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Vi la película hace muchos años y desde entonces me quedaron ganas de leer el libro, pero por una u otra razón no lo hice hasta ahora. Creo que no sentí la misma intriga de ir descubriendo todo al mismo tiempo que los personajes porque de alguna manera ya conocía el desenlace aunque ya no recordase los detalles. Pero aun así, fue interesante entender un poco mejor el trasfondo de lo que nos cuenta Nunca me abandones, ya que cuando vi la película me quedé con el triángulo amoroso, los problemas de salud, el "desperdicio de tiempo" y la tristeza de la pérdida. Pero ahora, al leer el libro, me di cuenta del dilema moral que quiso poner sobre la mesa el autor, ya que, si bien no lo critica a fondo, si pone a pensar a sus lectores, puesto que mientras recorres las páginas de la historia es imposible no pensar en Frankenstein, o en esa pelí llamada La decisión más difícil, o en inteligencia artificial, o en tantos otros ejemplos en los que los científicos se ponen a crear, crear, crear y luego no pueden pensar más que en desechar, desechar, desechar. Hacerse cargo de las consecuencias de nuestros actos como especie, -en este caso de los "avances médicos"- parace que siempre será el talón de aquiles de los seres humanos. Es lógico que nadie esté en contra del desarrollo, sobre todo si representa beneficios como la eliminación de cierto tipo de sufrimiento, pero no, nunca, si es a costa de más sufrimiento. Nos falta mucho por aprender, y aunque no es el frente de batalla de todos los lectores potenciales de esta novela, creo que determinar nuestras posturas es esencial para la sociedad en la que vivimos, repensar qué estamos dispuestos a apoyar, financiar y soportar y qué no. La recomiendo mucho, y en éste caso sí leer el libro antes de ver la peli (de ser posible). |
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