La mujer de la falda violeta

La mujer de la falda violeta es una leyenda en su barrio. Nadie sabe donde vive, ni cual es su trabajo, ni siquiera su nombre, pero todos los días sigue la misma rutina y lleva una vida entrañablemente monótona.

Por otro lado, la narradora de la novela vive obsesionada con conocer más de la mujer de la falda violeta, incluso con formar parte de su vida.

Es así como se entrecruzan las vidas de dos mujeres que no son muy distintas; ambas tratan de sobrevivir en el mundo por sus propios medios.

Es también una historia sobre la soledad, la superación, los miedos y los errores.

La novela cuenta con un final totalmente inesperado que no me ha dejado indiferente. Es de lectura rápida y ágil, pero deja poso durante varios días.

Además, me ha parecido similar a otra novela nipona que me encantó: "la dependienta".

He leído reseñas de todo tipo, pero a mí me gustó. Creo que es una lectura ideal para pasar el rato y, además, con la que es fácil sentirse identificada. No es ninguna obra maestra, pero cumple muy bien con su función.

“La mujer de la falda violeta”, de Natsuko Imamura, es todo un misterio, nadie sabe de dónde viene, en qué trabaja o cuáles son sus intereses, lo único que se sabe de ella es que siempre se sienta en el mismo banco del parque con su característica falda violeta.

Si bien la premisa resulta bastante curiosa y apetecible, la realidad es que no sé muy bien cómo interpretar esta historia, que ha ido por unos derroteros bastante alejados de lo que imaginaba. Aunque despierta cierta intriga por saber quién es y qué le espera a esta mujer, lo cierto es que hay bastantes aspectos de la historia que no me quedan nada claros, y que quizá han sido los que han hecho que no la haya disfrutado del todo.

A pesar de esto, el estilo de la autora me ha resultado bastante ameno y cómodo, con toques de humor “japonés” que hacen de ella una novela fresca y dinámica y algún que otro mensaje de fondo digno de analizar.

Algunos de los temas que deja entrever, como son la soledad de algunas personas en las grandes urbes, la indiferencia general de la sociedad, las obsesiones, la infidelidad, incluso la profesionalidad a la hora de rendir en el trabajo… quedan, para mi gusto, un poco opacados por lo extraño que resulta cómo va discurriendo la trama.

Una novela diferente y entretenida, a pesar de todo, pero que, en mi opinión, se queda a medio gas.

Este año me he aficionado a la literatura asiática, he pasado de haber leído ni un solo libro en mi vida a leerme unos cuantos este año.
En esta ocasión nos encontramos con otra lectura peculiar. La protagonista es esta mujer que como reza el título, una de sus peculiaridades es que viste siempre una falda violeta, también tiene trabajos temporales, vive sola y parece no tener muchos amigos, sigue una rutina muy peculiar y para los niños del barrio es toda una diversión hacer pruebas en las que ella se encuentra involucrada.
Lo más peculiar no es la mujer de la falda violeta, es la otra protagonista que la observa, la sigue y de laguna manera acaba dirigiendo su vida y a la vez nos la va contando.
Un libro muy cortito que aunque pueda parecer simple esconde mucho más, como la precariedad con la que se encuentra mucha gente, la burla hacia el diferente, lo cotilla que es la gente y lo que llega a malmeter contra otra persona.
No es un libro que me haya marcado ni que se convierta en uno de mis preferidos, pero me ha gustado.

La mujer de la falda violeta aparece todos los días en el parque, se sienta en su banco predilecto y se come un bollo de crema creando una inmensa curiosidad entre vecinos y niños, pero aún mayor es la curiosidad que despierta en otra mujer que, sin ser ella consciente, sabe absolutamente todo lo que hace cada minuto del día. ¿Quién es la mujer de la falda violeta? ¿Quién la observa?

Puedo definir en una palabra lo que me ha causado este libro: agobio.
Está contado en primera persona por una persona que vive obsesionada con la misteriosa mujer de la falda violeta. Sabe hasta si cambia de color de uñas, literalmente. Poco a poco nos va contando la historia de esta y todo lo que hace por conseguir acercase a ella.

El libro se desarrolla pausadamente, hay muy poca acción, pero es un claro reflejo de la soledad, la envidia, la hipocresía y lo difícil que es encajar en el mundo cuando te sales un poco del patrón establecido.
Una muestra estupenda del dicho: “Te quiero bien pero no mejor que yo”.

Una muestra de lo absurdo que es pasarse la vida pendiente de la de otros, porque dejas de vivir la tuya. Lo que también se puede extrapolar a las redes sociales y al estilo de vida que hay hoy en día.

Me ha gustado, aunque habría preferido algo más de desarrollo tanto del final como de otras cuestiones.
No es un libro para todo el mundo pero que aún así recomiendo darle una oportunidad porque es interesante si profundizas en él y no te quedas solo en la superficie.
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La mujer de la falda violeta es una especie de leyenda en su barrio: cada día sale de su casa, pasa por las mismas tiendas y se sienta en el parque, en un banco específicamente reservado para ella, a comerse un pastelito de crema. Sigue siempre la misma rutina, de la que solo se desvía cuando encuentra trabajos temporales. Despierta un gran interés en todo el mundo, pues siempre lleva una falda violeta y nunca se la ha visto hablar con nadie. Todo esto nos es contado por una mujer, que podríamos llamar “la mujer de la rebeca amarilla”, que ejerce de narrador omnisciente ya que dedica todo su tiempo a seguirla, espiar todos sus movimientos e incluso intervenir para planificar sus siguientes pasos. Un gran misterio envuelve a estas dos mujeres, que nos mantiene en vilo durante todo el libro.

Es una novela corta que se puede leer en el mismo día, ya que es ágil y sabe mantener el interés del lector. La trama, como veis, es muy extraña, no es nada a lo que estemos acostumbrados, y es que la literatura japonesa es muy diferente a la nuestra. En este caso, aunque la novela trata algunos temas que nos puedan hacer reflexionar, lo hace de una forma muy divertida, en ocasiones hilarante (ay esa escena del autobús…).

No es un libro que me cambiará la vida pero lo he disfrutado muchísimo, me he reído a la vez que me he inquietado siguiendo los pasos de la acosadora… A menudo veo que se compara esta obra con “La dependienta” pero he de decir que me han parecido totalmente distintas y que en aquella no encontré el humor y la ironía que encontré aquí.

En definitiva diré que me ha gustado mucho descubrir que la literatura japonesa no siempre tiene que ser fría y solemne.
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Esta es una novela inusual. En ella la autora nos muestra a una mujer que vive exclusivamente para observar a otra en su modo de vida y en su día a día.

Es una novela increíble con una narración en segunda persona que nos cuenta como es lo que ve de la vida de la mujer de la falda violeta, que es quien centra la obsesión de la narradora y de la que descubriremos su nombre hasta pasada la mitad de la novela.

Al principio no sabes muy bien por donde va la historia. Pero más adelante, todo se comprende y te deja con una impresión muy grande.
La persona que narra lo hace de una forma que te infunda a pensar que conoce los pensamientos de la mujer de la falda violeta, pero que realmente no sabe nada de lo que siente o piensa. Tampoco al narrador hasta el final de la novela.

Leer un libro con un narrador así ha sido toda una experiencia, y muy grata. Además, que sorprende mucho por momentos la actuación tanto del narrador como de la observada.

La novela es corta, entretenida y rara, que se lee de forma rápida y sencilla. Ambientada en una época en la que todavía no existían los teléfonos móviles.

Por eso y por muchos detalles más se lleva cuatro brillantes estrellas.
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Como opiniones hay muchas, voy a dar la mía

Por primera vez en los tres años de vida del blog tengo la oportunidad de reseñar una novela japonesa y lo hago gracias al sorteo que hace poco se realizó en el blog de mi compañera bloguera Laky, Libros que hay que leer. Para ello este mes de marzo, mes dedicado a la literatura asiática, Duomo Editorial junto con Laky han realizado una propuesta especial con una lectura conjunta diferente de la que he salido ganadora de una de las novelas sorteadas. ¡Yuupiii!

Resumen: La mujer de la falda violeta es una mujer de constitución menuda, de pelo moreno cortado a media melena. Es una mujer normal de elevada popularidad entre sus vecinos por seguir siempre las mismas rutinas. A veces trabaja en distintos trabajos de manera eventual y otras veces está sin trabajar. Pero hay una persona que tiene especial interés en ella, que sigue todos sus pasos, que se interesa por su vida e incluso la ayuda en su vida diaria.


La mujer de la falda violeta se siente invadida por una vida vacía y monótona. Recorre los mismos lugares, se sienta en el mismo banco, es objeto de insultos y objetivo de juegos de los niños e incluso los vecinos la consideran un elemento más de la decoración del barrio, pero, especialmente, hay una mujer que siente un interés particular hacia la mujer de la falda violeta, y para sorpresa del lector esta mujer será la cronista de esta historia.


Con una prosa espontánea, esta novela no está dividida en capítulos, pero se lee cómodamente dado que el relato es parecido a un cuento.

Posee un toque surrealista y un humor propio. de hecho, es una historia que no sabes qué esperar de ella, por dónde saldrá o qué intenciones tiene.

El personaje principal, La mujer de la falda violeta, es bastante aséptica, rozando la ausencia de emociones, pero ocurre igualmente con la narradora-observadora que a pesar de su implicación en la historia aporta un roce ligero y superficial de afectividad. Ambas parecen tener adormecidos los sentidos. Y luego llegamos a ese final tan extraño e inesperado, con un giro de trama ambiguo que te deja desconcertado.

Conclusiones: Me ha parecido una novela curiosa. Diría que La mujer de la falda violeta representa a las mujeres que viven de manera mecánica e inerte pero que tienen que adaptarse según las circunstancias. Pienso que esta historia tiene un trasfondo mucho más complejo y psicológico y me atrevería a decir que posee diferentes interpretaciones y lecturas y que todas son correctas.

En mi opinión: una novela confusa, como cuando abres los ojos parpadeando después de un sueño y no sabes dónde estás.



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Cómo me gusta a mí la literatura japonesa, especialmente. Siempre tan originales, me maravilla el hecho de emplear una narrativa sencilla, aparentemente con temas muy simples pero con una sacudida asegurada.

Es la historia de una mujer que observa a otra, sigue cada uno de sus pasos hasta el punto de influir en su vida y llevarla por el camino que quiere.

Me encanta. Nos encontramos con dos protagonistas: la que observa y la que es observada. El blanco de esta historia es una mujer soltera, conocida por el vecindario por llevar siempre una falda violeta y que, además, tiene una rutina determinada: va al parque y se sienta en su banco a comer un bollito. Es la incógnita de todos sus vecinos, nadie sabe quién es, a qué se dedica, cuál es su vida. Luego tenemos a otra mujer, casi invisible, de la cual el lector no sabe nada, pero la va conociendo entre líneas. Ella se obsesiona con esa mujer de la falda violeta, y hace sus intentos por acercarse a ella. Es una historia muy simple, muy en la línea del libro que leí antes que este, “La dependienta”, de Sayaka Murata. Ambas novelas giran en torno al que es diferente, a aquel que se sale de la norma y los cánones, y cómo las personas, ante lo desconocido u extraño, optamos por el rechazo, la indiferencia, la estigmatización o por hacernos preguntas.

Muy recomendable
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LA MUJER DE LA FALDA VIOLETA. » Natsuko Imamura

Me encuentro ante un libro algo extraño. La mayor parte de su lectura tenía la impresión de que la autora estaba jugando conmigo dadas las escenas y comportamientos que se iban planteando. Pero no, no tiene un juego oculto que resolver al final; los hechos son los que son.
Me ha parecido muy interesante la manera indirecta y aparentemente despreocupada en que nos introduce en varios aspectos de la cultura nipona. Cae el telón de la perfección que presuponemos los occidentales cuando pensamos en Japón.
Cabe suponer que en una sociedad con miles de habitantes, regida por unas normas sociales escrupulosamente estrictas y asépticas, haya individuos despojados de sentido común que se escurren por las fisuras de un país casi perfectamente ensamblado. Individuos solitarios con torpes ganas de compañía y que sin embargo, son incapaces de forjar lazos.
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La mujer de la falda violeta, de unos 30 años y presumiblemente soltera, con hábitos muy definidos; tanto es así, que viste siempre con una falda violeta, sus horarios son aprovechados milimétricamente haciendo las mismas cosas cada día, paseando por los mismos lugares y ocupando el mismo banco del mismo parque.
Pero alguien la observa, una mujer aún más extraña: la mujer de la rebeca amarilla.
Será ella quien cambie el foco de nuestra percepción de la historia y la dirija sin querer, sobre ella misma.
Pensar en ella y sobre todo en cuántas personas así hay por ahí, me hace sentir una especie de pena y temor que me estremece.
En esta sociedad de entes tras las pantallas, ¿No estaremos creando réplicas de la mujer de la rebeca amarilla?
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LITERATURA JAPONESA📚
"La mujer de la falda violeta" de la autora japonesa Natsuko Imamura. 🇯🇵
☆ Páginas: 185.
☆Editorial: @duomoediciones
☆ Muchísimas gracias por el ejemplar: @laspalabraslibreria

☆Reseña:
La señora Gondo, mejor conocida como "La mujer de la rebeca amarilla" tiene la peculiar predilección por meterse en la vida ajena, entrar y salir a su gusto sin que nadie se percate de su presencia. Lo sabe todo, lo ve todo, pero hay alguien que se escapa de su mirada escrutadora, la famosa Mayuko Hino "La mujer de la falda violeta", nadie conoce a ciencia cierta sobre esa joven tan hermética, rutinaria y curiosamente distinta, con quien es imposible entablar una relación. Una rareza entre la masa común de individuos que frecuenta nuestra narradora, al extremo de convertirse en su obsesión: ¿A dónde va? ¿Qué hace? ¿Dónde trabaja? ¿A quienes frecuenta?
Su persecución fantasmal llega a tal punto de tropezar escandalosamente contra una vidriera mientras intentaba «chocar accidentalmente» a Mayuko, entablar una conversación y poder volverse su amiga.
Todo lo hace para que note su presencia, todo menos hablarle directamente. Ella es una más del despreciable grupo que anhela tener contacto a toda costa con esa misteriosa chica, de ellos "La mujer de la rebeca amarilla" es la que más lejos ha llegado.
Mayuko Hino, no se da cuenta de los incansables ojos que la vigilan en el trabajo, en su casa, en la calle, en el parque, en sus citas; vive su vida en la completa ignorancia sumergida en problemas del día a día como su dificultad para relacionarse con los demás y formular simples oraciones, el acoso en el transporte, las molestias que causan los pequeños del barrio al incluirla sin consentimiento en sus juegos. Vemos la evolución de su entorno y personalidad cuando empieza a trabajar a largo plazo en un lujoso hotel, allí dejará de lado su esencia que la hacía ser esa mujer que usaba siempre una falda violeta, que comía un panecillo a una hora específica, que tomaba paseos a carrera y enviaba CV a todos lados.
🎌La literatura japonesa es sin duda muy particular, la considero ideal para incursionar en el ambiente y salir del área de confort.
4/5🌟🌟🌟🌟