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Xoán Babarro, profesor, ha escrito numerosos cuentos infantiles, siendo galardonado con el premio Barco de Vapor en 1985 y 1989. En está ocasión nos trae de la mano de Isabel Caruncho, ilustradora científica e infantil, un libro divertido y original que trata de hacer crecer en el niño el gusto y el interés por la poesía. “El gorrión que quería darse un atracón” es un cuento infantil con una clara estructura de introducción, nudo y desenlace, un hilo conductor sencillo, texto de letra grande y un enriquecido vocabulario que combina una prosa precisa y clara y una lírica divertida de rima consonante y llena de figuras literarias, como la metáfora o la comparación. Este estilo poético, lleno de rimas, llega de la mano de las conversaciones de los pequeños personajes, principalmente el gorrión, tengo la teoría de que el autor ha decidido usarlo como personaje principal de habla lírica dado que la forma de expresión de los pájaros es el canto. Las ilustraciones son exquisitas y delicadas. Están realizadas con acuarela y dotadas de múltiples detalles que las hacen tan realistas que parecen salirse del libro. Los tonos y colores que las animan son alegres y primaverales. La forma en que está escrito lleno de reiteraciones de la acción y versos repetidos, cada vez que el gorrión atrapa a un nuevo insecto, hace que la lectura sea atrayente y fácil de comprender y de recordar dado que la repetición excesiva es algo que gusta mucho al público infantil. Considero que es un recurso didáctico muy útil, tanto para el aula como para cualquier biblioteca infantil, puesto que no sólo acerca al niño al género lírico, sino que le permite jugar con las palabras a través de las figuras literarias como anáforas, metáforas y comparaciones además de enseñarles a declamar poesías en voz alta. También es una buena forma de ejercitar el conteo y acercar al pequeño lector al mundo de los insectos (libélula, mariquita, luciérnaga, escarabajo…) ya que el gorrión cuando llama a cada insecto para invitarlo a su banquete declama una poesía alabando y describiendo el hábitat y características del insecto seleccionado. Por ello, dependiendo la edad a la que se le acerque o se adapte el cuento, éste tendrá la posibilidad de usarse de una u otra forma (con todas las variedades y juegos que el adulto quiera aplicar) para facilitar el aprendizaje del niño. Personalmente, me ha parecido un buen libro para el público infantil que, además, como toda gran historia, encierra, en su final, una importante moraleja sobre la avaricia al mismo tiempo que transmite grandes valores sobre la naturaleza, enseñando a apreciar la belleza de esos pequeños insectos que están a nuestro alrededor y que no solemos pararnos a admirar. |
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