonos llevar por nuestros instintos más primarios, siendo egocéntricos, egoístas, pensando sólo en nosotros mismos, actuamos sin darnos cuenta de que nuestros fallos tienen efectos nefastos a nuestro alrededor y, a veces, pueden llegar a ser irreversibles.

¿ Acaso una madre es responsable de las acciones de sus hijos ?

¿Cómo sobrevive una planta en mitad de un paraje rocoso? ¿Se le puede criticar por desarrollar espinas para protegerse?

Caminar a ciegas, rendirse al amor, hacer equilibrismos sabiendo de antemano que es una estupidez y que vas a terminar cayéndote.

El amor es como las malas hierbas, nace en los sitios más insospechados y da igual que te resistas, porque sus raíces van profundizando lentamente en tu cuerpo hasta alcanzar tu corazón y cuando lo consiguen ya es demasiado tarde para intentar arrancarlo de cuajo, se queda ahí, poseyéndote, controlándote, volviendo todo del revés.

Los recuerdos son esquivos, caprichosos, acuden a nuestra mente sin avisar, se instalan en nuestro subconsciente y condicionan el modo en que tomamos decisiones, están ahí, escondidos, agazapados, mirándonos, observándonos, amenazando con invadir nuestra vida y enturbiarnos con un instante de nostalgia.