Un instante para ser nosotros

Para siempre puede ser cien años o un segundo inesperado que te atrapa hasta convertirse en todo lo que posees. Así que, ¿qué es el tiempo además de la posibilidad de que algo suceda?

Amar es aceptar que quien quieres tiene poder para destrozarte y recomponerte. Es arriesgarte a que salga, bien, mal, sea fugaz o inmortal; pero arriesgarte a que sea. Entornar la puerta sin llegar a encajarla, discernir lazos de ataduras, robar la cordura y no la libertad.

«Querer no tiene un principio y un final, sino un inicio que se estira con una elasticidad asombrosa y desgarradora. Querer es entregarte atreviéndote a sumar o a perder piezas.»

Eso es el amor, algo que no comprendí en el pasado. Advertir que el bienestar de tu pareja está por encima del tuyo y que el dolor es compartido; anhelar que sus sueños se cumplan aunque no estés a su lado para verlo, saber que las sonrisas que regala a otro te pertenecen en cierta medida porque dejarle ir es uno de los motivos por los que llegará a ser feliz.