El tren de los locos

El tren de los locos es un libro que nada más verlo captó mi atención, por lo que quise saber más y leí la sinopsis a pesar de ser algo que no suelo hacer, en este caso no tenía esa primera impresión y lo que leí en la descripción me gustó. Primero porque la época que relata es bastante atrayente (1897), pero aún más si cabe en un estrato social que pasa de la alta sociedad a la la casta más olvidada como es el caso del afamado Balneario de Guipúzcoa Santa Águeda que derivó en hospital psiquiátrico, mas bien manicomio. Segundo porque adelanta la mezcla de personajes reales como Cánovas del Castillo, con personajes de ficción que me parecieron novedosos, ya que el mundo de los pelotaris no era algo de lo que hubiese leído antes, además las temáticas que se presentan son llamativas como puede ser fotografiar muertos o el mundillo de la pornografía.

Teniendo en cuenta este adelanto, lo primero que he descubierto es al autor ya que no había leído nada de Patxi Irurzun y del cual he quedado prendado porque ha sido capaz de desatarme muchas sensaciones con su historia y además con una narrativa fácil y fluida pero cargada de precisión. La principal sensación es la de estar presente en todos los escenarios, y es que la ambientación en toda la obra es perfecta, te podrás sentir desde un "mirón" por el agujero de la habitación hasta estar presente en espacios no muy apetecibles.

La historia mezcla la realidad y sus personajes, como es el caso del asesinato de Cánovas del Castillo, o también la figura de Benito Menni y su vocación hospitalaria, con la ficción histórica que en realidad es el hilo principal de la novela, ya que los protagonistas van a ser Maurizia y Salbador.

Los personajes de la novela se introducen a partir de un narrador omnisciente, y se van desarrollando dependiendo del peso de cada uno, los principales debido a su extensión durante toda la novela nos dejarán detalles distintos de manera más pausada ya que les conoceremos en diferentes situaciones y además seremos testigos de una gran evolución y adaptación a las circunstancias, sobre todo el papel de Salbador y su progreso en la búsqueda de su atacante. Los personajes esporádicos son más detallados en el momento de su aparición y en muchas circunstancias siendo un elemento más de la ambientación como en el caso las bandas de apaches francesas, o en los momentos de las apuestas de los frontones...

La estructura de la novela es muy cómoda ya que cuenta con distintos actos divididos en capítulos cortos que hacen que avance rápidamente.

Los parajes de la novela son variopintos ya que partiendo de Santa Águeda como punto de referencia, a través de Salbador visitaremos Francia, Barcelona, País vasco... y además sus diversos oficios nos darán multitud de detalles de la época donde un anarquista como él tendrá que poner en valor hasta donde quiere llegar con sus ideales. La propia Maurizia en contraposición hará como antagonista en estos viajes ya que prácticamente no ha salido de Santa Águeda desde su infancia y viajará en cierta manera a través de las cartas y de las visitas que reciba primero en el balneario y más tarde en el manicomio.

Si bien se trata de una novela de ficción histórica, se entremezclan muchas temáticas ya que hay aventura, misterio e investigación, pero además a través de estos oficios de Xalbador el autor en algunos pasajes nos introduce en un mundo un tanto menos digerible para el lector, en el propio libro se habla que para Xalbador la vida se convierte en una danza errática en la que la muerte y el sexo, la locura y la escatología se entrelazaban y tropezaban, y es que alguna escena de las fotografías de los muertos y ciertas historias más decadentes encarnadas muchas en el personaje de Engel harán que lo pases un poco mal o incluso que te apetezca tomarte una absenta para encararlo de otra manera, y es que parece que el autor haya disfrutado provocando al lector, de ahí que anticipase que la lectura te provoca numerosas sensaciones y de todo tipo, aunque también hay que decir que no hay nada que se pueda tildar de explícito, he leído sexo más subido de tono en cualquier libro de Follett.

El final del libro aunque cierra la historia yo lo hubiese deseado algo más desarrollado.
CONCLUSIÓN:

El tren de los locos ha resultado una lectura novedosa y ágil, el descubrimiento en mi caso de Patxi Irurzun, autor del que leeré otras obras. Un libro que trata temas variados y comprometidos como las enfermedades mentales y su inclusión en la sociedad, un tema totalmente presente que se cree erradicado por la supresión casi total de los centros mentales pero a mi parecer aún hay gente que no puede abandonarse al cuidado de sus familias o simplemente a su aire.
También trata los bajos fondos de la sociedad, los negocios no muy glamurosos del porno, las apuestas...y el anarquismo del momento.
Una lectura delirante que tiene en su ambientación y narración su máximo exponente, recomendada pero exceptuando a los más susceptibles, una vez más mi intuición a primera vista me trae recompensa.


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