Loxandra

El año pasado cuando leí Vacaciones en el Cáucaso conocí a la abuela de la autora, tiene un papel mínimo, pero su nieta la menciona y la tiene presente en muchas ocasiones. Me pareció una mujer interesante y de carácter por lo que sabía que tendría que leer Loxandra, el libro en el que es la protagonista, y que está basada en su vida y la de toda su familia. Por eso lleva su nombre, todo gira alrededor de su abuela Loxandra. Pero además de los sucesos familiares, es una crónica de la historia, la cultura, las costumbres de la época, de las diferencias entre griegos y turcos que conviven en la ciudad de Constantinopla. Un retrato de la época y del país en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

Nos cuenta la autora la vida de su abuela empezando por como conoció al que sería su marido, Dimitrós, viudo y con cuatro hijos, por medio de una casamentera.
Cuidará de su marido y sus hijos, a los que se ganará y creará unos fuertes lazos. La pareja tendrá además otros tres hijos. Su vida se centra en el cuidado de su familia, de su hogar, de su casa, de las distintas celebraciones y reuniones familiares, sus relaciones con los vecinos y los vendedores; también sus supersticiones y sus creencias religiosas son importantes para ella y siente gran devoción por la virgen de Baluklí a la que recurre siempre que tiene un problema y que parece escuchar sus peticiones.

En Loxandra, María Iordanidu nos cuenta con su peculiar humor y de forma desenfadada de narrar, toda la historia no solo de su familia, también la del país con esa mezcla de culturas y etnias que se encuentran en Constantinopla.

Loxandra es una mujer de buen corazón, tremendamente generosa, protectora, exagerada, tal vez excesiva, fuerte, intensa, terca, supersticiosa, religiosa, centro y motor de su gran familia. Una novela entrañable sobre una gran mujer.

Loxandra es una novela entrañable sobre una gran mujer contada de una forma amena y desenfadada por su nieta.


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Con este libro, María Iordanidu nos traslada al Estambul de principios del siglo XX: sus olores, sus calles, sus gentes... En ella conviven turcos, griegos, kurdos.... un amalgama de culturas y tradiciones que funcionan de forma independiente y coordinada entre si.

Y en ese momento y lugar, es donde vive Loxandra (inspirada en la abuela materna de la autora). Una mujer griega, con una fuerte personalidad y un gran carácter. Ella constituye el motor mismo de la familia, el punto de unión entre todos sus componentes. Por ellos se desvive, y todos sus esfuerzos están enfocados a cuidarlos y protegerlos.

Todo en este libro es Loxandra: sus creencias, sus sentimientos, sus penas.... Una forma de vida y de relacionarse con los demás propia de otros tiempos; donde la familia y sus acontecimientos lo son todo.

"Porque en aquellos "buenos viejos tiempos" en los que ataban a los perros con longanizas, las personas velaban por su casita y por su propio bienestar y creían que el mundo siempre sería tal y cómo era entonces"

Una sola palabra: entrañable. Un solo personaje: Loxandra.

Esta novela de María Iordanidu es más que un personaje entrañable, pero creo que una vez que, con fuerza, pasemos por el tamiz del recuerdo aquellas imágenes que nos ha dejado grabadas en el corazón, el resultado será la memoria de una mujer extraordinaria.

Si en Grecia la granada es arrojada al suelo como el símbolo inequívoco de la abundancia y los buenos deseos venideros, Loxandra nos es entregada ante nuestros ojos como un regalo: es el pilar de la casa, la orgullosa matriarca de la familia, es sin dudarlo el alma del libro.

Adentrarnos en estas páginas es pasear por Constantinopla, por el Pireo, por las costumbres, las tradiciones y las familias de finales del siglo XIX donde las guerras solo importaban si impedían que tus seres queridos pudieran reunirse alrededor de una enorme mesa cargada de deliciosos platos.

Si Iordanidu se inspiró en su propia abuela para crear el personaje, a los lectores solo nos queda acomodarnos y disfrutar de su carácter, de sus abrazos que son como ese puerto que acoge con fuerza y ternura a los cansados navegantes; un abrazo que reconforta y ahoga.

Loxandra es inocente en su descaro, una mujer que dice lo que piensa sin importar a quién, que maldice si es necesario, que se inmiscuye en todo porque las cosas han de ser así. Y eso no la convierte en un personaje que podamos llegar a aborrecer, sino que nos hará brotar una tímida sonrisa de secreta admiración.

No estamos ante una novela que nos lleve a ningún lugar en concreto, simplemente es un texto en el que podemos sentirnos libres de saborear, conocer, escuchar, aprender. Y, pese a ello, transcurre sutilmente veloz, cotidiana, con un suspiro de liviandad que nos hará cerrar su última página pensando qué afortunados somos de haber podido conocer a Loxandra.



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"Loxandra" es una obra magistral escrita por Maria Iordanidou. Esta novela nos transporta a la vibrante ciudad de Estambul a principios del siglo XX, donde seguimos los pasos de la intrépida protagonista que da nombre al libro.

Maria Iordanidou, con su pluma habilidosa y evocadora, nos sumerge en la vida de Loxandra, una mujer apasionada y valiente que lucha por encontrar su lugar en un mundo en constante cambio. A través de los ojos de Loxandra, exploramos los entresijos de la sociedad otomana, así como los desafíos y las alegrías de la vida cotidiana en la bulliciosa ciudad.

La narrativa de Iordanidou es rica en detalles históricos y culturales, lo que nos permite sumergirnos por completo en el mundo de la novela. A medida que seguimos el viaje de Loxandra, aprendemos sobre la historia de Estambul y sus habitantes, lo que añade profundidad y autenticidad a la historia.

Maravillosa. Conmovedora. Juguetona, ocurrente, vital.

No sé hasta qué punto las novelas que tienen Grecia como origen y/o marco comparten estas características, pero me ha recordado a la candidez de Gerald Durrel en la trilogía de Corfú.

Llevaba unos meses intimidada por la lectura, pero es uno de esos libros que deberían estar en la mesita de todo el mundo. No solo retrata a la perfección una ciudad y una época: captura en poco más de 200 páginas una perfecta (heroína) abuela.