A pesar de su extensión, he podido comprobar el porqué de su éxito. A través del punto de vista de los personajes, entre los que Aramburu saltaba casi sin darte cuenta, se puede ver cómo se vivía durante los años de plomo de ETA en el ambiente opresivo de un pequeño pueblo vasco, del lado de las victimas y victimarios, que a su vez son también víctimas. La descripción de los lugares y situaciones es muy detallado, para mí, que viví desde una ciudad vasca este ambiente, me hizo visualizar perfectamente ciertas escenas. Sin duda una lectura obligatoria para quien quiera saber lo que fue aquello.
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